Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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El documental de Michael Jordan y la jugada que inmortalizó a Juan Espil

Se estrena "The Last Dance" (“El último baile”). Para conocer qué hubo detrás del mejor basquetbolista de la historia. 

Argentina y Estados Unidos, antes del partido Portland '92. Al medio, Espil (10) junto a Jordan. Fotos: gentileza Carlos Jones. Edición video: Mauro Giovannini

Por Fernando Rodríguez / @rodriguezefe

   Llegó el día. Hoy se estrena "The Last Dance" (“El último baile”), el documental que narra la historia de Michael Jordan.

   Hoy será para Estados Unidos, por ESPN, y a partir de mañana —a las 4 AM—, en Argentina, por Netflix.

   El mismo constará de 10 capítulos y serán los lunes (mañana el 1 y 2). Los siguientes: 27 de abril (3 y 4), 4 de mayo (5 y 6), 11 (7 y 8) y 18 (9 y 10).

   El estreno se adelantó dos meses a raíz de la pandemia del coronavirus, lo cual resultó una buena noticia para los más ansiosos.

   Todo comenzó allá por septiembre de 2017, con el primer encuentro entre el director Jason Hehir y MJ.

Las primeras tomas, con Jordan como protagonista.

 

   La forma de romper el hielo, de acuerdo con lo que publicó The Athletic, fue con una simple pregunta de Hehir a Jordan:

   —¿Por qué querés hacer esto?

   —Es que no quiero.

   —¿Por qué no?

   —Porque cuando la gente lo vea no estoy seguro de que sean capaces de entender por qué yo era tan intenso, por qué hice las cosas que hice, por qué actué de esa manera, por qué dije las cosas que dije, etc..

   Con esta confesión de Jordan ya dan ganas de que empiece.

   Contendrá imágenes inéditas y estará focalizado, básicamente, en el sexto y último anillo conseguido por MJ en la NBA, con Chicago Bulls, durante la temporada 1997-98.

Los privilegiados de acá

   Entre los muchos que soñaron alguna vez compartir cancha con Jordan, hubo un puñado de bahienses o hijos adoptivos de la ciudad a quienes se les hizo realidad.

   Por caso, el primero fue Jorge Faggiano, quien lo enfrentó en el Panamericano de Caracas, en 1983, cuando aún era universitario pero ya se destacaba en North Carolina.

Jordan, con la 5, en Caracas 1983.

 

   Estados Unidos ganó ese partido -el 25 de agosto-, por 88 a 68 y el puntaltense metió 4 puntos.

El día que no fue para el 20

   El último en estar en una cancha con MJ fue Emanuel Ginóbili, aunque se quedó con ganas de jugarle.

 
Manu, Sepo y Leandro crecieron con la figura de MJ en la habitación que compartían.

 Es que el 31 de diciembre de 2002, cuando los Spurs enfrentaron a Washington Wizards, Manu jugó 5 segundos, cerrando el primer tiempo, y casi ni se cruzó con MJ, en la derrota 105 a 103.

"Defendí al póster de mi habitación"

   Previamente, en un partido de pretemporada entre Detroit (86) y Washington (66), Pepe Sánchez jugó 3 minutos, el 23 de octubre de 2002, sumando 0-1 en dobles, un rebote defensivo, una asistencia y una pérdida. Pero hubo algo que no apareció en planilla.

Pepe lo tuvo cara a cara a MJ.

   “Lo defendí a Jordan; por suerte no me atacó, pero fue muy loco. Estaba defendiendo al póster de mi habitación”, definió PP.

   Acaso todas estas experiencias individuales quedaron internalizadas en los propios protagonistas, aunque lejos de ser recordadas por el resto, como sí sucedió con aquel partido del 1 de julio de 1992.

   Fue durante el Preolímpico de Portland, recordado porque por primera vez permitieron incluir jugadores NBA en el mundo FIBA.

   Argentina le ganó en el debut a Panamá, 94 a 76; cedió ante Canadá, 87 a 80; en la tercera presentación derrotó a Cuba 73 a 71 y llegó el momento de cruzar nada menos que con el Dream Team.

   “El primer partido que jugaron fue con Cuba y lo fuimos a ver, porque era algo histórico. Ya cuando nos tocó a nosotros fuimos preparados, con la cámara de fotos; la verdad que era un sueño compartir cancha con esos tipos que veíamos solo por tele. Es más, por ahí metían un triple y aplaudíamos, no entendían nada”, contó Juan Espil, quien, definitivamente, se llevaría de ese juego “la foto” de su carrera.

   Para los estadounidenses fueron unas vacaciones, en las que debían presentarse a jugar un partido por día.

   “Nos contaron que Jordan -recordó Juan-, la tarde del partido había hecho 18 hoyos jugando al golf y después fue a jugar; no se puede creer, je, je, je”.

