Bahía Blanca | Viernes, 11 de julio

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“Fue un compañero el que me pidió ir para atrás, no Olimpo, que eso quede claro”

Silvio Carrario contó, 14 años después, que un integrante de aquel plantel aurinegro que ascendió a Primera en la temporada 2006-2007, le solicitó “tirar el equipo abajo”, “empezar a perder para que echen al técnico Leonardo Carol Madelón”. “Me negué rotundamente”, contestó el “Tweety”.

Fotos: Archivo-La Nueva.

Por Sergio Daniel Peyssé / [email protected]

   El celular, cargándose en la mesita de luz de mi dormitorio, sonó a las 7.40.

   Más dormido que despierto, pensé: “¿me llamaron?. No, me debe haber parecido”.

   Pero no. A las 8.30 volví a escuchar ese ringtone que a esa hora, un sábado, llegás a odiar tanto como el aviso semanal de la alarma.

   Miré de reojo: ¡Silvio Carrario!

   Si, el “Tweety” estaba ansioso para aclarar lo que, para él, había sido mal interpretado por algunos medios periodísticos bahienses.

   Se refería a sus declaraciones en el programa radial “Ataque Futbolero”, que se transmite por una FM porteña, donde admitió que “en Olimpo me pidieron ir para atrás para echar a Madelón, pero me negué a muerte”.

   “Es cierto, en Olimpo me pidieron ir para atrás, pero no fue Jorge Ledo (presidente en ese entonces), ni los demás dirigentes, ni el cuerpo técnico… Fue un compañero que me invitó a tomar un café para pedirme que el equipo afloje, que tenía que empezar a perder para que se vaya el entrenador. Ahí nomás le dije que estaba loco, me levanté y les fui a avisar a todos lo que había acontencido”, contó el centrodelantero cordobés 14 años después.

   Carrario, quien defendió los colores olimpienses en dos temporadas (2002-2003, en Primera, y 2006-2007, en la B Nacional), indicó que ese hecho al que hace mención ocurrió a fines de 2006, cuando estaba por terminar el Apertura, torneo que finalmente Olimpo ganó de la mano de quien era su DT: Leonardo Carol Madelón.

    Después, el aurinegro también se adjudicó el Clausura y ascendió de manera automática a Primera división, pero esa es una cuestión que en este momento no viene al caso.

    “Lo dije ahora porque me lo preguntaron, pero en ese entonces, en Bahía, todos sabían lo que había pasado (directivos, cuerpo técnico y jugadores), más allá de que no se haya dado a conocer públicamente”, largó el 9, máximo asistidor del conjunto bahiense en el ciclo de Julio Falcioni como orientador y artífice del ascenso con Madelón a la cabeza.

   “Me acuerdo que internamente se armó un revuelo bárbaro. Ese compañero, al que no quiero nombrar pero todos saben quién es, estaba `entongado’ con su representante, quería hacer campaña para que venga otro técnico y pueda atajar él”, disparó, de frente como siempre, el ex Boca, Chacarita, Talleres, Argentinos y varios equipos más.

   --Te puedo asegurar que algunos hinchas de Olimpo que están leyendo esta nota no saben o no se dan cuenta a quien te estás refiriendo.

  --No es tan difícil adivinar. Jugó apenas unos partidos, era horrible debajo de los tres palos y siempre fue el suplente de la “Anguila” Marcos Gutiérrez en aquella campaña estupenda del ascenso.

    “La situación te genera gracia, porque intentar sacar a Madelón en aquel momento, con lo bien que jugaba y los puntos que sumaba ese equipo, es como que los hinchas de River pretendan echar a Gallardo en este momento. Fue sobre fines de 2006, cuando quedaba poco para que finalice el Apertura. Era una locura ir para atrás, tirar el equipo abajo cuando estábamos tan cerca de conseguir el primer objetivo para acercarnos a la puerta del ascenso”

   --Me acuerdo que después de ese ascenso, Ledo te pidió que sigas en el club, pero le dijiste que no, ¿por qué?

