Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

Bahía Blanca consolida su rol como nodo gasífero en el país

La licitación en julio de un nuevo ducto de grandes dimensiones entre Vaca Muerta y Salliqueló permitirá viabilizar otros proyectos locales de envergadura.

Adrián Luciani / aluciani@lanueva.com

   Más de 30 años debieron pasar para que Argentina construya un nuevo gasoducto troncal.

   La obra, que beneficia directamente a Bahía Blanca, será licitada el 15 de julio próximo y en octubre tendrá lugar la adjudicación.

   El gasoducto podrá trasladar entre 17 y 20 millones de metros cúbicos/día (m3/d).

   En una primera etapa irá desde Vaca Muerta hasta la planta compresora Saturno, en Salliqueló, y luego se dirigirá rumbo al norte para alimentar al polo industrial del Gran Rosario y la ciudad de Buenos Aires, totalizando 1.100 kilómetros de recorrido.

   Esto se traducirá en mayor gas disponible para Bahía Blanca, tanto para uso industrial como para exportación.

A las puertas de una nueva etapa en el Polo Petroquímico bahiense

   Con esto la ciudad está a las puertas de comenzar la tercera etapa del Polo Petroquímico ya que contará con las condiciones necesarias para aumentar significativamente la producción existente, con foco en la planta de fertilizantes de Profertil y con perspectivas de duplicar la capacidad de las plantas de polímeros e incluir nuevas instalaciones de producción química”.

   La licencia para la explotación del transporte de gas no estará en manos de Transportadora de Gas del Sur (TGS) ni de Transportadora de Gas de Norte (TGN), sino de una nueva concesionaria que se llamará Transportadora de Gas del Centro (TGC).

   Días atrás TGS inauguró el primer tramo de 65 kilómetros de un gasoducto que atravesará 30 áreas productoras de la formación de Vaca Muerta.

   Esto constituye el paso previo para la construcción de un troncal que vincule los pozos con la provincia de Buenos Aires.

   La obra demandará, en su totalidad una inversión de 300 millones de dólares, y consiste en la construcción de un gasoducto de 150 kilómetros que permitirá captar un caudal de hasta 60 MMm3/d y una planta de tratamiento, recientemente inaugurada, que acondicionará 5MMm3/d en una primera etapa.

   En cuanto al futuro gasoducto troncal Vaca Muerta - San Nicolás, como novedad importante para Bahía Blanca sobresale el hecho de que quedó descartada la construcción de un gasoducto troncal por una traza ubicada más al oeste.

   Dicha idea había sido propuesta inicialmente por TGN, empresa controlada por Techint.

Otro ducto que refuerza la posición estratégica de Bahía Blanca

   Si bien la futura traza pasará a 250 kilómetros de Bahía Blanca, porque llega a la planta compresora de Saturno, en proximidades de Salliqueló, desde allí existe conexión directa con el Polo Industrial bahiense.

   De hecho seguramente una parte de la capacidad del nuevo ducto será enviada a Bahía Blanca y en los meses de altas temperaturas ese porcentaje se incrementará.

   Incluso, una vez puesto en funcionamiento la nueva cañería, en 2021, permitirá aliviar a los otros gasoductos que desde el sur pasan por Bahía Blanca y  se dirigen hacia la ciudad de Buenos Aires.

   Todo esto significará gas en cantidad para las distintas alternativas industriales que se barajan en nuestro medio pero también para exportarlo  a bordo de buques ya convertido en gas natural licuado (GNL).

   Esta es precisamente la alternativa más concreta, sobre todo porque ya entró en operación la barcaza de licuefacción alquilada por YPF y que se encuentra amarrada en el puerto local.

   En una segunda etapa se buscará concretar una planta terrestre de licuefacción, con mucha más capacidad, para convertir el gas natural en GNL y despacharlo a los mercados extranjeros.

   La idea es impulsada por un grupo de empresas petroleras encabezadas por YPF, sobre todo por los grandes excedentes de gas que se presentan una vez que finalizan los meses más fríos.

   Sin embargo, los costos de una planta terrestre (entre 4 mil y 5 mil millones de dólares) requieren una asociación de todas las empresas interesadas o bien la aparición de algún gran sponsor internacional.

Varios proyectos se verán beneficiados

   En cuanto a los proyectos industriales bahienses, el más avanzado y con posibilidades ciertas de concreción es el de Profertil.

