Bahía Blanca | Jueves, 02 de mayo

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Obra en construcción: iniciaron una pericia clave por una muerte

La Asesoría Pericial bahiense comenzó un estudio técnico de la causa que se inició por el deceso de Mónica Haring.

   Peritos de distintas ramas que responden a la Asesoría Pericial de Bahía Blanca iniciaron el viernes un estudio técnico del hecho que generó la muerte de Mónica Haring, de 58 años, por la caída de una viga de madera de una obra en construción ubicada en la zona céntrica.

   La pericia fue ordenada por el fiscal Cristian Aguilar, titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 1 y especializado en la temática, quien planteó una serie de interrogantes que serán respondidos por los especialistas, con el fin de deslindar responsabildidades y avanzar con la investigación.

   Haring sufrió el incidente el 6 de noviembre pasado, cuando caminaba por Gorriti al 100 y al pasar por adelante de un edificio en construcción cayó sobre su cabeza una madera de importantes dimensiones.

   La mujer quedó tendida al lado de un contenedor, hasta que transeúntes avisaron al servicio de emergencias 911 y una ambulancia la trasladó de urgencia al Hospital Municipal.

   Luego de 20 días de agonía, y tras ser sometida a distintas intervenciones quirúrgicas, falleció por las heridas que le había provocado el fuerte traumatismo de cráneo.

Qué busca

   Con el estudio técnico, el fiscal Aguilar procura determinar quién o quiénes serían responsables de que esta situación se haya registrado, teniendo en cuenta que derivó nada menos que en el fallecimiento de una persona.

   Es decir que, almenos, hubo conductas de imprudencia o negligencia.

   Los peritos, en principio, no irán al lugar del hecho sino que analizarán de manera minuciosa todo lo actuado hasta el momento en el expediente judicial, esto es fotografías, planos y las declaraciones testimoniales.

   En este último punto es importante, a modo de agravante, lo que declaró una persona en diciembre.

   Dijo el testigo que puede asegurar que de esa misma obra ya habían caído otros elementos contundentes.

   Por otra parte, otros tres declarantes aportaron datos de interés sobre el hecho principal, ya que se encontraba en la zona o llegaron inmediatamente después del hecho.

   El lamentable caso de Haring volvió a poner en agenda un debate siempre latente, sobre las condiciones de seguridad de las obras de construcción y el control que ejerce el Estado en ese sentido.

Medidas insuficientes

   Las medidas existentes, según los especialistas, son cuanto menos insuficientes para anticipar o prevenir situaciones concretas.

   “La reglamentación para la seguridad en los edificios en altura son insuficientes en una ciudad donde el viento es frecuente”, había reconocido tiempo atrás, en una nota publicada por La Nueva., el ingeniero Horacio Fioritti, especialista en seguridad.

   Fioritti señaló como “indispensable” modificar o ampliar la normativa para hacerla acorde al clima.

   Basta con hacer una recorrida para advertir que en muchos casos existen artículos de construcción sueltos que, en altura, pueden ser muy peligrosos, como ladrillos, herramientas, cascos, baldes, tambores, hierros y chapas, entre muchos otros.

   Las maderas, como en este caso, abudan en la etapa de ejecución de la estructura de hormigón, cuando se procede al encofrado y desencofrado.

El antecedente de 2013

 

Madera. A fines de agosto de 2013, Rubén Lindner, de 50 años, circulaba en bicicleta por San Martín y Brandsen y una madera que se desprendió de un edificio -en ese momento en construcción- golpeó en su cabeza.

Zafó. Tras pasar varios días internados, el hombre continuó su recuperación en la casa. "No recuerdo lo que me pasó, lo sé porque me lo contaron, pero no me acuerdo", admitió.

Qué hace. Lindner había dicho que ese día, como todos, "iba a comprar golosinas y artículos escolares para vender".