Del home office al lugar de trabajo: ¿habrá convivencia de vacunados con negacionistas?
El retorno a los puestos laborales, que se acelera en la medida que aumenta el ritmo de vacunación, comienza a debatirse en nuestra ciudad. En varios países de Europa parece resuelto, pero poseen estadísticas diferentes a las argentinas.
Guillermo D. Rueda / [email protected]
El ritmo de vacunación en varios países de Europa, donde se ha superado el 60 % de aplicación de la segunda dosis contra el Covid-19, comenzó a regularizar los vínculos laborales buscando una semejanza a la etapa prepandémica.
Pero, tal como se la consideró de un carácter de excepcionalidad inédita a esta crisis sanitaria, surgen restricciones que dividen las opiniones entre quienes se han vacunado y quienes no, también llamados negacionistas.
En el Viejo Continente, a los denominados certificados sanitarios —o Covid, o verdes— con la obligatoriedad de tener aplicadas las dos dosis de vacunas; presentación de PCR negativo de hasta 48 horas para acceder a espacios cerrados y demás, ahora la situación comienza a debatirse —en nuestro país— por el regreso de los trabajadores a las sedes de las empresas o instituciones; algunos, con sólo una vacuna.
Esta semana, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, fue concreto al respecto.
“Quien esté con la primera dosis ya puede ser convocado, pero se genera un problema con quienes no quieren vacunarse. Nadie puede obligarlos, pero nadie puede obligar a insertarlos en un medio laboral con riesgo para otros trabajadores y sus familias. Por eso entendemos que, en esos casos, cesan la dispensa y la remuneración”, dijo.
En lo doméstico, Miguel Aolita, secretario general de la Asociación Empleados de Comercio de Bahía Blanca, dijo que le parece prematuro opinar al respecto cuando aún existe mucha gente entusiasmada con la vacunación.
Miguel Aolita, secretario general de la Asociación Empleados de Comercio de Bahía Blanca.
“Y ahora se lanzó el plan para adolescentes con un gran suceso”, sostuvo.
“Recién cuando finalice este proceso se decidirán los pasos a seguir”, añadió Aloita, en diálogo con La Nueva.
“Hay gente que no quiere vacunarse, eso no lo podemos negar, pero en general hay mucha aceptación y por eso es que podemos llegar a la inmunidad de rebaño. En nuestro país, mientras no sea de carácter obligatorio, existe tanto el derecho a vacunarse como de no vacunarse. Hoy es una decisión voluntaria”, aseguró Aolita.
Aolita señaló que la situación que se vive en Europa es muy diferente a la de Argentina, al margen de la variante Delta.
“Ahora, con la primera dosis de la vacuna los trabajadores pueden volver a trabajar. Y quien no quiera puede firmar una declaración jurada por esa condición, pero tiene que regresar”, dijo.
“Primero tenemos que avanzar con el plan de vacunación y, luego, ver el remanente de personas que no se quisieron vacunar”, dijo Aolita.
El empresario Funes de Rioja amplió sus argumentos respecto del regreso a los puestos laborales.
“Para la preservación del lugar de trabajo adoptamos protocolos de prevención con una performance muy positiva. Y hoy es inevitable que quien quiera entrar en el lugar de trabajo colectivo tiene que tomar las medidas del caso y, si no quiere vacunarse, no podrá ingresar”, sostuvo el presidente de la UIA.
De acuerdo con Miguel Agüero, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Bahía Blanca (STMBB), no hay que perder de vista que la vacunación contra el Covid-19 es un acto voluntario.
“Si el Estado nacional cambia de opinión y la incluye por ley como una obligación, ya no se vulnerará ningún tipo de derecho. No te vacunás, no trabajás; y si no trabajás no te paso el salario hasta que te vacunes”, sostuvo.
Miguel Agüero, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Bahía Blanca (STMBB).
“Hoy, la situación en la Argentina es totalmente diferente; no vacunarse es un derecho”, añadió.
Respecto de la decisión de quienes no se aplicarán las dosis y la convivencia con vacunados en los mismos ambientes, Agüero citó el caso del Hospital Municipal de Agudos Dr. Leónidas Lucero.
“Del total del personal de salud del nosocomio, que está en contacto directo con la patología, el 10 % no se vacunará por su propia voluntad”, aseguró.
“Si nosotros queremos ocuparnos de comparar situaciones de otros lugares, como en este caso Europa, donde los países van un paso adelante en la pandemia, nos tendrá que servir para ver dónde estamos parados y cómo hacerle frente”, dijo.
“Pero es muy difícil utilizar cuestiones que tienen que ver con las libertades. Y con esto quiero decir que no estoy en contra de las vacunas que, en realidad, tienen que ver con tres pilares fundamentales: me cuido yo, para cuidar a mi familia y para cuidar a la ciudadanía”, definió Agüero.
