Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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La Justicia no resolvió la situación de un detenido acusado de vender droga

En la audiencia de hoy la jueza de Garantías, Susana Calcinelli, no se expidió respecto del pedido de morigeración de la medida privativa de la libertad contra Santiago Laborde, el joven maragato policonsumidor de estupefacientes y con patología psiquiátrica.

Santiago es policonsumidor de droga y padece un "espectro psicótico-paranoico". (Fotos: Archivo-LN.)

   La justicia de Garantías de esta ciudad dejó pendiente de resolución el pedido de morigeración de la prisión preventiva que cumple Santiago Laborde, un joven enfermo psiquiátrico y adicto a las drogas que está detenido bajo acusación de vender estupefacientes en Carmen de Patagones.

   La audiencia entre las partes se llevó a cabo este mediodía, pero la jueza de Garantías Nº 3, Susana Calcinelli, se expedirá sobre la petición de la defensa dentro de los próximos 5 días hábiles.

   Si la magistrada hace lugar a la solicitud de los defensores Francisco Favrat y Manuel Maza, el adolescente maragato recibirá el arresto domiciliario. De lo contrario, será trasladado a la cárcel de Saavedra cuando haya cupo.

   El imputado de 19 años se encuentra alojado en la sede bahiense de Prefectura Naval, luego de su detención el mes pasado en el marco de una causa tramitada por el fiscal Mauricio del Cero.

   La Corte Suprema de Justicia de la Nación debe resolver si la competencia corresponde a la justicia provincial o federal, después de que ambos fueros la rechazaran.

 

El "espectro psicótico" del joven


   La psicóloga forense Fanny Mancini consideró que Santiago debe recibir tratamiento integral en su domicilio acorde a los criterios de la Ley de Salud Mental, a raíz de su "espectro psicótico de base y su adicción al policonsumo de sustancias psicoactivas".

   La perito fundamentó su opinión también en que en el país "no hay cárceles que cuenten con alojamiento específico y tratamental de dichas patologías" y en la presunción de inocencia durante el proceso.

   La complejidad del caso del joven es “enorme” porque padece una enfermedad de base que requiere medicación "permanente" y sintomatología de adicciones, que también demanda un tratamiento "específico".

   Calificó de “muy grave” la adicción al policonsumo de sustancias que presenta Santiago, "en la medida que el joven tuvo varios intentos de suicidio incluso en instituciones para tratamiento de adicciones". Estas dependencias son de las denominadas "totales", al igual que los establecimientos carcelarios.

   Según explicó la especialista, este proceso consiste en la "interacción entre Psiquiatría, Psicología, Trabajo Social y todo lo vinculado con la recreación, educación y trabajo, pero nunca puede estar por fuera de los tratamientos psiquiátrico y psicológico sumamente estrictos".

   “Todos los derechos básicos de Santiago están siendo vulnerados porque está encerrado en un calabozo de 2x2 sin tratamiento psiquiátrico ni psicológico, sin educación ni empleo, recreación ni contacto personal con sus pares; en un aislamiento casi absoluto”, resaltó la entrevistada.

   “A una persona se la priva de la libertad ambulatoria, pero no se debería restringir ninguno de los otros derechos inherentes a los Derechos Humanos”, completó.

 

Alteración de la realidad

 

   El diagnóstico estructural de base del adolescente se relaciona con un "espectro psicótico-paranoico".

   "Es decir que tiene una alteración de la realidad por medio de ideas persecutorias que van más allá del efecto de las drogas que consumió desde su muy temprana infancia”, precisó la perito.

   “Su adicción es el síntoma y la psicosis es la enfermedad. Cuando las personas están medicadas y logran una compensación de su psiquismo, pueden funcionar casi con total normalidad”, acotó.

   Pese a que psicólogos y psiquiatras trataron al acusado durante su “infancia y adolescencia”, fue difícil diagnosticarlo por la presencia de “tanto químico” en su organismo producto del consumo de estupefacientes, de acuerdo con los dichos de Mancini.

   Además Laborde intentó suicidarse más de una vez mientras recibía tratamientos en comunidades terapéuticas, los cuales, en función de sus resultados, fracasaron.

   En otras ocasiones alcanzó un estado de “excitación psicomotriz incontrolable” como consecuencia de crisis psicóticas o el exceso en el consumo de droga, que derivaron en internaciones compulsivas de urgencia.

 

Sin seguimiento "nuclear"

 

   A lo largo del tiempo Santiago fue medicado por diferentes psiquiatras en guardias hospitalarias, por eso -expresó la fuente- no están disponibles su "historia clínica ni seguimiento nuclear" y tampoco se da "acierto con la medicación" a suministrarle.

   "En estas condiciones un psiquiatra y otro médico le hicieron la pericia a Santiago en Prefectura, sin la presencia de psicólogos. La metodología que utilizaron sólo incluyó una entrevista escueta, que no es acorde al método científico", indicó la profesional.

   Las conclusiones del peritaje oficial fueron que el joven "tiene problemas con las drogas, algo que ya se sabe, y es apto para estar alojado en un penal".

   Sin embargo, la vocera enfatizó que "se presume la inocencia de Santiago" como en el caso de cualquier otro sujeto que aún no fue juzgado.

   "Se lo acusa de narcotraficante, pero un narco no publica en redes sociales que vende droga. Esta cuestión se vincula con su alteración de la realidad, que tiene relación con su aspecto psicótico de tipo paranoico. Él puede creerse el `Chapo´ Guzmán, pero este delincuente no vendía droga por Facebook ni Instagram".

   "Ese alarde de publicación (manifestado por Laborde) se relaciona con una distorsión previa de la realidad", agregó.

   Esta es una de las observaciones que Mancini hizo en la pericia de parte a su cargo.

 

La cárcel es la peor opción

 

   A criterio de la perito, encerrar a Santiago en una unidad penal como si se tratara de una persona con "afrontamiento del estrés y la realidad común", sería "mandarlo al muere porque no todas las cárceles de Argentina cuentan con tratamientos específicos de los trastornos mentales graves".

   "Además hay que tener en cuenta que se trata de un joven de 19 años con un padecimiento mental grave y complejo, no de un delincuente. Reforzar una identificación criminal a un joven que aún está en proceso de construcción de su identidad es mínimamente iatrogénico, en la medida que no se toma en consideración que más tarde que temprano las personas privadas de la libertad vuelven a la comunidad, pero nadie sabe cómo o en qué condiciones", reflexionó la licenciada.

   "Y en su caso estos trastornos se combinan con las adicciones, por eso sería terrible que la Justicia no haga lugar al arresto domiciliario de Santiago", opinó la psicóloga cordobesa.

   La Ley de Salud Mental establece que todo trastorno mental grave, incluidas las adicciones, se debe tratar en el “lugar más próximo al domicilio y los vínculos familiares” de la persona que lo padece.

   “Esta es una ley nacional con carácter constitucional sancionada en 2010 y es posterior a la Ley de Ejecución de la Pena (Privativa de la Libertad), por eso debieran garantizarse los derechos de Santiago en torno de su tratamiento de salud mental”, destacó la mujer consultada.

   Mancini está a cargo del área de Psicología (informes de riesgo de salidas anticipadas) en la Unidad Penal Nº 1 de Viedma.