Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Tips para padres sobreexigidos y niños aburridos y angustiados

Las rutinas cambiaron y los más chicos de la casa lo manifiestan como pueden. Piera De Luca, estimuladora temprana, recomienda contener, abrazar e incluir a los niños en todas nuestras actividades, hasta la de lavar los platos que para ellos, puede convertirse en una gran aventura.

Fotos: Emmanuel Briane y Pablo Presti - La Nueva

Laura Gregorietti

lgregorietti@lanueva.com

 

   Sábado 27 de junio. Pasaron tres meses de confinamiento social y obligatorio y el "Manual de padres en cuarentena" sigue sin aparecer. Los días pasan a duras penas, y los recursos y la paciencia de la que presumíamos al comienzo, ya no están.

   "Lo primero que diría es que hay que mantener la calma. Los papás nos encontramos muy sobre exigidos en esta cuarentena, teniéndonos que hacer cargo de más cosas de las que estamos acostumbrados y con poca o nula ayuda. Y si a esto le sumamos todas las angustias que esta situación nos genera, la carga es muchísima", cuenta Piera De Luca, estimuladora temprana.

Piera De Luca, estimuladora

   Por ende, esta misma situación es la que viven los niños. Porque -agrega- por más que tratemos de mantener sus rutinas, ellos se dan cuenta que no son las mismas.

   "Los chicos sienten angustia por lo que no está, perciben nuestra angustia. Los que ya van al jardín detuvieron su sociabilización, el encuentro de su espacio fuera de su hogar. Todo esto provoca angustias diversas, por eso lo primero que diría es que está bien si tu hijo esta regresivo, mimoso, irritable, aburrido. Abracemos y acompañemos, abracémonos nosotros mismos también. Todo el mundo nos dice que este es un gran espacio para conectar con nuestros hijos y esto no siempre es así: el tiempo está, pero estamos todos en nuestras frecuencias, con nuestras ocupaciones, no nos abrumemos.  Estemos atentos para cuando podamos poner la misma frecuencia y aprendamos a dejar cosas de lado, la casa puede estar un poco menos linda pero valdrá más el abrazo a tu hijo.  También incluyamos a los niños en las tareas de hogar, desde mirarnos hasta colaborar", asegura.

   Si bien dice que es difícil dar ideas en concreto para hacer en casa porque podrían ser muchísimas de acuerdo a la edad y desarrollo de cada pequeño -no es lo mismo un bebé que no se sienta que uno que si lo hace-, Piera brindó algunas ideas en general para activar la imaginación y ponerse en acción.

   "Por ejemplo de 0 a 9 meses, este es el periodo que llamamos de extrogestación, el contacto piel a piel con la mamá y la formación de vínculos son lo más importante, por ello bailar con ellos, si tienen acceso a un portabebés ergonómico se pueden realizar tareas del hogar en su compañía, bañarlos, generar un espacio para darles masajes post baño, ofrecer un espacio de exploración en el piso. Otros juegos que podemos ir haciendo en una gran amplitud de edades y a su vez nos permiten variaciones según la misma pueden ser: jugar con sonidos, instrumentos musicales (que también los podemos construir en casa), juegos con masas, pintar con diferentes cosas y diferentes herramientas (manos, pies, bombillas, esponjas, etc), si tenemos la suerte de contar con una bañera podemos ofrecer: tarros y coladores, también podemos hacer espuma y pintar el agua con colorante para comida".

   Los espejos también se pueden transformar en otro espacio para el juego: explorar, bailar frente a los mismos, dibujarlos, jugar en ellos con espuma de afeitar, son otras alternativas.

   "Para los pequeños que ya deambulan podemos generar recorridos, hacer carpas con sábanas, túneles. Con los más grandecitos podemos cocinar (sentir texturas, oler condimentos), barrer, lavar los platos, porque lo que a nosotros nos aburre a ellos les parece increíble. Hacer collages, juguetes reciclados. Podemos realizar una caja de los sentidos: donde los chicos puedan meter la mano y sentir diferentes formas y texturas (los más grandes pueden jugar a adivinar). Es un momento ideal para el autodescubrimiento y que ellos intenten y aprendan a hacer cosas por ellos mismos. La lista podría seguir eternamente porque por suerte son infinitas las cosas que podemos crear y hacer".

   Juguetes imprescindibles y otros no tanto: todo depende de los intereses y gustos de cada pequeño.

   "Si lo usa aunque sea un ratito de vez en cuando no está de más, recordemos que los niños no mantienen la atención tanto tiempo. Habrá niños que tengan 4 pelotas de fútbol y las usen todo el día, y en cambio habrá otros que pasen meses sin siquiera enterarse donde está su pelota. El trabajo como papás es estar atentos a los intereses de nuestros hijos y ser facilitadores en esta exploración. Ahora si hay juguete imprescindible, yo creo que no. Es hermoso si tenemos la suerte de poder comprar un lindo juguete a nuestros hijos pero si no contamos con esa posibilidad a no sentirse mal, el tiempo junto a ellos y la empatía a su infancia es el mayor regalo".

   Según dice, todo lo que permita crear e imaginar es bienvenido y por suerte esto puede ser desde un palito, una piedra, un instrumento musical con elementos reciclados  masas, acuarelas y temperas hechas en casa, que incluso de esta manera hasta tendrá doble valor: el de la creación y el emocional.

   Estimulación: qué es y para quién

   Piera cuenta que estimular es acompañar al niño en su desarrollo siempre a través de sus vínculos afectivos.

   "La estimulación temprana no busca crear niños 'genios', pero sí acercar a los papás herramientas para que con amor y juego faciliten y acompañen el desarrollo de sus hijos. Es la magia del contacto, del vínculo de amor. Un niño feliz, satisfecho, contenido es lo que permite trabajar. Siempre respetando los tiempos evolutivos de cada pequeño individuo, sin forzar y sin facilitar mayores cosas que las que pide o necesita. Un pequeño puente para acercarnos a interpretar y entender más de cerca a nuestros chicos y desde allí, construir. Para terminar de entender mi profesión hay que pensar que somos seres que nacemos sin terminar nuestro desarrollo: no solo no tenemos ciertas habilidades sino que aún no estamos preparados para tenerlas, estos primeros años son fundantes en el desarrollo neurológico, el estimulador busca caminar junto a la familia en este increíble camino".

   Aclara que desde el ámbito privado, se trabaja con pequeños de entre 0 y 5 años. Con niños prematuros, de capacidades diferentes o con algún tipo de conflictiva en su desarrollo se trabaja de forma individual y en equipo con otros profesionales de la salud.

   "Pero también realizamos trabajo grupales, con chicos de misma edad, formando espacios de juego para pequeños que no traen ninguna conflictiva de base pero que sus papás buscan un espacio de conexión y juegos", concluyó.