Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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RCP: Cuando cada minuto cuenta y marca la diferencia entre volver y no volver

Tanto el uso del desfibrilador externo automático, como el masaje cardiopulmonar aplicado de manera adecuada y oportuna, permiten una tasa de sobrevida por encima del 80 % de la persona afectada. ¿Estamos preparados para la asistencia?

Un desfibrilador externo automático, en el Shopping Bahía Blanca, en una imagen de este jueves. / Fotos: Pablo Presti-La Nueva y Archivo LN.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   El jugador danés Christian Eriksen se desplomó en pleno partido de fútbol entre Dinamarca y Finlandia, en el marco de la Eurocopa, el último 12 de junio. En un hecho que suele ser más habitual de lo que cualquiera considere, su corazón simplemente dejó de latir. Si hubiese ocurrido en otro sitio y momento, sin una persona capaz de ayudarlo, hubiese fallecido de muerte súbita en pocos minutos.

   ¿Qué lo salvó? Dos acciones: disponer de un desfibrilador, por un lado, y que hubiese gente preparada para llevar a cabo un masaje cardiopulmonar en los primeros minutos de detectado el paro cardíaco.  

   La muerte súbita no es un hecho menor. Cada año mueren en nuestro país 40 mil personas por ese tipo de situación, por no disponer del auxilio necesario que se debe brindar en el momento que un corazón se detiene.

   Cada minuto cuenta y marca la diferencia entre volver, o no, de ese paro. De allí la importancia de disponer de aparatología adecuada en determinados sitios, como la de capacitar a la mayor cantidad de personas posible en saber realizar los masajes que permitan reanimar un corazón en paro.

El entrenamiento

   El médico Nicolás Muñoz Cruzado, emergentólogo y jefe del Servicio de Medicina de Urgencias del Hospital Municipal Leónidas Lucero, señala a La Nueva. la importancia de disponer de un desfibrilador externo automático (DEA) en todos los sitios donde se verifique afluencia de público y concurrencia masiva.

   “Son aparatos que tienen claras indicaciones de uso, por lo que podrían utilizarlo personas sin un entrenamiento específico. Sin embargo, lo importante es difundir y alentar el entrenamiento general en lo que se llama Soporte Vital Básico, que enseña a todas las personas a cómo atender a pacientes con lesiones que amenazan su vida hasta que reciba atención médica”, señala.

En la Universidad Nacional del Sur.

   Tanto el uso del DEA como el masaje cardiopulmonar aplicado “de manera adecuada y oportuna” permiten una tasa de sobrevida por encima del 80 % de la persona afectada.

   Para Muñoz Cruzado debería existir una normativa nacional, como ocurre en varios países de Europa y en algunos sitios de nuestro país, que exija que haya un DEA disponible en lugares donde se verifica la presencia de muchas personas.

   “Hay que focalizar la prevención de salud en las escuelas primarias y secundarias. Esto va  a servir para salvar muchas más vidas que el cardiodesfibrilador, más allá de que igual contribuye a una resucitación cardiopulmonar”, dice Muñoz Cuadrado.

Los masajes, primero

   Para Walter Zukerman, médico consultor en Cardiología y especialista en Cardiología Hospital Universitario Fundación Favaloro, es clave poder intervenir rápidamente ante un cuadro de muerte súbita, una situación que, explica, “se da en forma inesperada, comenzando como un cuadro en el cual no hay pulso y la persona no esté respirando”.

   El profesional señala que, en nuestro país, se registran unas 40 mil muertes repentinas al año, el 70 % de las cuales ocurre fuera de un ámbito sanitario; es decir, en el hogar, en un parque, en clubes o en lugares públicos.

   “En esos lugares sería muy útil disponer de cardiodesfibriladores, aparatos que existen de modalidad automática o semiautomática, de fácil manejo”, explica.

Walter Zukerman, médico consultor en Cardiología y especialista en Cardiología Hospital Universitario Fundación Favaloro.

   No obstante, el profesional considera que estas situaciones de muerte súbita de una persona resultan “muy angustiantes” y es conveniente tener cierta práctica en el manejo de estos aparatos, ya que hay que colocar adhesivos sobre el pecho del paciente para que detecte la arritmia y dispare una carga.

   Para Zukerman, la herramienta más importante y práctica para actuar ante un caso de muerte súbita son las maniobras de reanimación cardiopulmonar. “Eso es mucho más fácil de implementar que los desfibriladores que, además, tienen un costo de compra y de mantenimiento”.

   El profesional sugiere que esas maniobras debieran ser enseñadas en todos los colegios, para que los alumnos tengan prácticas para llevarlas a cabo.

   “Inclusive, se ha facilitado la intervención porque ni siquiera es necesario hacer respiración boca a boca. Simplemente detectado el paro cardíaco se debe comenzar el masaje cardiovascular, mientras alguien avisa rápidamente a un servicio de emergencia; y sostenerlo hasta la llegada de los médicos o paramédicos”, agrega.

