Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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“Nos dejaron tirados”, denunció el montehermoseño que iba en el ferry en el que viajaba un caso positivo

Al bajar de la embarcación de Buquebus que llegó desde Uruguay a Buenos Aires lo trasladaron al Hotel Presidente para hacer la cuarentena junto con un tío. Dice que nadie les brinda información y que muchas familias se fueron a sus casas.

  El montehermoseño Diego Martínez, dueño de una estación de servicio en el balneario, está en cuarentena en una habitación del Hotel Presidente en Buenos Aires desde el  viernes 20. 

   Lo llevaron allí 12 horas después de que bajara del ferri de Buquebus que llegó desde Colonia trayendo a bordo a un pasajero infectado con COVID 19. El joven afectado estaba a unos asientos de distancia y estuvo mezclado con todos los pasajeros. Se había ido sin el alta médica del Hospital de Clínicas de Montevideo, y sin esperar los resultados.

   Martínez, quien regresaba de un viaje a Australia y a EE.UU con su tío, Claudio Dambolena, está desesperado y sin información sobre la situación de ambos.

   “Nos dejaron tirados acá. Estamos en una habitación de tres por cuatro, sin información por parte del Gobierno de la ciudad. Sabemos que otras familias que iban en el ferry se fueron a sus casas. Solos queremos información”, dijo.

   Comentó que el personal del hotel les golpea la puerta y les deja la comida y que luego deben dejar la bandeja en el piso del pasillo para que pasen a recolectarla.

   “Hace cinco días que no nos limpian la habitación, no tenemos higiene y hasta nos cortaron el aire acondicionado un día de 35 grados. Gente de epidemiología quedó en informarnos pero no pasó”, comentó.

   “Estamos como ratones de laboratorio. Pasan a tomarnos la fiebre una vez por día” contó.

   Martínez, de 41 años, y su tío, de 58, estaban en EE.UU. (antes habían ido una semana a Alaska) cuando el gobierno argentino informó la cancelación de vuelos de otras empresas que no fueran Aerolíneas Argentinas.

   Lograron conseguir un vuelo a Uruguay (con escala en Brasil) y de allí tomaron el ferri. 

   “Al bajar del ferri en Puerto Madero nos tuvieron 12 horas hacinados, sin agua ni comida en la estación , en donde había muchísima gente de edad. La gente empezó a pelearse, fue terrible. Luego nos enviaron al Hotel Presidente”, contó.

   “En EE.UU. estaba muy mal la cosa, nos echaban de todos lados, no podíamos ni bajar a desayunar, el trato se había puesto muy hostil”, señaló.