Bahía Blanca | Martes, 15 de julio

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Cuarentena dura: dudas por el impacto en la economía

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva en Casa Rosada. 

      Desde la política, el gobierno ya ha hecho saber que no le temblará la mano para endurecer las medidas para combatir una aparente segunda ola de coronavirus que estaría llegando a estas playas, como volver a la cuarentena total que rigió al comienzo de esta tragedia en marzo de 2020 o establecer “toques de queda sanitarios” en la costa atlántica y otros lugares de veraneo donde se reúnen demasiadas personas sin ningún cuidado ni medidas de prevención.

       Desde la economía, en cambio, en las últimas horas se han expresado dudas en el equipo que conduce el ministro Martín Guzmán por el negativo impacto que un nuevo cierre como consecuencia del aumento de casos generaría en la industria y el comercio, y en general en los números de la economía propiamente dichos que figuran en las proyecciones para 2021 que fueron incluidas en el Presupuesto para este ejercicio. “Para el caso de un rebrote, deberíamos insistir con la emisión, y eso no es bueno”, dijo un funcionario, al tanto de que en la ley de leyes no se previó ninguna partida sustentable para atacar otra oleada de duración incierta.

      En el primer caso, como se sabe, el presidente Alberto Fernández y más tarde el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, buscaron no dejar dudas: al gobierno no le va a temblar el pulso para endurecer la cuarentena todo lo que sea necesario si los contagios se mantienen en alrededor de 8000/9000 casos diarios. El mandatario dijo desde Mar del Plata que si la situación sanitaria derivada del Covid 19 se agrava existe el riesgo de que “todo vuelva a paralizarse”, lo que incluirá no solo la actividad turística y gastronómica sino los comercios e industrias, salvo como en el arranque de esta historia para aquellos establecimientos considerados esenciales.

     Cafiero fue todavía más allá el lunes por la noche durante sendos reportajes y dijo que el gobierno “no va a mirar las encuestas” a la hora de endurecer medidas o adoptar “decisiones antipáticas” como la de cerrar todo de nuevo. La alusión del brazo derecho de Alberto no es ociosa: en verdad el gobierno mira encuestas, y en general de los tres o cuatro muestreos que recalaron en los escritorios oficiales en las últimas horas surge que la ciudadanía en porcentajes entre el 60 y el 70 por ciento se opone a una vuelta atrás como el cierre de comercios o la prohibición de reuniones familiares o amigos como las juntadas en las playas.

     En despachos del Palacio de Hacienda, a contramano de esa mirada del ala política del gobierno, dicen que “hay que hacer números muy finitos” antes de tomar alguna decisión como la de dar marcha atrás con la apertura en comercios e industrias. Creen que sería “muy riesgoso” obligar a las empresas que ya vienen de sufrir un año angustiante como el 2020, que provocó el cierre definitivo de 27.000 pymes, a volver a bajar las persianas.

       Por la misma vía de preocupación, los funcionarios al tanto de las dudas que hoy existen en el gabinete aseguran que si la pandemia se extiende a través de una segunda ola, habría que analizar reponer ayudas extraordinarias que rigieron durante todo el año pasado como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que llegó a cubrir las necesidades de unas nueve millones de personas, o los ATP de ayuda a las empresas para que pudieran pagar parte de los sueldos a los trabajadores del sector privado.

      Nada de eso está previsto en el Presupuesto para este año, donde solo se mantiene el pago de los REPRO, en este caso una segunda fase que cubrirá el sueldo de empleados por un máximo de 9000 pesos aunque no será para todos sino para aquellas empresas que deberán reinscribirse y encontrarse en situación crítica, una definición que será evaluada por el ministerio de Desarrollo productivo a cargo de Matías Kulfas.

      “No estamos viendo por ahora otra salida, habría que reasignar o ampliar partidas vía DNU, pero lo único previsto hasta ahora es ese pago parcial del REPRO a las empresas que verdaderamente estén en riesgo”, reafirman en el equipo económico.

      Frente a esas cuitas, en el equipo de colaboradores más cercanos a Alberto reafirmaban en las últimas horas la palabra presidencial en caso de confirmarse un nuevo rebrote de la pandemia. “Si hay que endurecer lo vamos a hacer hasta donde sea necesario”.