Respecto del caso CNN Nueva York (despidió a tres personas, que no estaban vacunadas, por no cumplir con la política de la empresa sobre seguridad sanitaria), el gremialista aludió a una ambigüedad.
“Hay dos aristas: por un lado la vacuna es voluntaria, pero por otro lado puedo exigir. De todos modos, lo que hacen en los Estados Unidos es diferente. Acá, por ejemplo, existe una doble indemnización (NdR: en caso de despido) hasta el 31 de diciembre (de 2021). Es más complejo que alguien tome una decisión así”, explicó.
Agüero recordó que la Argentina está ranqueada como número 1 en cuanto a la protección de los derechos del trabajador en pandemia.
También sostuvo que hay algo claro en esta crisis. “Nadie sabe hasta cuándo se extenderá la pospandemia. Hoy estamos preocupados por la variante Delta, pero no sabemos si mañana aparecerá otra. Y luego otra”, aseveró.
Mientras tanto, Rodolfo Perata, secretario de Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines de Bahía Blanca y región sudoeste de la provincia de Buenos Aires, dijo que este tema aún no ha sido debatido en el seno de la comisión directiva.
Rodolfo Perata, secretario de Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines de Bahía Blanca y región sudoeste de la provincia de Buenos Aires.
“Nosotros estamos en otra realidad respecto de los países de Europa, o de los Estados Unidos. Son temas que no tienen urgencia al día de hoy; hay una cuestión de prioridades”, dijo.
“No estoy en contra de la gente que no se vacuna y deseo que esto se termine cuanto antes, pero las condiciones de nuestro país, respecto de las dosis, no son las mismas de quienes imponen restricciones de acceso al empleo”, explicó.
Perata recordó que son muchos los países europeos que están por encima del 50 % de las dos dosis de vacunación y que la Argentina —“es una realidad”— esta semana llegó al 20 %.
“¿Si le impediría a alguien que vaya a trabajar sin vacunas? No, de hecho no lo estoy haciendo”, dijo Perata.
“Es una opinión personal, pero hoy no le podemos decir nada a la gente, porque es importante el número que aún no se vacunó y no porque no quiera. Más adelante el panorama puede ser diferente y recién entonces, en otras condiciones, se podría abrir otro debate”, explicó.
Perata —quien pertenece al rubro gastronómico— mencionó las prioridades que lo preocupan en esta pandemia. Y que movilizan al sector que representa.
“Ahora bajó la marea y hay que ver qué hacemos. La mayoría tenemos créditos que se deben empezar a pagar en 2022. Y otra gente tiene deudas por faltas de pagos de luz, gas, agua e impuestos”, expresó.
“Hasta fin de año la estaremos peleando, y rogando, para que no haya un retroceso en el estatus sanitario. Esa es nuestra mayor preocupación, porque en ese caso el planteo de las restricciones laborales y de cupos de ingresos a restorans pasarían a ser una anécdota. Ya no quedaría casi nadie del sector en pie”, describió.
Israel y Francia, o cómo dar pasos en firme
El llamado certificado verde de Israel, que se descarga en una aplicación digital para móviles, acredita la vacunación completa, haber superado la enfermedad o contar con una prueba de detección negativa. Sucede que, en sólo un mes, los contagios diarios registrados han pasado de unas pocas decenas a cerca de 4.000 en los últimos días, con tasas de positividad que rozan el 4 %. Del mismo modo, se incrementaron los ingresos hospitalarios de pacientes en estado grave.
El certificado se solicita en salas de conciertos, recintos culturales y deportivos, bares y restaurantes, gimnasios, hoteles y cines, más allá del aforo autorizado. Por ahora, no se aplicará en tiendas y centros comerciales.
Para quienes hayan decidido no vacunarse habrá una prueba negativa. La diferencia, respecto de la segunda ola, es que los gastos correrán por su cuenta. En este país el PCR tiene un costo de entre 25 y 75 euros (de 5.300 pesos a $ 15.900).
Francia exige el certificado sanitario para ingresar a bares y restorans; para el transporte de larga distancia; para visitar a pacientes en hospitales o para acudir a citas médicas programadas o en centros comerciales donde exista un riesgo alto de contagio, según las autoridades.
Ya era necesario para entrar en museos, cines, teatros, salas de espectáculos, parques de atracciones, gimnasios y piscinas.
Este certificado consiste en un test negativo de coronavirus —de menos de 48 horas— para ingresar en establecimientos y de menos de 72 horas para viajar; una pauta de vacunación completa o una prueba de haber pasado el virus en los últimos seis meses.