Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

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“Cuando surgió la categoría, entendí que era mi última oportunidad”

Guillermo Fabi volvió a subirse a un auto de carreras y a experimentar la fabulosa sensación de las competencias.

Fotos: Emmanuel Briane- La Nueva.

Por Tomás Arribas / [email protected]
(Nota publicada en la edición impresa de hoy)

   

   “Rejuvenecí unos cuantos años". Así le ocurrió al bahiense Guillermo Fabi (57) y a tantos otros viejos exponentes del volante que, merced a la nueva manifestación mecánica denominada Fiat Uno pista, volvieron a sentirse vivos..

   El alguna vez representante local en Turismo Nacional, comprendió, al igual que "Beto" Vallasciani, "Quique" Abbate, Antonio David y compañía, que la oportunidad no había que dejarla pasar.

   "Para todos los que tuvimos la posibilidad de subirnos a un auto de carreras, esto fue un volver a nacer. Las ganas no se van nunca, el tema es que tenemos más años y todo es más complicado. Por eso, cuando surgió esta nueva categoría entendí que era mi última oportunidad para correr en autos", destaca Fabi, quien se inició en el deporte motor a mediados de los 80'.

   Quince años después de la última vez, tras una competencia de invitados junto a su hijo mayor Diego en Fiat, Fabi desempolvó el casco y afrontó el desafío.

   Por si había dudas, las muñecas están intactas. Al menos eso indica el campeonato de la especialidad, que, al cabo de cuatro finales, lo encuentra en la cima de las posiciones.

   Por más "canas" que pinte, la esencia del también expiloto de la Fórmula Renault Argentina continúa intacta.

   Tal es así que, aún marchando sobre rieles Fabi reconoce hay mucho para corregir.

   "Tenía incertidumbre, porque habían pasado muchos años de mi última vez, pero sobre todo ganas. Nunca tuve temor, al contrario. Pero sí interrogantes por cómo podía sentirme arriba del auto", reconoce Fabi.

   "Sé que todavía me falta--agregó--. Sigo mirando las carreras de Pigüé y encontrando errores conductivos. Se me complicó en clasificación y eso no me permitió girar a pleno. Me falta para andar mejor, pero las expectativas se están cumpliendo. El campeonato es muy largo, recién se corrieron 4 finales de 16. Hay mucho por recorrer todavía".

   —¿Con qué categoría te encontraste?

   —Han logrado un reglamento muy lindo, que permite mucha paridad y que los autos vayan realmente bien. Cosa que no pasaba con el anterior Fiat Uno, con el otro reglamento, donde los autos tenían más potencia pero no eran tan dóciles. Esta categoría es muy parecida al 1100. Son máquinas con poca potencia, que te obligan a llevarlo muy finito y al límite. Son hermosos para manejar, me sorprendieron gratamente.

   —Ante este buen presente, ¿cambian los objetivos?

   —Uno al principio trata de ser cauto, diciendo que quiere probar y ver qué pasa. Pero la realidad es que una vez que te subís, querés ir rápido y estar adelante de cualquier forma. Por supuesto que de eso a estar puntero del campeonato, cambia un poco el panorama. Pero también sé que recién empieza todo. Quiero tratar de ganar una fecha y ver si se puede sumar. No me voy a volverme loco tampoco, porque la expectativa no era tan alta. Mientras lo disfrute estaré contento.

   —¿Ese era el fin de todo esto?

   —La realidad es que lo encaré sin ningún objetivo competitivo. Simplemente para sacarme las ganas y ver cómo me encontraba arriba del auto. Sin querer estoy arriba en la tabla, y eso inevitablemente te aumenta las ganas de correr e intentar ganar una final, para lo que todos nos subimos a un auto.

Las mañas

   Dicen que la mente no olvida. Y ello podrá equilibrar la balanza con el paso del tiempo y el ímpetu de los nuevos y jóvenes proyectos de nuestro medio y la región.

   "Más allá que hacía mucho que no nos subíamos, las mañas no las perdimos. El gran ejemplo fue "Beto" (Vallasciani), quien con sus 77 años volvió a ganar. La experiencia pesa, más allá que los chicos nuevos van rápido y tienen mucho potencial", asegura Guille.

   "Tener carreras en el lomo hace que te tranquilices, y más en esta etapa de nuestras vidas que estamos más viejos. Antes capaz nos bajábamos del auto muy temperamentales y reaccionábamos. Ahora, como lo hacemos para disfrutarlo, terminó la carrera y está todo bien", subrayó.

“Hay que cuidar la categoría”

   El Fiat Uno Pista. Nació muy bien la categoría, ahora hay que cuidarla. Sobre para evitar los golpes, porque al ser muy pareja se presta a mucho chaperío. Hay mucha responsabilidad para el comisario deportivo, que nos tendrá que poner los puntos a tiempo. Lo más importante es que antes de largar nos concienticen a todos y se dejen las cosas claras, por más que ya se sepan de antemano", confesó Fabi.

   A no olvidar. "En la última carrera de Pigüé hubo algunos toques innecesarios. Veníamos haciendo una carrera muy linda con Beto (Vallasciani) hasta que me tocaron y quedé atrás. Podés avanzar de cualquier manera, pero sin que exista el golpe", aclaró.

   El automovilismo. "Quien practicó un deporte con tanta pasión y durante tanto tiempo ya lo siente una forma de vida. No se puede explicar lo que se siente cuando te sentás, ajustas los cintos y acelerás para salir a pista. Rejuveneces unos cuántos años", cerró Fabi, orgulloso junto a su Fiat N°48 alistado en el taller de la familia Vallasciani.