Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Conociendo un poco más a Laura Cors, la DT que regresa a Bahía para seguir haciendo historia

Integrará el staff de entrenadores de Bahía Basket. Tres personas allegadas cuentan quién es y por qué no para de romper barreras. "Es una gran profesional", coinciden.

Fotos: Peñarol y archivo-La Nueva.

Por Mauro Giovannini / mgiovannini@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa)

 

   La pandemia trajo consigo muchos problemas, pero sobre todo incertidumbre.

   En ese mar de dudas, Bahía Basket emerge al tener el horizonte más claro que el resto y —según destacan en el ambiente— otra vez dio en la tecla: sumó a su staff de entrenadores a Laura Cors.

   “Ella es dos años más grande que yo, pero desde 1982 nos empezamos a enfrentar: yo era un poco la abanderada de Estudiantes y ella era la que más sobresalía en San Lorenzo”, relató a manera de introducción Viviana Albizu, sinónimo de básquet femenino en nuestra ciudad.

   La discontinuidad de los torneos oficiales alejó a Cors de Bahía Blanca, todavía siendo jugadora.

   “Ella ya jugaba en Primera cuando se desarmó todo acá, así que se fue a Mar del Plata. Allá, la competencia femenina era muy fuerte y hasta contrataban jugadoras”, añadió Albizu.

   Tras un breve paso por El Nacional —allí también jugó al sóftbol—, llegó a Quilmes.

   “A Laura la tuve como jugadora, la entrené cuando la llamaron de la selección argentina. Prácticamente era uno más, porque para mí, el básquetbol es uno solo y ella venía a entrenar con los varones, conmigo, estando en Kimberley”, relató Osvaldo Echevarría, emblema de Peñarol, formador y reclutador, entre otros, de Facundo Campazzo.

   Laura también jugó en el milrayitas, hasta que un día…

   “Le dije que necesitaba gente para formar abajo (sic). Yo había armado una escuela de entrenadores a nivel local —recordó— y le pregunté si quería formarse como tal”.

   —¿Le vio algo en especial?

   —Mucha pasión. Siempre fue observadora de todos los detalles que yo le iba tirando como jugadora, los sabía administrar muy bien y, aparte de eso, lo sabía desarrollar muy bien. Vi que tenía condiciones como para que iniciara como entrenadora. Como profesional es excelente y como persona, ni hablar. Además, tiene mucha conducta para manejarse con la gente y para evolucionar en diferentes niveles. La tiene clara y sabe lo que quiere. Es responsable, le gusta trabajar y es muy estudiosa, porque para la formación tenés que estar actualizado.

   —¿Cómo puede trasladar todo eso a un equipo masculino de Liga?

   —La técnica individual y el fundamento es permanente y para toda época del año. Nunca podés dejar de entrenarlo. Todo eso, Laura lo puede tirar a la Liga Nacional. Y después, el cambio de ideas. Ella dirigió a nivel internacional. El buen entrenador puede hacer muchas cosas y ella está preparada.

Viviana Albizu, Osvaldo Echevarría y Hernán Amaya

   La historia de Cors dio otro salto en 1996, cuando arribó a Lanús. Allí jugó hasta los 36 años y dirigió hasta el llamado de Pepe Sánchez.

   “Empecé a trabajar en la CABB en 2008, pero en 2011 quedé a cargo de las categorías menores femeninas. Yo venía viendo que todos los equipos nacionales tenían, por lo menos, cuatro o cinco chicas que jugaban en Lanús, formadas por Laura. Entonces, cuando tuve la posibilidad de que me consulten para tomar decisiones, dije que había que contactarla. El producto de su trabajo nos daba jerarquía en la selecciones”, afirmó el entrenador Hernán Amaya.

   Sus títulos en el Granate, sumado a la formación de innumerable cantidad de jugadoras, le abrieron las puertas de la selección argentina; esta vez, como DT.

   —¿Cómo fue el primer contacto?

   —Me junté por primera vez a charlar con ella en marzo de 2011, en un bar que está en Córdoba y Scalabrini Ortiz. La invité a trabajar conmigo y me dijo que sí al instante. Recuerdo que no dudó y que el ‘sí’ me descolocó un poco, tenía armado mi discurso para convencerla pero le terminé diciendo ‘bueno, arrancamos el lunes’ (risas).

   —¿Cómo viviste los años que trabajaron juntos?

   —Muy tranquilos porque es una persona con responsabilidad. Fuimos creciendo juntos y hoy Lauri es una referente muy importante, no solo por el hecho de que es la primera mujer en varias cosas, sino por su capacidad. Está a la altura de cualquier entrenador, tiene una capacidad muy grande, de mucho estudio, de mucha presencia delante de los equipos y tiene una mirada muy humana. A mí, trabajar con ella me humanizó muchísimo. Es una hermana para mí.

   Cors no solo trabajará en Bahía Basket, sino que también lo hará en la Asociación Bahiense de Básquetbol, institución que se encuentra elaborando un programa de desarrollo de la rama femenina en la región.

Los elogios fluyen

   “Los equipos de Laura estilan a jugar libre, con conceptos. Y vos cuando trabajás así tenés que saber muy bien los fundamentos. Laura en eso da cátedra. Le va a venir muy bien a Pepe (Sánchez), va a descubrir a alguien que lo ayudará mucho. Creo que Laura encontró la horma de su zapato”, sostuvo Albizu.

   “Bahía Basket está haciendo un buen trabajo. Me gusta mucho su proyecto y creo que llevaron a una persona importante para desarrollarlo. Le deseo lo mejor porque es una gran persona y una gran profesional. Lo mejor está por venir”, disparó Echevarría.

   “Laura tiene tres grandes virtudes: la primera es que es extremadamente trabajadora, no tiene horarios y si tiene que estar 24 horas, literal, se queda. La otra es que tiene un gran marco teórico para la enseñanza; antes de hablar de básquet es una gran docente, porque no enseña cualquiera y ella tiene una pedagogía y una didáctica muy buena. Y la tercera es su especialización en fundamentos, es detallista y tiene muy aceitada las metodologías de enseñanza; es de las mejores del país”, completó Amaya.