   --Fui el primero en sentarme a negociar con Jorge, pero le aclaré que si ese jugador continuaba en el plantel, yo me iba; no podía compartir vestuario con un tipo que te podía vender los partidos en cualquier momento.

    “Ledo me pidió que me tranquilizara, que todo iba a estar bien, que me daba todas las garantías y que no iba a suceder nada de lo que yo estaba pensando. Pero no, pese a que tenía ganas de continuar, mi corazón y mi consciencia me decían que no”.  

  “El pedido de ir para atrás también tenía relación con los negocios que ese representante hacía con el club, porque la mayor cantidad de jugadores que llegaban a Olimpo pertenecían a ese empresario”, deslizó Silvio René antes de pensar en voz alta…

    “Recuerdo todo perfectamente, cuando salí de la confitería que estaba (y sigue estando) en Chiclana y O’Higgins para llamar y contarle a Laspada (máximo referente de aquella plantilla), a Ledo y a Madelón, en ese orden. Les dije que si alguien se `vendía’, si iba a menos, me iba de Olimpo porque no quería quedar pegado con una estupidez de un tipo que estaba en el ambiente del fútbol solo para hacer daño”.

Aún sigue pendiente

  --¿Por qué, después de lo que pasó, ni Ledo ni el cuerpo técnico lo separaron del plantel?

   --Siempre me hice la misma pregunta. Seguramente, como su representante era la punta de lanza del presidente, lo perdonaron; no sé, es algo que no  te puedo contestar. El club y Ledo no tuvieron nada que ver en el accionar de este arquero, pero que pasó, pasó….

   “Ledo me agradeció por haber dado la cara, me dijo que me iba a defender, pero yo no podía seguir compartiendo equipo con un compañero que era lo más parecido a un mono con navaja. ¿Y si para el equipo que se pensaba armar para competir en Primera división venían futbolistas con las mismas características que ese arquero?. No, lo mejor fue hiuir”.

   “Me llamó la atención que no lo hayan separado del plantel, aunque le salió el tiro por la culata. Hizo looby para atajar en Primera al año siguiente y le trajeron al `Mono’ Navarro Montoya. ¿Te acordás? El técnico era Rivarola, ¡mamita!”.

   --¿Cómo reaccionaron tus compañeros cuando les planteaste la situación?

   --Lo querían cagar a trompadas. Algunos no lo sabían, pero la mayoría no se sorprendió porque todos sabían la clase de persona que era ese arquero, que después fue a jugar a Chile e hizo exactamente lo mismo.

   --¿Qué es de la vida de ese arquero?

   --No sé. Por las dudas el teléfono no lo tengo…(risas). Una persona muy despreciable.

   --No te podés reprochar nada, te la jugaste por Olimpo…

   --Jamás hablé mal de Olimpo y en el momento que denuncié a un compañero, aún yendo contra ciertos intereses económicos y futbolísticos del seno dirigencial, sentí que era lo que tenía que hacer. En Olimpo me porté bien, cumplí, y no quería que caguen a un tipo noble y tan buen entrenador como Madelón. En su momento, Ledo prefirió que siga ese arquero y no yo, y fue la única vez que sentí que no me habían respetado ni valorado.

   “Tras esa campaña del ascenso, Madelón me ofreció ser parte de su cuerpo técnico. Al otro año fui a Aldosivi, jugué una temporada, hice lo que pude porque el físico no me daba para más, y me retiré”.

    --Para atrás no fuiste nunca, ¿y para adelante, es decir incentivación?

   --Varias veces, pero no en Olimpo, donde ganábamos bien con los suculentos premios que ofrecía Ledo… (risas). Bahía no estaba sucia por situaciones raras, vivías bien, no tenías grandes gastos, podías ahorrar y en el club estabas al día con los sueldos.

   --¿Nunca más viniste a Bahía?

   --No hace mucho anduve paseando, me ofrecí a trabajar en el club, pero nunca me dieron bola. Fueron dos veces, cuando estaba Dagna y también con la CD que lideró Altieri”, cerró el “Tweety”, quien cumple con el aislamiento social, preventivo y obligatorio en Bell Ville, su ciudad natal, esperando alguna posibilidad laboral como DT.