Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Una historia forjada con mucho esfuerzo y trabajo

Desde sus inicios, la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca ha bregado por la transparencia de los mercados.

   En el año 1878 la Argentina se incorporó al comercio granario internacional, con un embarque desde Rosario. En ese entonces, los abastecedores que competían con nuestro país eran Canadá, Estados Unidos y la Unión Soviética.  El valor internacional de los granos pasó a ser un problema esencial para los productores de la Pampa Húmeda Argentina. Luego lo sería para todo el país, en cuanto los cultivos ganaron extensión y variedad, llegando a convertirse en la principal fuente de ingresos por los abundantes saldos exportables. Para ese entonces, una de cada cinco toneladas que se cosechaban en el mundo, eran consumidas fuera del país de origen.

   La posición netamente vendedora de Argentina se reflejó en su mercado interno.  A medida que crecía el consumo también se fortalecía la producción para la exportación.  En este sentido, el precio decide la cantidad de granos que podría ser vendida y el ingreso que tendría el productor, lo cual influiría posteriormente en la superficie destinada al cultivo. En lo que se refiere al precio es donde las Bolsas de Cereales tienen injerencia, dado que proveen el ámbito más adecuado para el funcionamiento de los mercados de competencia.

   La idea de crear una Bolsa de Cereales comienza a circular a fines de 1970. Los protagonistas del comercio granario ven en esta posibilidad una gran oportunidad para Bahía y la región: no sólo porque una importante cantidad de recursos giraría en la plaza, sino también porque productores, acopiadores, corredores, cooperativas, exportadores e industria tendrían voz y voto para plantear necesidades o proponer políticas para el sector.

   Así comenzaron, en la Cámara Arbitral de Cereales de Bahía Blanca, las reuniones de los sectores involucrados en el comercio de granos para avanzar en esta labor fundacional.  Entre los miembros de este grupo fundador estaban Roberto Oviedo, Pascual Pietracatella, Rodolfo Rodoni, Bernardo Pérez, Jorge Conti, Alfredo López, Omar Barquín, Adolfo Lis, Francisco Castiñeira, Roberto Auday, Luis Morado Veres, Néstor Casali, Eduardo Rognoni, Eduardo Cavenaghí, Juan Pedro Riva y Martín Usberto.

   Finalmente, un 16 de octubre de 1981, se reunieron los miembros constituyentes en Asamblea fundacional concretándose, de esta manera, la conformación de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca. 

   Siguieron tiempos difíciles, que afectaron a la economía nacional; sin embargo, este grupo consiguió, luego de tres años, que el Poder Ejecutivo autorizara el funcionamiento de la institución un 17 de octubre de 1984, casi un año después de haber obtenido la personería jurídica. Ese mismo año comenzó a funcionar el Departamento de Informaciones y Estudios Económicos, generando propuestas de investigación, capacitación y de políticas para el sector.

   El paso siguiente fue la inauguración del Mercado Físico: el 6 de febrero de 1985.

   Para esa misma fecha, el Puerto de Bahía Blanca afrontaba graves problemas, por lo que la Bolsa promovió encuentros y propuestas para tratar de superarlos y modernizar su administración.

   Finalmente, en 1993 se concretaron los lineamientos planteados, y desde ese entonces la Bolsa integra el Directorio del Consorcio de Gestión, lugar que  aún ocupa, representando a la comercialización de los productos que salen por el puerto local.

   Desde sus inicios, esta institución ha bregado por la transparencia de los mercados, el ordenamiento y organización en la operatoria que ya brindaban las Bolsas que existían por aquella época.

   En 1992 se modificó el estatuto social incorporándose la posibilidad de cotizar en su ámbito productos del reino animal y mineral, ampliando también el espectro del reino vegetal. Y pasó a llamarse Bolsa de Cereales, Oleaginosos, Frutos y Productos de Bahía Blanca.

   Hoy la Bolsa de Cereales es el ámbito donde las diferentes entidades representativas de los distintos eslabones de la cadena agroindustrial pueden reunirse, discutir y trabajar en aras de solucionar los eventuales problemas del sector, definiendo incluso estrategias de interacción con otros sectores y con las autoridades nacionales, provinciales y/ o municipales.

   Cuarenta años más tarde, la Bolsa de Cereales se ha convertido en una entidad referente del sector agroindustrial, brindando una amplia cantidad de servicios para sus socios y para la comunidad.