Tiene "pimienta" en los puños y dio sus primeros pasos firmes en el profesionalismo
Con 23 años, Neri Muñoz acumula una buena trayectoria como pugilista amateur, y afrontará su tercera pelea profesional en la categoría Ligero. Conocé su historia.
Por Javier Oscar Schwab / [email protected]
(Nota publicada en la edición impresa)
El pibe lanza golpes firmes, rectos de derecha y de izquierda; guantea, mueve la cintura y escucha atentamente las palabras de su entrenador. Sorprende su estatura y la capacidad que tiene para asimilar los conceptos.
Rubén Néstor Neri Muñoz, a quien le gusta que lo llamen por su tercer nombre, tiene 23 años y está dando sus primeros pasos firmes en el boxeo profesional.
“Todavía estoy en la etapa de aprendizaje. El boxeo me abrió las puertas y voy dejar todo de mí para poder vivir de lo que me apasiona”, dijo Neri Muñoz.
Más allá de la rutina diaria del joven bahiense que el próximo 5 de junio hará su tercera presentación ante el santafesino Roberto Pablo Monzón (4 ganadas y 3 perdidas), de 28 años, en lugar a designar –podría ser Córdoba, San Juan o Mendoza-, hay una historia detrás que le marcó el camino y le permite soñar con cosas grandes.
“Yo era de practicar karate, me gustaba. En mi barrio siempre había riña, nos criamos un poco a las trompadas (risas). Mi hermano (Oscar) practicó boxeo, era muy aplicado para entrenar. Me llamaba la atención eso y siempre le preguntaba cómo hacía los movimientos para tirar los golpes.
"Empezó a enseñarme lo básico. Un día compró vendas, se acercó y me dijo: ‘Tomá, ponete las vendas y vamos al gimnasio’. Desde ese día cambió mi vida”, señaló Neri, quien de chico –hasta los 16- le gustaba jugar al fútbol en Vista Alegre, donde vivía su padre (Rubén).
“Soy del barrio Fonavi. Al fútbol lo dejé por obligación, tuve que salir a laburar. No me quedaba otra, a los 16 años fui papá”, aseguró Neri.
De su unión con Aldana nacieron Maia (6 años) y Luciana (5), sus debilidades.
"Si tengo alguna marquita en la cara es porque me rasguñaron mis hijas", expresó a pura carcajada.
En Vieytes al 2000, según dijo Neri, asistió a su primer gimnasio.
“Me hicieron saltar la soga, hacer sombra en el espejo, trabajar abdominales…; aprendí algunas técnicas de rotación y la manera de tirar lo golpes. Miraba todo de reojo, porque en realidad quería subir a un ring, jajaja”, afirmó.
Con el tiempo conoció gente experimentada en el ambiente y se puso a disposición de Franco Pardo, su actual director técnico.
“Empecé a ver otras cosas, chicos compitiendo. Mi cabeza me decía que sabía pelear, pero me encontré con una banda de boxeadores que me ubicaron enseguida. Recibí un par de piñas y me di cuenta que me faltaba un montonazo”, agregó.
“Empiezo a conocer el país. Córdoba, (La calera) y Buenos Aires. Me gustaría pelear en el Luna Park. Hay un proyecto para volver a abrilo”, señaló Muñoz.
-¿No te replanteaste la idea de dejar?
-No. Estaba un poco confundido, porque no entendía cómo era todo eso de ser deportista a full. Mi rutina era entrenar en la semana y fumar y tomar algo los sábados o domingos. Un día dije: “Si voy a encarar el boxeo para llegar a ser alguien tengo que cambiar la rutina".
“Aprendí a entrenar más duro, alimentarme mejor, descansar. Al principio le metía una hora de aeróbico a la mañana y otra hora por la tarde para la parte técnica. Poco a poco fui sumando más turnos”, amplió.
-¿Cómo fue tu primera pelea amateur?
-Ehhh. En Grünbein, cinco años atrás. Gané por nocaut en el segundo round, pero no me preguntes por el rival porque no me acuerdo. Fue inolvidable, estaba muy feliz.
-Por entonces ¿tenías el actual peso de la categoría Ligero?
-Nooo. Estaba más pesado, no hacía ningún tipo de dieta. Andaba por los 69 kilos. El entrenamiento me fue llevando ganar masa muscular y bajar de peso. Hoy estoy en los 61 que exige la categoría Ligero.