   La idea, como se vino informando, consiste en construir una planta similar a la ya existente en Cangrejales.

   Se apunta a concretar un  segundo tren de producción de urea granulada en el espacio  que fue previsto para tal fin  en el proyecto original de la construcción del complejo, a fines de los años ‘90.

   La inversión ronda los 1.500 millones de dólares y para el mes entrante Profertil tendrá todo definido para licitar los trabajos e iniciar las obras en marzo, aunque, obviamente, todo esto está sujeto a la decisión final de la empresa que integra YPF.

   Si bien existen otros proyectos en danza para utilizar el gas de Vaca Muerta, el más relevante es el de la compañía Dow, que prevé duplicar el Polo Petroquímico local.

   De todas maneras, esa iniciativa está por el momento enfriada, aunque es de imaginar que la alianza con YPF para explotar el área de El Orejano, en Vaca Muerta, tarde o temprano se traducirá en más gas y, por ende, en mayor producción.

   Tampoco habrá que descartar una nueva usina termoeléctrica a partir de la mayor disponibilidad de gas.

   De hecho junto a la usina Guillermo Brown, en Cerri, está reservado un predio suficiente como para instalar una central gemela. 

   Aunque claro, para eso también habrá que reforzar las redes de alta tensión que se dirigen al norte, hoy prácticamente saturadas por el nuevo aporte de los parques eólicos.

El objetivo prioritario es terminar con las importaciones de GNL

   Hoy por hoy el principal objetivo del gobierno nacional en cuanto a la construcción de un gran gasoducto troncal pasa por eliminar totalmente en los próximos años las importaciones de GNL que aún se realizan por el puerto de Escobar.

   La mayor provisión de gas a Buenos Aires y al cordón industrial del Gran Rosario fue un objetivo que incluso relegó a un segundo plano a proyecto del ramal ferroviario a Vaca Muerta.

   Incluso en el mismo sentido se mostraron las empresas con pozos en Vaca Muerta.

   Obviamente buena parte de los desafíos locales girará en incorporarle valor agregado a ese gas y no en continuar siendo un centro de paso para que luego los insumos básicos de la industria plástica se despachen a Buenos Aires para alimentar a cientos de pymes.

   De lo contrario los beneficios económicos para Bahía y la región se verán mayormente solo en las etapas iniciales de los proyectos, tal como sucedió con la ampliación del polo petroquímico a comienzos de los '90.

 ¿Quien pondrá los 800 millones de dólares que exige la primera etapa?

   El gobierno estimó que la primera etapa del futuro gasoducto tendrá un costo de US$ 800 millones.

   Para financiarla se apelará al Fondo de Garantía de Seguridad (FGS) de la Anses, que aportará US$ 400 millones y la agencia de inversiones estadounidense OPIC (Corporación para la Inversión Privada en el Extranjero) o el BID financiarán otros US$ 200 millones, por lo que las empresas petroleras y transportistas deberían solventar sólo US$ 200 millones.

   La ejecución del resto de gasoducto se verá más adelante ya que requerirá 1.200 millones de dólares adicionales.

Una ciudad siempre ligada al desarrollo del gas en la Argentina

   La llegada del gas en grandes volúmenes a Bahía Blanca se produjo con la concreción del gasoducto General San Martín, en 1947/49, que unió Comodoro Rivadavia con  Buenos Aires y con el paso de los años llegó hasta el extremo austral del país.

   Luego, en la década del 70 vino el Neuba I que trajo el gas de Neuquén y en los '80 el Neuba II, el último gran gasoducto.

   Esa disponibilidad de gas natural en volúmenes importantes para su empleo como combustible o insumo básico industrial constituye una de las principales ventajas comparativas que evidencia Bahía Blanca.

   Hoy la ciudad es el centro de un nodo de gasoductos por el que pueden circular diariamente más de 50 millones de m3 de gas diarios.

   La llegada del mismo es responsabilidad de Transportadora de Gas del Sur (TGS) mientras que la distribución está a cargo de Camuzzi Gas Pampeana.

    No menos relevante es el rol de la planta separadora de gases ubicada en General Daniel Cerri.

   Allí se procesa el gas natural proveniente de los yacimientos patagónicos (cuencas austral y neuquina) y se obtiene etano, propano, butano y metano.

   Este último componente es empleado para uso residencial y el resto es despachado al Polo Petroquímico para su empleo industrial.