Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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ATSA Bahía Blanca apuesta por la educación nutricional y la prevención

El gremio de la Sanidad local pone en marcha mañana una campaña para hijos e hijas de afiliadas desde jardín de infantes hasta secundario.

Archivo La Nueva.

   Una campaña de prevención nutricional para hijos de afiliados pondrá en marcha este martes la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (ATSA), filial Bahía Blanca.

   Está destinada a hijas e hijos de afiliados y afiliadas con edad que va desde Jardín de Infantes hasta Secundario y la consulta es sin cargo.

    Informes se podrán recabar en la sede gremial, de 8:30 a 16, o llamando al número telefónico 0291-4528961; o vía e-mail a consultas@atsabahiablanca.org.ar

   Los profesionales en nutrición cuentan con amplia experiencia, como Jorge Audisio, Martina Gentile y Mariela Storniolo, entre otros.

   “La incidencia de obesidad detectada en los niños en la última encuesta realizada, que fue en 2019, antes de la pandemia, marcaba que había un 40 por ciento de chicos de entre 5 y 17 años con sobrepeso. El porcentaje es alto, por eso es esencial el rol de los padres en el cuidado de la salud de sus hijos”, dijo Jorge Audisio, licenciado en nutrición, quien es Jefe de la Unidad de Nutrición del Hospital Penna.

    Audisio ejerce desde 1996, por lo que tiene una dilatada trayectoria en la actividad.

    “¿Qué se hace cuando viene un chico con estos síntomas? El niño o adolescente viene derivado de un pediatra, quien es el que le detecta ciertos parámetros nutricionales (peso, talla y masa corporal, entre otros), y en base a eso diagnostica si tiene sobrepeso o rasgo de obesidad”, señaló Audisio.

   “Hacemos una encuesta (anamnesis alimentaria) y en base a los resultados detectamos dónde están los puntos críticos en lo que respecta a la alimentación diaria que se lleva a cabo”, remarcó.

   “Es entonces que se programa una educación alimentaria con los padres, ya que en algunos casos los niños forman parte de un grupo familiar donde predomina la obesidad. Se inicia una educación alimentaria para ir cambiando de hábitos, incursionar en costumbres saludables y lograr frenar el incremento de peso”, puntualizó el licenciado en nutrición.

  --¿Al niño se le aplica la misma estrategia que al adulto?

   --No. No hay que obligar a un niño a bajar de peso como lo hace un adulto. Lo vamos educando para que vaya comiendo más saludable y, a la vez, se le va incorporando una actividad física que sea de su agrado.

   --¿Y cómo siguen los controles?

  --Los controles continúan durante un tiempo, se trata de mantener un feedback para que el niño aprenda a comer bien y vaya incorporando los conceptos de lo que es bueno y lo que es malo.

   --¿Para un chico de 5 años se aplica el mismo mecanismo que para uno de 17?

   --No. Es diferente. Los requerimientos de la alimentación varían según la edad, porque son diferentes los aportes calóricos que necesita, al igual que los valores energéticos, las proteínas y todo lo relacionado con su actividad diaria. También es importante determinar si el sobrepeso proviene de otra patología y por eso es clave la intervención previa del pediatra.

   --La campaña que lanzó ATSA es para ser aprovechada.

   --Sin dudas. ATSA es un gremio que siempre está ayudando a los niños con este tipo de campañas. Hugo Modarelli y su gente me preguntaron si quería ser parte de esta campaña y la verdad que es un placer poder ayudar a la salud de los chicos en un tema tan importante como la alimentación.

Para tener en cuenta

   La educación nutricional tiene objetivos más amplios que la información, aunque ésta sea una parte esencial de la misma pues permite asentar las actitudes correctas y los comportamientos deseables sobre la base del conocimiento.

--El bienestar de las poblaciones tiene su mejor aliado en los programas de prevención y promoción.

--Las poblaciones tienen que tomar conciencia de que la alimentación saludable es un valioso medio para prevenir la enfermedad y promover su salud. 

--La alimentación saludable debe integrarse de forma habitual en el contexto de la vida cotidiana.

--La familia, la escuela y la comunidad son los ámbitos naturales de los programas de educación nutricional. 

--Los servicios de restauración colectiva, cada vez más utilizados en nuestro país por razones de organización familiar, académica y laboral, pueden contribuir muy positivamente, con una oferta alimentaria variada y saludable, al bienestar de las poblaciones usuarias de los mismos. 

--La colaboración de las empresas agroalimentarias en los programas de educación nutricional es muy interesante porque, con la oferta de productos de calidad sobre la base de una información rigurosa, contribuye al éxito de las políticas de nutrición. 

--No se concibe la planificación de un programa de educación nutricional sin incluir el estímulo de la vida activa y el ejercicio físico, que forman parte de un estilo de vida saludable.