Comenzó la demolición de la casona donde funcionó El Mundo de la Pizza
Antes fue sede de la empresa publicitaria “Ojo en la Ruta”. La vivienda data de 1928 y dejará su lugar a un edificio en altura.
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Mario Minervino / mminervino@lanueva.com
El cerco de obra ya da cuenta del destino anticipado por este diario: la demolición de la casona en Dorrego 55, donde durante décadas funcionara un lugar gastronómico y que ahora dejará lugar a la aparición de un edificio en altura.
La vivienda data de 1928, año en que la ciudad celebró sus primeros cien años. Era propiedad de Santiago Entizne y familia. Por esa época la calle era adoquinada y una de las más transitadas de la ciudad, junto con Soler y San Martín, ya que conectaba el centro con la estación del Ferrocarril del Sud, con doble sentido de circulación, por mano izquierda.
De líneas italianas, con algunas ventanas con arcos de medio punto, un frente rematado con una cornisa y, sobre las aberturas, una variada decoración de volutas y el rostro de dos leones como ménsulas. En un terreno de 12 metros de frente por 27 de fondo la vivienda estaba organizada con una sala, comedor, cuatro habitaciones, dos cocinas, dos baños y, al fondo del terreno, en altos, una quinta habitación. Tenía, además, garaje y una oficina.
Entre fierros y muzzarella
Que el inmueble fuera propiedad de la familia Entizne permitió que en el lugar comenzara a funcionar, en noviembre de 1961, la empresa publicitaria “Ojo en la Ruta”, creada por Osvaldo J. Ochoa, su hermano Heber y su primo, Néstor Entizne, firma destinada en particular a transmitir carreras automovilísticas. En 1966 se mudó a altos del Palihue, ocupando una casona de líneas americanas, de grandes ventanales.
Desde 1987 el lugar alojó uno de los locales gastronómicos tradicionales de la ciudad: El Mundo de la Pizza, que había abierto sus puertas diez años antes a pocos metros del lugar.
El lugar dará lugar ahora a un edificio en altura que —se anticipa— estará diseñado respetando consignas de bajo consumo energético y espacios pensados para la vida post Covid-19, grandes balcones, áreas para trabajo en casa y otras comunes para actividades compartidas.