Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Los bahienses presentes, esta vez, lo vivirán de la línea para afuera

Será la primera edición que Argentina, en básquetbol, no tendrá jugadores de nuestra ciudad.

Jasen, Espil, Sánchez, Ginóbili y Montecchia quedaron en la historia de los Juegos.

 

   Bahía casi siempre tiene algún representante a nivel internacional. De eso no hay dudas. Ahora bien, por primera vez en estos Juegos no habrá ningún jugador en el plantel de básquetbol, siendo algo inédito después de cinco ediciones en las que pasaron cinco elementos nacidos y criados en nuestro medio.

   De todos modos, el entrenador jefe, Sergio Hernández, disfrutará de su tercer Juego en este rol, más un cuarto (Londres 2012), al que concurrió como asistente de Julio Lamas.

Oveja afronta otro desafío como técnico.

   También integran la delegación los kinesiólogos Paulo Maccari y Leandro Amigo, ambos nativos de nuestra ciudad.

Leandro Amigo y Paulo Maccari, dos bahienses junto a la Selección.

 

1996

   Juan Alberto Espil rompió el molde, promedió 22,5 puntos y hasta le metió 27 a Estados Unidos, además de convertir 8 de 12 en triples frente a Corea, registro que se mantiene en lo más alto de ese apartado, junto con el de Chapu Nocioni, quien hizo lo mismo en Río 2016.

2004

   En Atenas la Argentina tocó el cielo con las manos, consiguiendo el oro olímpico, con Manu Ginóbili, Pepe Sánchez y El Puma Montecchia compartiendo cancha en el cierre mismo de la final ante Italia.

El abrazo, íntimo, entre Manu, Pepe y El Puma. 

 

2008

   El inicio de Manu en Beijing estuvo a la altura de un jugador que parecía de otro planeta y fue abanderado de la delegación. El final del torneo lo mostró que era terrenal y una lesión en semifinales lo marginó.

2012

   En Londres, Hernán “Pancho” Jasen se dio el gusto de disfrutar de un Juego, sumándose a Manu Ginóbili, un conocedor de esta competencia.

2016

   El cuarto y último Juego de Manu terminó con el público agradeciéndole y él sin poder contener su emoción. Había dado todo. En Río se despedía, dejando su lugar para que otro pueda ocuparlo. Fue el último jugador bahiense que estuvo en los Juegos. Fue el mejor.