Bahía Blanca | Domingo, 13 de julio

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Suarense dibujó a la Madre de la Patria y ganó un premio nacional

Máximo Agustín Auricchio obtuvo el primer lugar en un certamen del Ministerio de Cultura con su obra Pasos hacia el Frente. Buscó difundir y rememorar la figura de María Remedios del Valle, afroargentina emblema de las luchas por nuestra independencia.

Anahí González
agonzá[email protected]

   Cuando el dibujante suarense Máximo Agustín Auricchio empezó a buscar datos sobre la vida de María Remedios del Valle, para participar del concurso de historietas lanzado por el Ministerio de Cultura de la Nación, se dio cuenta no solo de lo poco que se sabía sobre ella sino del enorme legado de su sacrificada vida.

   Para saber mas sobre esta militar afroargentina, considerada en su época como Madre de la Patria (por su heroica actuación en nuestras guerras de la independencia) recurrió a internet.

   Gran lector de novelas históricas –le interesan mucho las autobiografías noveladas- investigó lo que pudo y se sentó a crear. Debía lograr plasmar la mejor versión posible de este personaje en una historieta.

   “De María Remedios no se sabe bien dónde nació, ni el año, menos el día. Y lo que encontrás en internet es bastante poco y repetitivo. Hay varias páginas en las que uno puede leer sobre su vida pero en algunas de ellas los párrafos están copiados”, dijo.

   Hasta entonces, él había escuchado hablar de las niñas de Ayohuma y sabía algo de una mujer militar afrodescendiente a la cual sus compañeros de armas llamaban la Madre de la Patria, o La Capitana, pero no sabía que se trataba de la misma persona.

   De a poco, se fue interiorizando sobre sus hazañas y valentía.

   “De María del Valle impresiona toda su vida, de sacrificio. Acompañó a la milicia como auxiliar cuando le tocó defender Buenos Aires en las segundas Invasiones Inglesas y lo hizo con éxito”, contó.

   También partió al Alto Perú con el Ejército del Norte, al mando de Manuel Belgrano, con su marido y sus dos hijos, uno de los cuales era adoptivo. Perdió a toda su familia en el campo de batalla y no se alejó del Ejército.

   “Tal era su sentido de pertenencia”, comentó el suarense quien, actualmente, luego de haber estudiado la carrera de Arquitectura en la UBA, forma parte de Isidoro Espacio de Arte.

   También reflexionó acerca del duro papel de una mujer como María Remedios en la sociedad de esa época, dividida en castas.

   “Ella no era negra, blanca, aborigen, mulata ni mestiza. Era de la casta de los pardos. Por eso, imagino que donde pudo desarrollar su verdadero ser y se sintió fuera de toda casta, donde se sintió María Remedios del Valle, fue en el Ejército del Norte”, sostuvo.

   Para el artista, esta mujer soldado durante tanto tiempo invisibilizada por la historia oficial, se dio cuenta de que su verdadera identidad, su ser, estaba en el Ejército.

   “Caía prisionera, la torturaban, zafaba de ser fusilada, recibía azotes, lograba escapar  y volvía a incorporarse al ejército. Si había que tirar tiros, los tiraba. Socorría a los heridos en plena batalla y asistía amputaciones en hospitales de campaña”, destacó.

   “Hacía todo con el mismo amor y la misma vocación que cualquiera pone cuando se trata de defender a su familia y a su lugar de pertenencia”, dijo.

   Auricchio señaló que la parte más rica de estos concursos es cuando el autor incorpora información nueva de personajes que fueron muy valiosos pero que, sin embargo, están en un segundo o tercer plano, pese a haber desarrollado acciones fundamentales.

   En este sentido, destacó que uno de los relatos que más lo ayudó a formarse una idea sobre la identidad de Del Valle y su papel en la gesta revolucionaria fue una defensa que hizo el General Viamonte ante los Diputados sobre esta mujer al encontrarla mendigando en una plaza porteña.

   “La vio, reconoció que era la capitana del Ejército del Norte, tal como la había nombrado Belgrano, habló con ella, se dio cuenta de que estaba viviendo en la pobreza absoluta y empezó a reclamar en las sesiones de Diputados que le dieran un  reconocimiento o pensión, por su grado militar”, dijo.

     Del Valle estuvo enlistada en batallas como las de Ayohúma, Vilcapugio y Tucumán, así como en el Éxodo jujeño. Recibió incontables heridas de bala y sable. En 1813 fue tomada prisionera por los españoles, quienes la azotaron por nueve días por haber ayudado a huir a oficiales patriotas en el campo de prisioneros.

   Finalmente, escapó y se sumó a las fuerzas de Martín Miguel de Güemes y Juan Antonio Álvarez de Arenales, para cumplir una doble función, de combatiente y enfermera. Siete veces estuvo a punto de ser ejecutada por el enemigo.

La formación del historietista premiado

Vocación. Desde muy chico tenía condiciones para el dibujo por lo que, cuando tenía 10 años, sus padres lo enviaron al Taller de Arte de María Cristina Elorriaga. En Buenos Aires estudió la carrera de Arquitectra en la UBA –no culminó- y también se dedicó con pasión al dibujo y, puntualmente, a las historietas. En el Taller de Luis Ordoñez, en Lanús, adquirió la técnica y empezó a darle tintes más profesionales a  su dibujo. En 2002 volvió a Coronel Suárez, se dedicó al comercio, y regresó al taller de María Cristina Elorriaga. A través del taller, ingresó a Isidoro Espacio de Arte.

Sorpresa. “Siempre es una grata sorpresa recibir un premio. Cuando hago un trabajo trato de dar lo mejor de mí y, si no me conforma, no lo presento. Estaba conforme, por eso lo mandé, pero no conocía el trabajo de los demás.  Los tres seleccionados y las menciones son espectaculares. Es doblemente satisfactorio cuando el trabajo de uno se mide con trabajos muy buenos”.