El apoyo y el progreso
Un total de 45 peleas como amateur, viajes a sitios que nunca imaginó y un futuro prometedor.
“Empecé a conocer el mundo del boxeo. Recorrí la zona y en Monte Hermoso encontré apoyo gracias al ‘Tero’ Rabbione, quien me acercó al intendente Alejandro Dichiara. Parece que les gustó mi forma de ser y de pelar porque decidieron apoyarme publicitariamente”, dijo.
“Por suerte tengo mucho apoyo, aunque no quiero defraudar a nadie”, aseguró.
-¿Esperabas ansioso pelear profesionalmente?
-Tenía ansiedad, pero a la vez tranquilidad porque me preparé bien. Llevo dos peleas con dos nocauts en el segundo round. El primero fue con Nahuel Elías González, quien hacía su debut pero ya tenía roce internacional y había integrado el seleccionado argentino.
“Ahí, en el ring es donde tenés que demostrar. Televisada, todos pendientes porque no te conocen. Gracias a Dios se dio como yo quería”, apuntó.
-La segunda sirvió para ratificar.
-Me tocó un rival con 8 peleas encima, más experimentado (Joel Nazareno “La Serpiente” Viñale). La pelea era a 6 rounds y, sinceramente, no esperaba un desenlace tan rápido.
-Y otra vez la TV (TyC Sports) como testigo…
-Si. La oportunidad surgió gracias al mánager Carlos Tello y a Samson Boxing, que en su momento promovía a Sergio “Maravilla” Martínez. Ellos me van llevando de a poco, empezando a ganarme un lugar en la cartelera.
En la foto junto a Franco Pardo, el técnico, y Jorge Fabricio Morales Reyes, encargado de la logística. Su equipo se completa con Silvano Vicente Aranda, preparador físico.
-¿Tu próximo rival tiene algún parentesco con Carlos Monzón?
-¿Capaz…? ¿Será pariente de “La Leyenda”? Pude ver algunas peleas de Pablo, es un boxeador aguerrido y va mucho al frente. Es bastante parecido a mí, que soy de ir al choque, de proponer el intercambio.
-¿Tu fuerte?
-La pegada. Tengo potencia en ambas manos. Mi estilo se adapta a los rivales, porque tengo varias maneras de boxear. Puedo ir a fajarme, también estoy preparado para contragolpear y soy de mover mucho las piernas.
-¿A qué aspirás?
-A pelear seguido, sumar experiencia. Me gustaría ser campeón argentino en mi categoría. Tengo mucha fe en mis condiciones y me acompaña gente que me apoya y me brinda mucho cariño.
“Lo principal es estar centrado, tener los pies sobre la tierra”, subrayó.
-¿Y tu sueño?
-Ser campeón del mundo. No me perdía peleas de “Maravilla” Martínez, el “Chino” Maidana y Lucas Matthysse. Llegaron a un nivel increíble; me gustaría seguir sus pasos. Soy muy observador de los movimientos de los boxeadores que me gustan y busco aplicar lo que realmente sirve para cada momento de la pelea.
-Venís bastante dulce con las peleas, ¿qué fue lo peor que te pasó arriba del ring?
-Cuando me rompieron el tabique nasal; por eso ahora está torcido (risas). Fue en la cuarta pelea, pero como no sangró no me di cuenta.
“Terminó la pelea, la nariz se movía para todos lados y le pregunté a mi entrenador qué pasaba: 'Nada, ahora tenés tabique de boxeador'. Había recibido un derecha tremenda, estaba quebrado, jajaja”.
Neri tiene un buen pálpito para el próximo combate.
"Lo importante es ganar. Estoy con confianza", dijo.
Su trayectoria
45 peleas como amateur. Las que realizó Neri Muñoz para llegar al campo profesional, donde el próximo 5 de junio se medirá con Roberto Pablo Monzón.
Antes de despedirse pidió una mención para su mamá Ruth Meza, a quien adora, y sus hermanos: Oscar, Lucía y Diamela Simón; y Sebastián, Noelia, Jeremías y Nicole Muñoz.
Y para Gonzalo Panduro: "Porque siempre me presta el gimnasio (Spartan Box) en Villa Rosas".