   El médico refiere que existen normativas internacionales sobre disponer de un DEA en las llamadas “áreas protegidas”, generalmente aquellas donde se reúnen o circula una importante cantidad de personas.

   “Deberían ser sitios como los shoppings, un club, un teatro, lugares donde haya espectáculos públicos, donde se sabe que hay concentración de gente. Los aparatos deberían estar en un lugar visible y de simple acceso”, indica.

   “No es lo más importante tener un desfibrilador para salvar una vida, sino alguien que pueda realizar las maniobras de resucitación cardiopulmonar. Mientras alguien llama al servicio de emergencia, se debe comenzar el masaje y mantenerse hasta que llegue la ambulancia, o que el paciente se haya recuperado su conciencia”, asegura.

Menos matafuegos

   Mario Fitz Maurice es médico cardiólogo, especialista en Electrofisiología Cardíaca y jefe del Área Electrofisiología del hospital B. Rivadavia, en CABA.

   Sobre el tema menciona que, ante un caso de muerte súbita, es clave la intervención dentro de los primeros tres minutos de sucedido el paro. “En el caso del jugador Eriksen puede verse cómo el desfibrilador se utilizó a los dos minutos del hecho; por eso se logró la reanimación. Se pasó de la muerte súbita a la vuelta del alma”, señala.

En nuestro país, se produce un caso de muerte súbita cada 15 minutos y que las fallas cardíacas son, por lejos, la primera causa de muerte.

   “Un cardiodesfibrilador cuesta lo mismo que un celular; no es un gasto, además, sino una inversión en salud. Le presento otra lectura: en nuestro país 1 de cada 1.200 personas muere como consecuencia de un incendio, mientras que una de cada cinco lo hace por una falla en el corazón. Sin embargo, hay matafuegos por todas partes y desfibriladores por ninguna. Esto se debe a la falta de conciencia y de comunicación. Se necesita que alguien se ocupe de esto”, dice.

Dos posibilidades de aprender

   El Bahía Blanca Plaza Shopping ofrecerá el próximo sábado 3 de julio, a las 16 y vía Zoom, un curso con capacitaciones en RCP, uso de desfibrilador y primeros auxilios, bajo las guías de procedimientos internacionales de la AHA American Heart Association.

   El curso proporciona conocimientos y habilidades que pueden contribuir a salvar una vida. Se capacita a las personas en los conceptos básicos de primeros auxilios para las emergencias que ponen en riesgo la vida, que incluyen cómo reconocerlas, cómo pedir ayuda y cómo actuar. Los interesados pueden inscribirse en marketing@bbps.com.ar

   Por otro lado, desde Defensa Civil del municipio se dictan de manera habitual cursos de RCP y primeros auxilios. Por la pandemia, se ofrecen al aire libre o siguiendo los adecuados protocolos. Los interesados deben escribir a defcivilcapacitacion@gmail.com

De qué se trata el fenómeno

   La muerte súbita es la aparición repentina e inesperada de una parada cardiaca en una persona sana y en buen estado o el fallecimiento inesperado de alguien que se encontraba bien en las 24 horas previas.

   Su principal causa es una arritmia cardiaca que hace que el corazón pierda su capacidad de contraerse y deje de latir.

   La víctima pierde el pulso, el conocimiento y la capacidad de respirar. Si no recibe atención inmediata, la consecuencia es el fallecimiento.

En líneas de supermercados de Bahía Blanca.

   La desfibrilación se basa en la aplicación brusca y breve de una corriente eléctrica para detener y revertir una arritmia; situación en la que el número de latidos aumenta en exceso o se produce una actividad eléctrica desorganizada que lleva a un paro cardíaco. En estas condiciones, la muerte sobreviene en pocos minutos si no se detiene la arritmia.

   La Reanimación Cardiopulmonar (RCP). Es el proceso de primeros auxilios para reanimar un corazón en paro cardiorespiratorio. Ayuda a recuperar la oxigenación y el flujo sanguíneo. La RCP se compone de compresiones torácicas a un ritmo de 100-120 por minuto.

“¿Estás de regreso? Sí, estoy de regreso”

   El médico alemán Jens Kleinefeld fue quien atendió a Christian Eriksen en el momento de su paro cardíaco y detalló cómo el jugador “regresó a la vida”.

   “Al futbolista (de 29 años) se le aplicó una descarga eléctrica después de varios minutos de masaje cardíaco”, señaló.

Primeros instantes tras el paro cardíaco de Christian Eriksen, este sábado 12, en la Eurocopa.

   “Cerca de treinta segundos después abrió los ojos y pude hablarle. Fue un momento emotivo, ya que en ese tipo de urgencias, en la vida cotidiana, las opciones de éxito son menores. Mire a Eriksen y le pregunté: “¿Estás de regreso?” A lo que respondió: “Sí, estoy de regreso”, recordó.