El presidente de la Suprema Corte de Justicia, con los tapones de punta
Eduardo de Lázzari consideró que el Poder Judicial perdió el rol de poder del Estado. "No puede ser la cenicienta", dijo.
El presidente de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Eduardo de Lázzari, arengó a los jueces provinciales y lanzó duras críticas contra el funcionamiento del sistema en general.
Sus declaraciones fueron hace algunos días en Campana, en el marco de la apertura de las V Jornadas de Actualización para la Magistratura Penal Bonaerense, aunque se conocieron en las últimas horas.
"El Poder Judicial debe tener el rol de poder del Estado que lamentablemente ha perdido. No puede ser el tributario de los otros poderes, no puede ser la Cenicienta, no puede depender de los dictados que se hagan desde los poderes políticos", señaló.
En el encuentro, convocado por la Red de Jueces Penales de la provincia de Buenos Aires y el Instituto de Estudios Judiciales de la Corte provincial, participaron más de 120 jueces, fiscales, defensores oficiales, empleados y abogados.
De Lázzari marcó el "crecimiento exponencial" de denuncias contra magistrados, frente al disconformismo por un fallo, y al absurdo de tener que conformar procesos de enjuiciamientos de los cuales muchos son desestimados.
Las "causas armadas"
También aludió a un "abuso" del proceso judicial penal, que antes se daba en el ámbito federal y ahora en el bonaerense.
"Estoy hablando de causas armadas artificialmente, de abusos de testigos de identidad reservada, de arrepentidos, de factores de presión que inducen, fomentados por ciertos medios de prensa, a dictar condenas mediáticas y que llevan a un panorama sinceramente deplorable, en donde influyentes de todo tipo, espías, traficantes de escuchas telefónicas, con ciertas complicidades de algunos magistrados y miembros del Ministerio Público, terminan por generar un panorama que es absolutamente preocupante".
Esto último pareció un tiro por elevación contra el fiscal federal Carlos Stonelli, quien fue citado a indagatoria -está en rebeldía- por su presunta participación en una red de espionaje ilegal. Y también para marcar una diferencia con la actuación de la Corte provincial en relación al mismo caso, cuando ordenó la licencia por 90 días del fiscal provincial de Mercedes Juan Ignacio Bidone.
"La única herramienta que tenemos para combatir todo eso es el derecho", agregó.
El problema carcelario
De Lázzari, por último, cuestionó el funcionamiento del sistema penitenciario bonaerense, ante la imposibilidad de contar con cárceles "sanas y limpias" debido a la notable sobrepoblación.
"Los magistrados deben enfrentar, desde hace mucho tiempo, las vulneraciones de los derechos humanos de las personas privadas de libertad con resultados desalentadores frente a los incumplimientos de las sentencias dictadas para remediar esas transgresiones", sostuvo.
"Habrá que preguntarse cuáles son las expectativas que pueden tenerse en que los instrumentos jurídicos con los que contamos sean eficaces para el propósito de que las cárceles sean sanas y limpias", amplió.
El presidente de la SCJB llegó al máximo tribunal como ministro en 1997, de la mano del entonces gobernador Eduardo Duhalde.