   El nivel de jugadores de los estadounidenses se resume en la síntesis de aquel partido disputado en el Memorial Coliseum, donde el local tenía todas estrellas de la NBA y un universitario (Christian Laettner).

   Estados Unidos (128): Chris Mullin (18), Magic Johnson (9), Michael Jordan (24), David Robinson (14), Karl Malone (6), fi; Patrick Ewing (15), Charles Barkley (23), Christian Laettner (9) y Scottie Pippen (10). DT: Chuck Daly.

   Argentina (87): Marcelo Milanesio (6), Juan Espil (9), Esteban Pérez (8), Orlando F. Tourn (2), Hernán Montenegro (12), fi; Héctor Campana (19), Sebastián Uranga (4), Diego Osella (3), Esteban De la Fuente (3), Luis Villar (18), Miguel Cortijo (3) y Rubén A. Scolari. DT: Walter Garrone.

   Primer tiempo: Estados Unidos 68, Argentina 37.

   Arbitros: Roger Caulfield y Stefano Cazzaro.

 

Ese partido

   Detrás de estos números fríos, donde no se reflejan, por ejemplo, dos tapas excepcionales de Hernán a Barkley y Laettner, quedó un partido en la memoria de todos y la imagen de Espil anotando una bandeja ante la defensa del mismísimo Jordan.

   “La jugada fue sensacional”, dice Juan, casi 28 años después, desde Monte Hermoso, donde está radicado.

   Y la describe: "arrancó de mitad de cancha y me venía midiendo, entonces pensé: ni en pedo la tiro; hice los dos pasos mucho antes y la pelota le pasó a un metro; cuando saltó casi se choca el aro”, detalló.

   “Me quedó grabado –agregó- el ‘uhhh’ de la gente cuando iba para el aro”.

   Después del partido Magic Johnson lo felicitó por esa jugada, aunque lejos estaba de imaginarse Juan que la misma quedaría inmortalizada.

   “Por lo que hizo Jordan después y lo que significa en la historia, para mí es la foto de mi carrera”, reconoció.

Fue un flash

   El fotógrafo que estuvo en el momento justo y en el lugar indicado fue Carlos Jones, quien cubrió el torneo para la desaparecida revista “Encestando”, histórica publicación nacional con raíces bahienses.

  —¿Recordás qué máquina tenías?

   —Si, por supuesto. Una Nikon FM2; un fierro, literal. Mecánica y todo manual. Sin autofoco, que recién estaba apareciendo. Fotógrafos amigos y mayores que yo me habían aconsejado que comprara máquinas manuales y mecánicas, con poca electrónica ”porque eso no va a andar”, je.

Carlos Jones y el detalle de esa foto de Espil con Jordan.

 

   —¿Cuando la sacaste sabías que habías agarrado una buena foto?

   —Me parecía que había agarrado algo bueno; tenés como una sensación de que la pescaste. Pero, claro, había que esperar a revelar y muchas veces la desilusión era grande... Cuando vi que Juan se escapó solo, me imaginé que por ahí daba una linda foto, pero al ver que del otro lado se venía nada menos que Jordan, agazapado y en velocidad para taparlo, la posibilidad de una tapa espectacular era lo más probable. Y  justo estaba debajo de ese aro. Pero Juan la tiró tan alto, que la pelota casi se me sale de cuadro. Por suerte entró y la foto quedó muy buena.

La pelota viaja el cesto y Espil evita el contacto con Jordan. Esteban Pérez y Mullin completan la escena.

 

   —¿Cuánto tiempo tardaste en revelar y descubrir el fotón que tenías?

   —Y... En esa época había que tener paciencia. Revelaba los rollos y hacía algunas copias 10x15. Por lo menos me quedé tranquilo que la había agarrado. Pensá que iba como enviado de una revista local, que si bien tenía su prestigio, los recursos eran muy limitados. Costaba muchísimo enviar a alguien, pero ahí estaba. Con un lugar asignado en la cancha. Un cartelito pegado en el parquet decía Revista Encestando, ya eso emocionaba. ¡Al lado tenía a Sport Illustrated y del otro lado al New York Time! Recién cuando volví y seleccionamos fotos para hacer una muestra, hicimos las ampliaciones, con un amigo, Horacio Tolza. Y esa quedó como una de las más importantes, claro.

   —¿Te habías posicionado ahí por elección o por decisión de la organización?

   —El lugar en el estadio lo asignaba la organización y cuando jugaba el Dream Team no siempre tenía lugar, salvo cuando enfrentó a la Argentina. Y no me podía cambiar ni moverme de ahí.

   —¿Fue tu mejor foto deportiva?

   —No sé si la mejor, pero sin dudas está entre las mejores. Por el lugar, el torneo tan especial y por los protagonistas. Y como satisfacción personal, ya que según Juan, es la foto de su carrera. Nada menos, ¿no?