Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Carne vacuna en pandemia: fortalezas y debilidades de un sector estratégico del país

Si bien generan expectativas la rápida recuperación de las exportaciones hacia China y el alto nivel de oferta, preocupa el alto nivel de encierre en los feedlots por la consiguiente pérdida de rentabilidad.

Producción ganadera en el sudoeste bonaerense. / Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   La pandemia está interpelando a todas las actividades y, la de generación de alimentos, específicamente de la carne vacuna, es una de ellas. Así entonces, los vaivenes no son pocos en nuestro país, aunque la situación no es dramática como en otros sectores.

   Los títulos van desde la generación de expectativas por la rápida recuperación de las exportaciones hacia China y por el alto nivel de oferta de carne, con récord de faena incluido, hasta la preocupación por el elevado nivel de encierre en los feedlots (y su consiguiente pérdida de rentabilidad) y hasta la crisis económica del país como consecuencia de la caída del PBI.

   “Transcurrida la primera mitad de este año, completamente atípico, ya podemos hacer un mini balance de la situación del sector”, dice Federico Santángelo, de la consultora Agroideas.

   “El Covid-19 irrumpió impactando de lleno en la economía mundial, reduciendo la producción, el consumo y el turismo en la mayoría de los países afectados”, agrega.

  De acuerdo con el informe Perspectivas económicas del Banco Mundial (a junio de 2020), la caída para este año en el planeta sería 5,2 %.

   “Nuestro país no es ajeno a esto. La economía se desplomó un 26,4 % interanual en el mes de abril, lo que representó la disminución de la actividad más importante en la historia, en donde todos los sectores reflejaron fuertes caídas interanuales que en algunos llegaron a superar un 86 % anual, en el caso de la construcción”, comenta Santángelo.

   Los principales analistas esperan que la caída del PBI para el corriente año se contraería entre un 12 % y 14 %, provocando una pérdida de la recaudación fiscal y el aumento del gasto público, con una alta emisión que, hasta el momento, no se ha trasladado a precios.

   Dentro de este contexto, la cadena de ganados y carnes sintió —en menor medida— el impacto del coronavirus, ya que el sector continuó trabajando, adaptándose a las nuevas modalidades de comercialización.

   “Lo que entusiasma es la recuperación de los volúmenes exportados, en este mes de mayo, fundamentalmente hacia China”, comenta el doctores Fernando Gil, también de Agroideas.

Los doctores Fernando Gil (izq.) y Federico Santángelo, de Agroideas. / Foto: Lucas Chillemi

   “Nuestros temores, planteados en nuestro Informe Sectorial de abril, en donde decíamos que si la exportación cayera sustancialmente en sus volúmenes difícilmente el mercado interno pueda absorber estos niveles de producción, pareciera no estar ocurriendo”, admite.

   China, luego de los dos primeros meses del año volvió a recuperar los volúmenes importados, aunque a precios sustancialmente menores a los pagados hacia fin de año pasado.

   “Esto le permite descomprimir la alta oferta de carne que se viene registrando en los últimos doce meses, como una consecuencia de una alta faena”, asegura.

  “Sí sorprenden los valores obtenidos a partir de los dos últimos meses en los terneros de invernada y vientres, que resulta más como reserva de valor y huida del peso, que como expectativas propias del negocio ganadero”, afirma.

“El alto nivel de ocupación de los feedlots no hace prever una suba de precios en el mediano plazo”, manifiesta Gil.

   Gil también dice que, en líneas generales, se sostuvo el precio del ganado en pie con destino a faena, con algunas mínimas diferencias según la categoría analizada.

   “Esta nueva relación de reposición/gordo cambió sustancialmente el negocio de los corrales”, indica.

   “Durante los meses de marzo y abril, cuando la ecuación económica era positiva para el engorde a corral, se llegó a una alta ocupación de los corrales. Ahora, con la nueva relación de precios los resultados cambiaron sustancialmente perdiendo rentabilidad en el engorde”, explica.

   “El alto nivel de ocupación no hace prever una suba de precios en el mediano plazo, por lo cual esta situación de rentabilidad negativa continuará en los próximos meses”, expresa el doctor Gil.

La faena

   Los investigadores insisten en mencionar la elevada faena que viene registrando el sector desde un año a la fecha.

   De los últimos doce meses, solamente el mes de marzo —por cuestiones referidas al paro agropecuario y a la aparición del coronavirus— los demás meses marcaron un récord de faena en los últimos diez años.

   En junio se faenaron 1.207.000 cabezas, un 12 % superior a la registrada en junio de 2019 y un 7,45 % a la acumulada en los primeros seis meses del año con respecto a igual período de 2019.

Faena Acumulada en el primer semestre (2020). Diseño: Agroideas

   De esta manera, la faena acumulada en los primeros seis meses del año supera en 475.000 cabezas a la ocurrida en 2019 (+7,5 %), y un 3,7 % superior a 2018, que había sido el registro más alto de los últimos años.

   “El incremento de la faena se debe, casi exclusivamente, a la mayor cantidad de machos faenados”, sostiene el doctor Santángelo.

   “Durante los primeros seis meses del año se produjo un crecimiento del 13 % en la faena de machos, en tanto que la de hembras solamente un 2 %”, añade.

   Esto implica un crecimiento genuino de la producción y una caída proporcional en hembras. En el análisis de los últimos doce meses, la faena supera en más de un millón de cabezas a los registros más altos de la última década.

