Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

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Medus, apellido ilustre que resurge con el talento de la tercera generación

"Andresito", de 16 años, le rinde tributo a la historia familiar y demuestra todo lo que sabe hacer con una raqueta de tenis. Días atrás, logró su mejor resultado nacional en el 2° Torneo de Menores del año. 

Fotos: Emmanuel Briane- La Nueva.

Por Tomás Arribas / [email protected]
(Nota publicada en la edición impresa de hoy)

   El tenis como una religión. En mayor o menor medida, cada integrante del clan está predestinado a empuñar la raqueta; un legado que inició hace varias décadas Luis “Sonny” Medus.

   La pasión trascendió todas las ramificaciones, tanto en hombres como mujeres, manteniendo intacto en todos los casos el espíritu deportivo y de la competencia propiamente dicha.

   Y ello es algo que podemos precisar en la actualidad, con la tercera generación. Más precisamente a través de Andrés Jr., o “Andresito”, como lo llaman sus familiares, encargado semanas atrás de exhibir el apellido en la primera plana del tenis formativo nacional.

   “Es un legado. Fue muy lindo poder incorporarlo tanto a él como a su hermano Agustín. Ahora Andresito está caminando solo, veremos hasta dónde llega”, nos cuenta Andrés padre, el menor de los hijos de “Sonny”.

   En tiempos donde trascender más allá de la ciudad parece utópico, lo ocurrido en el Club Náutico Hacoaj de Tigre, sede del 2° Torneo Nacional de Menores de la AAT, nos permite depositar una ficha de esperanza en Medus (ver aparte).

   “Juego desde chiquito gracias a mi papá que siempre me llevó a Sportiva. Ahora que estoy inmerso en la competencia lo disfruto y la sigo pasando muy bien. Empecé a los 4 años, y llegando a los 12 empecé a jugar torneos nacionales en Suárez, Olavarría y Neuquén, y de a poco involucrándome más”, cuenta Andresito, de 16 años.

   —¿Cuánto sabés de la historia del apellido?

   —Conozco bastante por todo lo que me contó mi papá. Pero también pude ver mucho, porque tanto él como mis tíos jugaron muchos torneos. Y siempre en Sportiva me dicen quién fue mi abuelo y todo lo que hizo por el tenis y la institución.

   —¿Y eso cómo lo tomás?, ¿te pone presión?

   —No, para nada. Es algo que me ayuda y da confianza, porque todos saben de dónde vengo. Y cada uno de ellos sé que en un futuro me pueden ayudar. Y ni hablar de lo que significa Sportiva, es muy importante para mí.

“Todos los integrantes de la familia, en mayor o menor medida, estuvimos ligados. Mi papá era el que más jugaba y los tres varones nos destacamos un poco más. De la nueva generación, la que integra Andresito, serán siete u ocho. Si armamos la lista, todos saben jugar y pegarle a la pelota” reafirma papá Andrés.

Primeros pasos

   Apenas le cabía la raqueta en mano a Andresito cuando su padre lo peloteaba en Sociedad Sportiva, la segunda casa de la familia, con pocos años y centímetros de estatura; secuencia que se repetía con mucha frecuencia.

   Como si inconscientemente, aún en esa etapa de iniciación tan inocente y crucial en un niño, estuviese tomando envión para aventurarse en viajes y competencias.

   "De chico siempre jugó conmigo, pero fue más que nada Alberto (Maronna) el que lo desarrolló en su club (NdR: "Masters") y en Sportiva, con la etapa de desarrollo y acompañándonos a los torneos. Mientras fue creciendo se fue formando y tomando un poco de cada profesor. Tiene mi enseñanza, pero también la de Alberto, Franco Di Giorgio, Andrés Barzola y Marcelo Martínez Gavioli. Todos le dieron un poco a su proceso formativo", cuenta Andrés padre.

   —Andresito, ¿cuándo sentiste que empezaste a pegar el salto?

   —A partir de los 14 años empecé a crecer más progresivamente, porque pegué el estirón y comencé entrenamientos físicos fuertes que hasta ese momento no había hecho. Con Agustín (Medus) nos preparamos con Raúl Herrero y él nos aporta cosas que nos hizo cambiar mucho el físico y mejorar los golpes en cancha.

   —¿Tus objetivos?

   —El tenis lo tomo como un trampolín en la vida, conociendo personas o determinados lugares y haciendo muchos vínculos. A veces pienso, por ejemplo, si mañana tengo la chance de ir a alguna universidad en los Estados Unidos. Es un deporte que te conecta mucho con personas, te da acceso a muchas cosas y te da grandes vivencias.

   "Obviamente que siempre que sueño con llegar a algo importante y trascender a Bahía. No sé si podré lograré, eso lo veré más adelante. Pero lo estoy dando todo", agregó.

   —Andrés, ¿cómo lo ves al nene?

   —Tiene tenis, físico y cabeza. Ahora dependerá un poco de la suerte, que siempre tiene que acompañar en estos casos, y del acompañamiento que le hagamos los que lo rodeamos y empujamos en su formación. Todavía tiene para crecer acá en Bahía, y si pega el salto que esperamos que de, en marzo o abril del año que viene debería hacer las valijas.

   "Considero muy importante la etapa de transición. Si llega a surgir la posibilidad de una universidad, le daría cuatro años de mucho crecimiento y no sería tan brusco el cambio a probar suerte solo por el mundo con 18 años", aseguró.

   El destino se encargará de situar a Andresito en el lugar y momento correcto.

Sí está claro que el tenis seguirá siendo el principal tema de conversación en los almuerzos de la familia Medus.

“Me fue muy bien y cumplí con las expectativas”

   La actuación gestada hace semanas en Tigre (Buenos Aires), en el 2° Nacional de Menores del año (lo que antiguamente se denominaba Grado 1), con seguridad abrirá un interesante abanico de posibilidades deportivas para Andrés Medus Jr.

   En su debut en un certamen semejante, Medus atravesó la fase clasificatoria, ganándole al 3° y 4° preclasificado, y alcanzó los octavos de final, tras vencer en primera ronda al 4° mejor jugador Sub 18 de la región, Tomás González, en tres parciales.

   “Venía de hacer un buen papel en el último G2 y acá vi la posibilidad de poder ingresar a la qualy. Entonces quise probar la experiencia de un torneo de ese nivel y me animé. Cuando gané los dos partidos y entré al cuadro tenía confianza y sentía que podía jugar muy bien. Por suerte así pasó”, detalló.

   “En el segundo partido me quedó la espina, sentí que pude hacerlo mejor. Eso fue por falta de variación en mi juego. Pero en general me fue muy bien y y cumplí con las expectativas. Ahora se viene un G2 en Luján y tengo mucha confianza. Si me va bien podría competir en otro G1 y ya con la experiencia de haber jugado anteriormente", cerró Medus, ubicado en el 31° puesto del ranking nacional Sub 18.