Son bahienses y se organizan para luchar como caballeros medievales
Las peleas se realizan con armaduras y cascos de acero y también espadas y hachas.
Sergio Prieta / [email protected]
Gabriel está vestido como un caballeros del medioevo, lleva un casco y una armadura. Empuña una espada en la mano derecha y un escudo en la izquierda y mira fijo a su rival. En algunos segundos enfrentará a otro caballero “bahiense” en una lucha en la que vale casi todo.
El deporte de recrear combates medievales nació en Europa del Este en los años 90 y pese a que no tiene nada que ver con la cultura argentina se instaló como una práctica que ya tiene 24 clubes en todo el país.
Y Bahía no es la excepción porque en nuestra cuidad un grupo de amigos formó el club que se llama “Guardia Blanca” y se juntan a luchar y entrenar tres veces por semana.
Es considerado uno de los deportes de contacto más “jóvenes” y las peleas pueden ser de uno contra uno, 3 contra 3, 5 contra 5, 21 contra 21, 30 contra 30 y este año se incorporó una categoría que simula una batalla masiva: 150 contra 150.
“Cuando vivía en Italia presencié estas luchas en un castillo y como siempre me gustó todo eso me propuse armar un club en Bahía”, contó Gabriel. Sin embargo hubo demoras, ya que en nuestro país la actividad no era muy conocida.
Con el paso del tiempo y la formación de otros clubes lograron conseguir que una chica marplatense viniera a enseñarles, aunque recién tomaron visibilidad en otro evento medieval llamado Última Alianza.
“Llevamos nuestros materiales y uno de los presentes nos lo pidió para simular una lucha con un amigo. Lo cierto es que se generó una fila bastante larga de gente interesada en probar y desde ese entonces llegaron nuevos integrantes”, afirmó Gabriel Tardini.
Tras consultar en varias instituciones y sociedades de fomento en busca de un lugar, el Club Pueyrredón les cedió un espacio y pudieron abrir las puertas al público. Además se pusieron en campaña para conseguir armaduras, ya que se fabrican de acero o titanio.
“Son bastante caras y llegan a pesar 30 kilos. Lo bueno es que se fabrican en Argentina. La tela y todos los materiales de producción deben parecerse a las que se usaban en la época que cada caballero elige”, contó Leandro Belleggia
Por el momento la mayoría de luchas y prácticas se realizan con un equipo de goma espuma que simula un bastón o arma de mano y cascos similares a los de boxeo que sirven para que no haya riesgos a sufrir golpes.
Pese a que las espadas son de acero y suelen llegar a pesar más de 2 kilos la seguridad es una de las cuestiones más importantes. “Las armas no tienen filo ni punta y si bien el impacto se siente, las protecciones funcionan muy bien”, explicaron.
También hay diferentes modalidades de peleas. El vale todo permite patadas, empujones y hasta golpes con el escudo protector, aunque en todos los casos las reglas son claras: hombre que cae al piso no puede ser atacado.
“La preparación física es fundamental para aguantar las batallas. Entrenamos bastante fuerte para sentirnos bien durante las peleas, ya que el peso de los trajes sumado a las armas genera un desgaste físico muy importante”, explica Gabriel.
“Todo está regulado por la organización internacional que baja los lineamientos e impone las reglas. De nuestra parte tenemos que agradecer a los clubes de Tandil y Mar del Plata que se llaman Centinelas de las Sierras y Dragones Atlánticos respectivamente.