Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

El puerto de aguas profundas que necesita el país

Con la experiencia de un importante camino recorrido y un modelo de gestión público-privado que es ejemplo de eficiencia y eficacia a nivel nacional, el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca celebró su 28º aniversario en plenitud.

   Como es sabido, el Puerto de Bahía Blanca cuenta con una diversificación de industrias y cargas (gráneles y sólidos, líquidos y gaseosos, químicos, carga contenerizada, carga de proyecto, entre otros) que lo dotan de una importante competitividad. 

   Esta característica resulta particularmente positiva ya que el mantenimiento y el desarrollo portuario son realizados en base al aporte de todos los tipos de cargas operados. A esto, hay que sumarle las cargas de insumos y los productos que genera el yacimiento Vaca Muerta, del cual el Puerto de Bahía Blanca es naturalmente puerta de entrada y salida.

   Nuestro puerto se encuentra 640 km al sur de la Ciudad de Buenos Aires, lo cual genera una mayor distancia de navegación, comparado con otros puertos, para los servicios oceánicos que vienen del Norte (Estados Unidos y el Caribe, Europa y Brasil). 

   Sin embargo, este tramo de navegación adicional no implica ulteriores demoras, cuellos de botella o costos más elevados para el ingreso a los puertos de contenedores del arco Buenos Aires–La Plata. 

   En cuanto a los servicios marítimos que provienen del Este, como los de Asia y Oriente Medio, gozan de una menor distancia de navegación y una consecuente reducción de costos, que se traslada a una mayor eficiencia de los fletes.

   En lo que respecta al transporte, el Puerto de Bahía Blanca cuenta con una importante Conectividad Ferroviaria Multimodal, considerando que las principales trazas ferroviarias en actividad (sudoeste, oeste y norte), tienen acceso ferroviario directo. En este sentido, el Puerto se vuelve una opción más que viable frente a la necesidad de mejorar la logística a nivel nacional.

   Por otro lado, la profundidad del canal de navegación es un factor fundamental para posibilitar el ingreso a máxima utilización de buques. Actualmente, la profundidad potencial de los puertos de contenedores del arco Buenos Aires–La Plata es superada sustancialmente por los principales puertos de América del Sur. 

   La profundidad actual del Puerto de Bahía Blanca es de 14 metros (la hidrovía del río de la Plata posee 10 metros) y es muy similar a la de los principales hubs portuarios del mundo: Singapur, Rotterdam, Algeciras, Santos, Panamá, Dubái, Santo Domingo con acceso de aguas profundas directo desde el mar. 

   Además de que existe la posibilidad de aumentar su profundidad a menor costo de dragado de apertura y posterior mantenimiento que el del Río de la Plata. 

   El Puerto de Bahía Blanca puede transformarse en el Puerto “Federal” de Aguas Profundas que necesita la Argentina: un puerto que aporte a la economía nacional y brinde una logística competitiva para el desarrollo de nuestro comercio exterior.

   Al ser el puerto más al norte de la zona patagónica, el de Bahía Blanca posibilita operar las cargas argentinas en un puerto de aguas profundas con conexión directa a los servicios marítimos de los principales mercados, evitando así la dependencia del transbordo actual en Montevideo y/o en los puertos del sur de Brasil.

   Uno de los objetivos del plan estratégico del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca es generar las condiciones que puedan desarrollar un vínculo fluido con provincias y municipios. Con inversiones relativamente bajas, la conectividad ferro-portuaria podría potenciarse a partir de un plan de inversiones, mantenimiento, desarrollo de las trazas ferroviarias e incorporaciones de locomotoras y vagones para transportar el mayor flujo de carga. 

   Esto permitiría contribuir a conectar al Puerto con una red de Puerto Secos en el interior del país estratégicamente ubicados en los principales centros de consumo y de generación de exportaciones del país (Gran Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, NOA, entre otros). 

   Se trata de una excelente opción de inversión dado que resulta mucho menos costosa que desarrollar alternativas portuarias desde cero en otra locación (ya sea a la desembocadura del Río de la Plata o sobre la margen de costa de la provincia de Buenos Aires). 

   Cabe destacar también que hay disponibles grandes extensiones de terrenos linderos al puerto que pueden ser usados para nuevos desarrollos en base a la evolución de las necesidades y de los volúmenes de operación de las cargas.

   “Aspiramos a poner al Puerto de Bahía Blanca al servicio de la Provincia de Buenos Aires y de toda la Argentina. La competitividad de los mercados internacionales exige alianzas regionales estratégicas y la propuesta de nuevos paradigmas para pensar el desarrollo portuario a largo plazo a través de una mirada con perspectiva federal. Es tiempo de ponernos de pie y empezar a construir el futuro que nos merecemos. El Puerto de Bahía Blanca sin dudas podría convertirse en un importante impulsor de estos objetivos”, opinó Federico Susbielles, actual presidente del Consorcio de Gestión.