Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

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Laschiaza cumple su sueño en Inglaterra, mientras lo espera un gran desafío en Bahía

El ex El Nacional se encuentra jugando y dirigiendo en Oxton Hockey Club de Liverpool, Inglaterra. Aunque ya tiene planes importantes en su regreso a la ciudad. “Aspiro a dirigir como entrenador en el nivel más alto que pueda”, admitió Pablo.

En acción: Pablo Laschiaza volvió a las canchas luego de 9 meses y disfruta de su sueño cumplido.

   Con algo de incertidumbre, pero con la certeza de poder concretar un viejo anhelo, el bahiense Pablo Laschiaza armó las valijas y llevó su pasión por el hockey desde su querido El Nacional a Europa; más precisamente a Liverpool, Inglaterra.

   “Hace un par de años estuve en Brasil y me había quedado el sueño de jugar en Europa. Se dio en un momento raro, porque me operé la rodilla en enero de 2019 y no esperaba que saliera en esta temporada”, contó Pablo (28 años) desde Oxton Village, su lugar de residencia desde que se mudó a Liverpool a la casa de una familia del Oxton Hockey Club, donde juega y entrena.

   “El nivel está tremendo. Son 12 equipos y asciende uno sólo, es muy difícil. Nosotros vamos segundos (a siete puntos del líder), lo cual es muy bueno, pero así y todo es muy complicado. Está buenísimo y es un desafío nuevo para mí como jugador, porque en Bahía la competencia del día a día es floja en cuanto a exigencia física y mental. Y el nivel no es tan bueno tampoco, porque no tenemos tantos equipos. En cambio acá, cada sábado tenés un partidos importantes y no te podes relajar", comparó el ex capitán del Seleccionado Bahiense.

   Más allá de esas diferencias, Laschiaza creé que, así y todo, el nivel de la competición local no desentonaría con el inglés.

   "El Nacional o Universitario en sus mejores épocas  podrían jugar y competir tranquilamente acá. El nivel no es una locura, es muy bueno pero la principal diferencia es que es constante. Pero no es tan lejano al de Bahía", comparó Laschiaza, quien antes de viajar también dirigía en el celeste y estaba a cargo del Seleccionado de la Asociación Bahiense de Hockey Sub 18, aunque no llegó a dirigirlo en el Campeonato Argentino ya que debió viajar al Viejo Continente.

   “Estoy dirigiendo bastantes cosas, que en realidad es mi objetivo principal. Me encanta jugar al hockey, soy fanático, pero hace unos años descubrí que mi verdadera pasión y lo que quiero para mi futuro es ser entrenador, por eso dejé de lado el periodismo. Esa es mi vocación, sé que soy bueno,  me gusta, sé que soy capaz y la verdad que lo disfruto muchísimo. Y acá tengo la posibilidad de dirigir un montón de cosas, así que, desde ese aspecto, también es riquísima la experiencia y estoy aprendiendo mucho”, reconoció.

   Si bien admite que la adaptación en los primeros meses no fue fácil, el poder volver a jugar luego de la lesión fue clave.

   "Me costó adaptarme, los primeros dos meses fueron complicado. La verdad es que el clima es muy crudo, te mentiría si te digo que es todo perfecto. Ademas, Venía con la incertidumbre de la rodilla, saber como iba a estar de nivel y por suerte salió todo bien. Eso me ayudó un poco a liberar tensiones" señaló.

   Pero pese a eso, las costumbres y los afectos siempre se extrañan.

   "Acá llueve el 90% de los días y para trabajar afuera eso es jodido. De hecho tuve ofertas para quedarme a trabajar en una escuela, pero decidí que no porque creo que mi futuro va para otro lado, quiero seguir haciendo experiencia como entrenador y no tengo ganas de establecerme en un lugar", reconoció Pablo.

   "Y si me establezco en un lugar -señaló- creo que no es acá. La gente es muy buena onda pero muy estructurada, y eso a mí me descoloca un poco. Me refiero a que todo es un plan, no son para nada espontáneos. Toda la gente del club me trata re bien, me dan todo lo que necesito y los pibes del club son muy buena onda, pero no se juntan mucho, no salen a comer, entonces es como que desde ese aspecto me está costando bastante. Extraño mucho a mi familia y mis amigos", redondeó.

Un futuro desafiante

   Si bien sus próximos pasos son algo inciertos, a Pablo lo espera el desafío más importante en su corta carrera como DT, una vez que regrese a Bahía en abril.

   "Cuando vuelva voy a dirigir a la Primera de Sportiva (NdR: vigente campeón local), que es un desafío enorme para mí; algo que no me esperaba. Vine acá sin pensar que en 2020 iba a dirigir en Bahía, por una cuestión de que vuelvo con el año ya empezado. Y recibí un montonazo de ofertas. Eso me re sorprendió y me dio un montón de confianza", admitió.

   "Me cuesta confiar en mí, capaz sea porque soy joven para el puesto y es difícil poner los pies sobre la tierra y darse cuenta donde uno está. Pero esos llamados me dieron un montón de confianza y más ganas de ir por lo que quiero: dirigir al nivel más alto que pueda. Veré si es Australia, Europa, Sportiva o Buenos Aires, no lo sé. Por ahora estoy tranquilo sin tener muchas planes", cerró Pablo, quien seguirá su camino por donde lo lleve su pasión por el hockey.