   “Los altos niveles condicionan la suba de precio futura de la hacienda gorda, que debe ser absorbida por el consumo interno, condicionado por la crisis económica de nuestro país y por la exportación”, amplía.

La exportación

   Durante este mayo, las exportaciones de carne bovina se incrementaron en valores significativamente superiores en ventas al exterior con respecto al mes de abril de 2020 (+25,2 %) e, incluso, al mismo mes del año pasado (+24,1 %).

   Los embarques de cortes enfriados, congelados, y carne procesada, correspondientes a este mayo totalizaron 84.376 toneladas peso equivalente res, por un valor de aproximadamente 249 millones de dólares, representando el 32 % de la producción de carne bovina obtenida en mayo del corriente año.

   De esta manera, las exportaciones argentinas de carne vacuna correspondiente a los meses julio–junio de la última década acumuladas a lo largo de los últimos doce meses, (junio de 2019-mayo de 2020), alcanzaron las 896 mil toneladas equivalente res con hueso, por valor de 3.215 millones de dólares.

   “Estos registros de exportación del mes de mayo igualan los picos de los volúmenes exportados hacia fines del año pasado, lo cual sorprende la velocidad de recuperación del mercado chino, en donde representó el 89 % de las ventas al exterior de nuestro país”, explica Santángelo.

Volumen mensual de exportaciones argentinas y precio pagado por China (Chuck & Blade).

   Si bien es importante la recuperación del volumen exportado, es significativa la caída de precios, (-17,8 %), que sufrieron con respecto a mayo de 2019”, admite.

   Esta caída fue mayor (-20,9 %) en los cortes de mayor valor (cortes enfriados sin hueso), como consecuencia directa de la pandemia, en donde disminuyeron drásticamente los volúmenes y precios de los embarques hacia la Unión Europea, en tanto que los cortes los congelados sin hueso se ubicaron en U$S 4.400, (- 1,1 %), pero significativamente mayor con respecto a los valores pagados en octubre/noviembre de 2019.

   “Sin embargo, los valores pagados por China en los últimos días de junio y principio de julio se incrementaron, como consecuencia del repunte de precios de la carne de cerdo, que subió casi un 50 % desde mayo”, agrega —por su parte— el doctor Gil.

   Este incremento fue consecuencia de la suspensión de varias plantas frigoríficas por la aparición de coronavirus en diferentes países proveedores y por los mayores controles de ingreso de alimentos en China.

Faena correspondiente a junio-julio de la última década. Fuente: Agroideas.

   “Esto llevó, nuevamente, a que el gobierno chino liberara 20.000 toneladas de carne de cerdo congelada de las reservas estatales para intentar contener el repunte de precios”, aclara.

   China lleva vendidas, al menos, 370.000 toneladas de carne de cerdo de sus reservas en el transcurso del corriente año y 430.000, en total, tras la aparición de la peste porcina africana.

  La aparición de coronavirus en distintas industrias frigoríficas repercutió significativamente en las exportaciones de importantes jugadores en el comercio internacional. Las exportaciones de carne vacuna y de cerdo de los Estados Unidos registraron una fuerte baja en este mayo y tocaron su menor volumen mensual en diez años. Laa de carne vacuna de mayo cayeron un 33 %, frente a un año atrás a 79.280 toneladas, y en valor una caída de 34 % a 480 millones de dólares.

   Las exportaciones de cerdo, en tanto, se mantuvieron por encima del volumen registrado hace un año, pero fueron las más bajas desde octubre de 2019. Esta caída está asociada —principalmente— a las interrupciones en la faena, como consecuencia de la aparición de Covid-19 en diferentes plantas de este país.

“Los valores pagados por China en los últimos días de junio y principio de julio se incrementaron por el repunte de la carne de cerdo”, dice Santángelo.

   En contraposición, las exportaciones brasileñas de carne vacuna se incrementaron un 28 % más que hace un año, alcanzando el récord para el mes con 172.300 toneladas en junio, según datos de la Asociación Brasileña Refrigeradores (Abrafrigo).

   Los ingresos por ventas crecieron 48 % en la misma comparación, a US$ 743 millones. En el primer semestre los envíos alcanzaron 909.720 toneladas, 9 % más comparado con el mismo período de 2019, por valor de US$ 3.900 millones: un aumento del 26 % interanual.

   El principal destino continúa siendo China, con una participación del 57 % del volumen en el primer semestre: importó 365.100 toneladas con un aumento del 148 %, mientras que Hong Kong compró 154.300 toneladas, un 10,5 % menos. En el primer semestre del año 2019, la participación china total fue del 38 %.

¿Habrá suba de precios?

   —Por el alto nivel de oferta de carne (alta faena), sumado al importante encierre en los corrales que abastecerá el mercado en el mediano plazo, en concordancia con la crisis económica de nuestro país, no se visualiza una suba de precio para los próximos meses.

   —Esto traerá pérdidas en términos relativos por la inflación contra otros bienes. Con las nuevas relaciones de precios entre invernada y gordo, los números de los corrales plantean resultados negativos.

   —La situación podría llegar a agravarse en forma significativa si se provocara una devaluación de la moneda, dada la actual brecha entre el tipo de cambio oficial y los mercados electrónicos o el dólar blue.

   —Queda diluido el temor en la caída de las exportaciones para descomprimir la alta oferta de carne. China recupera los volúmenes de compra, pero a precios inferiores a los de fines del año pasado, quedando solamente el negocio para la vaca.

   —Lo bueno: existe una leve recuperación de los mercados europeos e Israel, que mejora el precio del novillo pesado potenciado por su escasez.