Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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“Volví a Olimpo para recuperar mi nivel, para ser feliz otra vez”

El volante zurdo se ilusiona con conseguir la continuidad que no tuvo en Unión de Santa Fe ni en Agropecuario de Carlos Casares, donde pasó tras su alejamiento del aurinegro. “Quiero volver a ser el jugador que todos los hinchas conocieron”, esgrimió.

Fotos: Jano Rueda-La Nueva.

Por Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com

   “Te voy a decir algo que no sabés: la primera vez que vine a Olimpo firmé contrato el 22 de julio de 2016, justo el día de mi cumpleaños. ¿Qué acabo de hacer recién? Firmar un vínculo por dos años... Además de un ser el mejor regalo de todos, es un buen indicio; creo mucho en la señales que te da la vida”.

   Mientras lo esperaba la torta con la 27 velitas en el hotel Argos, donde se hospeda hasta que consiga un departamento donde vivir junto a su señora y su hijo, Rodrigo Ezequiel Caballuci le manifestó a La Nueva. que este regreso al aurinegro es “para volver a ser feliz”.

   “Estoy contento e ilusionado. Olimpo y Bahía son lugares que extrañé desde el mismo momento en que me fui, y sabía que iba a volver. Por suerte es un retorno rápido y sin vueltas”, señaló el volante zurdo, quien jugó su último cotejo con la casaca olimpiense el 26 de junio de 2017, cuando el de Bahía superó 3-0 a Aldosivi y lograba la permanencia en Primera división.

   Después de esa noche lluviosa en la “Feliz”, “Caba” no volvió a conseguir continuidad, ni en Unión de Santa Fe, que compró la totalidad de su pase, ni en Agropecuario de Carlos Casares, donde fue cedido a préstamo y apenas sostuvo 5 compromisos en la última edición de la B Nacional.

   En síntesis, nunca volvió a ser ese carrilero filoso y goleador que Olimpo disfrutó en la temporada 2017-2018.

   “Esa fue una etapa hermosa, era feliz jugando al fútbol. Volví para eso, para ser feliz y para recuperar el nivel que supe tener y que todos conocieron”, deslizó quien disputó 18 encuentros y marcó 6 goles con los colores olimpienses en ese campeonato.

   “Me fui de Olimpo y me tocó ir a equipos donde entrenaba mucho y jugaba poco. No disfrutaba del fútbol, no me sentía contento. Necesitaba un cambio de aire y el llamado de Alfredo (Dagna, hoy vice primero de la actual CD) me alegró el alma. No me importó tener que venir a jugar un Federal A, deseaba estar acá, con gente que me quiere y que me hace sentir como en mi casa”, reveló.

   —En Unión no disputaste ni un partido, ni siquiera en Reserva.

   —Te voy a explicar porqué: con Olimpo rescindí contrato a fines de julio de 2018, tarde, y eran muy pocas las opciones que aparecieron como para ir. Llegué a Unión sin pretemporada y con un montón de conflictos en la cabeza, porque la salida de Olimpo fue bastante traumática. Madelón (DT del “tatengue”) tenía todo armado, y como yo llegaba sin rodaje y sin entrenar, no tuve lugar.

   “Mientras estaba ahí, me llamó Felipe De la Riva, que ya me conocía de Douglas Haig, para ir a Agropecuario, que también tenía el plantel armado”.

   “Y en la Reserva de Unión no tuve acción porque la política de esa institución es que, en esa categoría, jueguen los chicos del club. Pedí que me den minutos, me negaron esa posibilidad y me enojé, pero después entendí el mensaje y creo que es justo”.

   —Después de tu último partido con la de Olimpo permaneciste un año más en las filas aurinegras pero no volviste a jugar. ¿Por qué?

   —Tuve un conflicto grande con la dirigencia anterior, la que acaba de renunciar. Ellos me querían pagar un sueldo que no tenía nada que ver con lo que estaba escrito y documentado, y ahí empezaron las ideas y venidas, las denuncias, las intervenciones de abogados y una inhibición que no quería realizar pero que tuve que hacer por no tener otro camino.

   “La deuda llegó a ser de seis meses (de enero a julio), por lo que yo, en señal de protesta, dejé de entrenar. Al principio hubo diálogo, pero cuando el tiempo avanzó y yo tenía todas las pruebas para demostrar que tenía razón, me dejaron de llamar”.

   “Resigné dinero, como suele suceder en este deporte, pero me quedé con el pase en mi poder. Lo que reclamé lo cobré, es decir que me terminaron reconociendo lo que me correspondía. Con Olimpo tenía contrato hasta medidos de 2019, por lo que resigné todo ese año para poder quedar en libertad de acción. Solucionaron la deuda que tenían conmigo y listo”.

   —¿Te fuiste en buenos términos con la dirigencia anterior?

   —Si. Luché por lo que era justo y me pertenecía, y ellos lo tuvieron que aceptar porque no tenían de donde agarrarse para hacerme la contra.

   —¿Te fuiste de Olimpo peleado con Tuma?

   —No. Los rumores sobre una supuesta discusión surgieron después de la operación (“entesitis de los isquitibiales”, donde se endurece el tendón que inserta el músculo isquitibial con el hueso base del glúteo, en su caso parte derecha), aunque Tuma no fue culpable de nada. Como soy grande y decido sobre mi cuerpo, creí que lo mejor era ir a cirugía, pero la intervención, que terminó siendo un éxito, no brindó la solución esperada.

   “El tiempo pasó y no me recuperé como para volver a jugar. En ese momento la operación fue una decisión en conjunto, pero errada”.

   —Después de eso, ¿volviste a hablar con el ahora presidente de Olimpo?

   —Hace una semana me llamó para comunicarme que quería que vuelva. Ahí me di cuenta que no había ningún tipo de rencor, así que le dije que sí de una. Espero que sea un buen año, que la gente confíe y acompañe.

   —¿Cómo estás física y anímicamente?

   —Venía entrenando solo, aunque no es lo mismo. Me siento bien, pleno y con ganas.

   —¿Qué tipo de jugador sentís que sos a los 27 años?

   —El que conocieron en su momento. Tengo que lograr continuidad y marcar diferencias; sé que puedo. Le debo bastante a Olimpo, sobre todo a la dirigencia que volvió al club, que en su momento confío en mi y ahora lo volvió a hacer. Es por eso que voy a dejar todo por esta camiseta.

   “Más allá de que es un Federal A y que hace mucho no lo juego, me fije más en lo deportivo que en lo económico. Quiero volver a ser el de antes”.

   —¿Qué más te sedujo para retornar?

   —El plantel que se está armando y la seriedad del cuerpo técnico liderado por Sergio Lippi, quien me conoce bastante porque es el que me hizo debutar en la Primera de Douglas Haig.

   “Vengo con la idea de ascender, pero primero Olimpo se tiene que adaptar a una categoría muy exigente, con equipos que meten como locos y con canchas difíciles y muy distintas a las que estamos acostumbrados”.

 

Le mandó un mensaje al hincha, mirá el video: