El histórico gol de Iván Agudiak que aún le sigue dando alegrías
Hace tres años, el medanense marcó uno de los tantos mas recordados de San Martín de Tucumán, que lo unió con la lucha por la donación de órganos.
Por Mikel Iñurrategui / [email protected]
(Nota publicada en la edición impresa)
Sólo falta el silbato final para que termine San Martín de Tucumán-Guaraní Antonio Franco. Corre el minuto 94. Es la revancha por los octavos de final del Torneo Federal A 2016. Al santo tucumuno le falta un gol para quedarse con la serie, de lo contrario, deberá aguantar un año más en la tercera categoría de nuestro fútbol.
“Prendí la radio y hacía control mental: 'si me han escuchado los chicos, tiene que venir ese gol, tiene que venir... Yo sé que anoche me han prestado atención...', rememora Héctor “Etín” Manca.
Etín es un deportista transplantado hepático de Tucumán y símbolo en la lucha por la concientización de la donación de órganos.
La noche anterior a ese histórico partido del 22 de mayo de 2016, Manca le dio una charla motivacional al plantel dirigido por Diego Cagna.
¡Y llegó el gol! ¿El autor? Iván Agudiak.
“Estaba solo y me largué a llorar, y cuando supe que era Iván, que era el que más atención me había prestado, no lo podía creer”, cuenta Héctor.
No fue un gol más. Para los tucumanos, el más gritado en la historia de San Martín.
Un gol que unió al medanense con un pedacito de su pasado y que, al mismo tiempo, lo conectó para siempre con una noble causa.
Un gol que nació la noche previa en la concentración del ciruja.
“Su historia de vida me llegó. Es increíble lo que le pasó. Sino te motivás con eso, no te motivás con nada”, se suma Agudiak.
“A mi derecha estaba Iván, yo lo conocía de las notas y por seguir a San Martín, nada más. Lo que me llamaba la atención fue con que atención me miraba. Estaba muy muy metido en mi historia”, recuerda Héctor.
Manca se robó la atención de los jugadores cuando contó que se aferró a la vida y hasta que escapó del Sanatorio de Tucumán.
“A Iván le brotaron las lágrimas. Cuando me empezaron a aplaudir, les dije que no, que esos aplausos eran para mi donante que me permitió estar vivo. Los chicos estaban sorprendidos. Mañana ustedes tienen que darle una alegría a la mitad más uno de Tucumán”, le pidió Manca.
Tras esa charla, el ex delantero de Villa Mitre y Liniers pudo marcar el gol y cerrar una semana muy especial para él. Que, con el tiempo, se coronó con el ascenso a la B Nacional.
“Cuando jugamos la ida en Posadas (ganó Guaraní 2-1), mi suegro estaba internado. El fue una persona que yo quise mucho, fue como un segundo padre para mí y el domingo falleció. Yo viajé para Bahía, porque mi señora con mi nena tuvieron que viajar de urgencia desde Tucumán. Y en el medio también fue mi cumpleaños; yo estaba con toda la familia de mi señora acá y llegué recién el miércoles a Tucumán. Encima él (el suegro), me había dicho que siguiera en San Martín. Me dijo que me quedara, que era un club grande, que me iba a ir bien. Lo escuché y después pasó todo lo que pasó; metí ese gol y ascendimos. Sin duda que todo eso que me había pasado esos días, influyó el día de la charla de Etin”, admitió el Toro.
Gol y reencuentro
“Para mí fue el gol más importante de mi carrera. El hincha de San Marín me lo hace saber siempre, todos los días me agradecen, me escriben o me cuentan la situación que vivieron ese día. Tengo para hacer un libro con todas las historias que me han contado sobre ese gol”, rememora Agudiak.
-¿Lo más loco que te han contado sobre ese gol?
-Uno que chocó por festejar el gol; otro que casi lo meten preso en Francia: estaba en un bar, empezó a festejar como loco y vino la policía.... El colectivero nuestro, que nos llevaba al entrenamiento, me contó el hermano estaba internado y gritó el gol y al rato falleció. El tipo me agradeció de que le di la última alegría de su vida. Son cosas muy fuertes, vienen y te abrazan y se te largan a llorar. Son muchas historias. Al año, un tipo me escribió una carta diciéndome que ese día estaba por abrir una cerveza, porque había prometido que no tomaba alcohol por un año si ganábamos ese partido y lo había cumplido.
-¿Qué se siente en ese instante después del gol?
-Es muy difícil de explicar. Es una felicidad increíble, el cuerpo caliente, locura... es como que explotás. Yo había vivido una semana especial y teníamos la presión de ascender. Por eso creo que explotamos todos: yo, los hinchas...
“La cancha estaba desbordada, fue histórico. Había más de cinco mil personas afuera, era increíble. Es más, yo siempre cuento que cuando empatamos, a los 20 del primer tiempo, yo veía que la gente se empezaba a tirar dentro de la cancha. Y dije '¿qué hacen?, nos falta un gol'. Y después me enteré que era porque se estaban asfixiando y los padres empezaron a tirar a los chicos adentro de la cancha. Una cosa increíble. Justo ahora un hincha me obsequió un cuadro, con el festejo del gol, y vi un detalle que nunca había visto: tiraron un alambrado cuando hago el gol; en el momento no me di cuenta”.
Un mar de gente, que el alambrado no pudo soportar tras el gol de Agudiak.
Tras ese domingo histórico, al otro día Etín agarró su bicicleta y partió hacia el predio del Ciruja para agradecerle al plantel, con una camiseta de su evento “El partido por la vida” que promueve la donación de órganos.
Al llegar, se encontró con un periodista tucumano (Miguel "Miki" Décima) que le mostró una edición de La Gaceta, que tenía la nota con Agudiak, quien había agradecido su charla. Algo que lo sorprendió gratamente.
“Siempre lo vi como un chico muy centrado, educado y muy humano. Y desde ese día entablamos una muy linda relación. Y desde ahí empecé a ver que Iván siempre compartía en las redes sociales lo que tenía que ver con la donación de órganos”, contó Etín.
Y ahí, esta increíble historia abre su nuevo capítulo.
Etín, la nota de Iván y el propio Agudika, el "día después".
La 6ª edición fue para el Toro
Desde hace casi 16 años, Etín Manca es transplantado hepático y desde 2014 organiza “El partido por la vida y por más donantes de órganos”.
El mismo comenzó en el Club Villa Mitre de Tafí Viejo, entre los vecinos de su cuadra (se enfrentaban los que vivían en la vereda par, contra los de la impar), y luego de una charla con su amigo Franco La Pena mutó a un partido entre los trabajadores de prensa de la zona, que desde hace unos años se realiza en el estadio de San Martín de Tucumán, en la Ciudadela.
Siempre, con el objetivo de construir una Comunidad Donante de Órganos y brindarle el apoyo a los casi 8 mil argentinos que se encuentran en lista de espera, bajo el lema “Donar órganos es donar vida”.
“Ni bien terminó la quinta edición, le dije a Franco que la sexta me gustaría que llevara el nombre de Iván. Me comuniqué con él para avisarle y le pedí que, si podía, sería buenísimo que estuviera presente. Finalmente, con su presencia juntamos 120 trabajadores de prensa”, contó Manca.
“La verdad que fue una felicidad y un orgullo muy grande, más que nada por poder colaborar con la causa que Etín lleva adelante”, señaló Agudiak.
“Desde mi lugar, me gusta poder dar una mano. Además, fue una alegría muy grande volver a Ciudadela, es increíble el afecto que me demuestra la gente. Fue muy lindo volver a pisar el estadio más caliente del país”, agregó el medanense.
En ese mismo estadio, Iván consiguió el ascenso con Villa Mitre, al que él mismo define como su “primer amor”. Y ahí también marcó el gol más importante de su carrera, el que lo unió para siempre con Etín y su causa.
Su presente y su futuro cercano: ¿en Bahía?
La última temporada, Iván Agudiak desplegó sus fútbol y goles en Huracán Las Heras de Mendoza, club con el que tiene contrato hasta fin de este mes.
"Ahora termino el contrato con Huracán Las Heras y no creo que continué. Así que esperar a ver que surge. Mi idea es terminar la carrera en Bahía. Si se dan las condiciones, bienvenido sea", dijo el Toro.
-¿En qué etapa de tu carrera estás?
-Obviamente que en una etapa descendente, no me pongo fecha de retiro pero sé que es así. Me siento bien, pleno físicamente, que es lo más importante a esta edad. No tengo lesiones ni nada importante y estoy en el peso que tengo que estar en cuanto a lo físico. Estoy con más experiencia, tomándome las cosas de otra forma. Trato de manejarme más tranquilo, eso te lo da la experiencia y los años dentro de un vestuario y una cancha. Estoy muy contento porque estos años he tenido la suerte de encontrar equipos en los que siempre he peleado campeonatos. Sé que siempre fui partícipe de todas estas temporadas y en equipos competitivos. Y lo más lindo es que en esta temporada quería jugar y pude jugar todo el torneo, si bien me faltó meter más goles fui importante. El técnico y la dirigencia estuvieron contentos. Me siento contento y tengo muchas ganas de seguir jugando al fútbol.
-¿Si es en Bahía, en Villa Mitre?
-Lo que surga... mientras las dos partes estemos de acuerdo, está bien. Obviamente si es Villa Mitre bienvenido sea, porque es mi pasado y yo le agradezco mucho a la institución y siempre fue mi primer amor cuando ascendimos en aquel tucumanazo.