Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Bahía se prepara para hacer historia con el envío de gas al extranjero

YPF ofertó en el mercado internacional una pequeña carga de 30 mil m3 de gas natural licuado producido por la barcaza local.

Adrián Luciani / aluciani@lanueva.com

   Aunque de manera tímida y conservadora, quizás por comenzar un proceso industrial y comercial hasta ahora desconocido, Bahía Blanca y la Argentina se preparan para hacer historia en lo que hace a la exportación de gas natural licuado (GNL).

   YPF sacudió el lunes pasado el mercado internacional al ofrecer los primeras 30 mil metros cúbicos de GNL producidos durante la puesta a punto de la barcaza “Tango”, amarrada en el puerto local.

   Se trata en realidad de una primera venta casi simbólica por cuanto no incluye una cantidad importante, aunque adquiere relevancia por tratarse de un primer paso exportador.

   Obviamente también puede suceder que no aparezcan compradores.

   Desde la secretaría de Energía se explicó que la operación incluye  un cargamento de prueba, ya que para poder vender gas licuado con regularidad se necesita un marco regulatorio. 

   Estas pequeñas ventas de GNL al exterior deben pasar por el filtro del Gobierno, al igual que la comercialización de gas natural a Chile, Uruguay y Brasil, y serían permitidas siempre que no falte el abastecimiento interno al menor costo posible.

   Las primeras acciones para exportar GNL desde Bahía Blanca fueron dadas en febrero pasado con el amarre de la barcaza de licuefacción “Tango “ en el muelle de Compañía Mega, en Cangrejales.

   El segundo gran paso se produjo en abril cuando comenzaron las pruebas con GNL traído por el buque metanero “Gemmata”.

   El barco de 290 metros de eslora y bandera de Singapur trajo desde el puerto de Escobar 3.000 metros cúbicos de GNL y  los descargó en la barcaza para probar los equipos.

   Desde hace unas tres semanas, además de los ajustes en la “Tango”, YPF realiza tareas similares en la planta de Aminas instalada en tierra y que permite tratar el gas antes de inyectarlo a la barcaza, donde luego será convertido en GNL y exportado.

   El proyecto de GNL, para el cual YPF contrató la barcaza por los próximos 10 años, es parte del camino de monetización de la mayor disponibilidad de gas y paso previo a la construcción de una planta gasificadora que demandará una inversión de al menos 4.000 millones de dólares.

   Esta planta sería costeada por varias petroleras y, en caso de optarse por su construcción en Bahía Blanca, estaría ubicada en terrenos ganados al mar en la zona de puerto Galván.

   De todas maneras este es un objetivo a mediano plazo ya que su construcción y puesta en funcionamiento para procesar hasta 24 millones de m3 diarios demoraría unos cuatro años.

Gas del sur

   Si bien en distintos medios nacionales se informó que este primer cargamento de GNL con destino al exterior fue realizado con gas proveniente de Vaca Muerta, lo cierto es que bien pudo haber llegado desde alguno de los otros gasoductos que pasan por Bahía Blanca desde el sur del país.

   Probablemente la confusión se haya debido a que la mayor disponibilidad de gas por Vaca Muerta posibilitó destinar un porcentaje a la exportación.

   La barcaza “Tango” cuenta con una capacidad de almacenamiento de 16.100 metros cúbicos de GNL y de licuefacción de 2,5 millones de metros cúbicos diarios de gas natural, con una producción anual equivalente al consumo de un millón de hogares.

   YPF prevé comercializar el GNL en el mercado externo, que cuenta con un potencial de 40 países compradores, según explicaron fuentes de la compañía.

   Se trata del primer proyecto flotante de exportación de GNL en América Latina y el tercero en el mundo, que incluirá a la Argentina en el grupo de países exportadores que integran Malasia, Qatar, Nigeria y Rusia, entre otros, resaltaron en YPF.

   Según informó la agencia de noticias Reuters, de concretarse la operación, Argentina se transformará en el vigésimo primer país en exportar GNL.

   Las primeras pruebas en el predio de Compañía Mega consistieron en habilitar el suministro de gas natural desde tierra a la barcaza y las actividades de inspección y ensayo de las instalaciones a bordo, en tanto se trabajó también sobre los sistemas de seguridad, servicio y sobre la verificación del sistema de medición.

Cronograma

   Se estima que a partir de septiembre próximo la barcaza de YPF convertirá en gas natural licuado el gas proveniente desde el sur durante 9 meses del año, con excepción de la temporada invernal donde el país registra su pico de consumo.

   Sobre fines del año que viene se estima que habrá producción de gas suficiente en los yacimientos patagónicos como para producir y exportar GNL de manera permanente.

No regresa

   A principios de año Excelerate, la dueño de los buques regasificadores, había señalado que este este año volvería a traer esa embarcación al puerto local pero ahora esa posibilidad estaría prácticamente descartada.

   Por ahora las demoras en la irrupción de los días más fríos hace que la Argentina requiera menos gas y, por ende, necesite menos GNL importado del que se estimó para esta época del año.

   A esto debe sumarse que hubo cambios en el mercado de generadores eléctricos y esas empresas tienen ahora la posibilidad de comprar por su cuenta el gas necesario para alimentar sus usinas térmicas por lo que dichos generadores se están volcando a opciones más baratas.

Algunas dudas

   Pero no todo es optimismo en torno a este proceso. Días atrás el periodista Santiago Spaltro, de El Cronista, dio a conocer las dudas planteadas por una empresa del sector, off the record, sobre estas pequeñas exportaciones de GNL

   La fuente señaló que los buques metaneros tienen una capacidad de 150 mil m3 de GNL por lo que, teniendo en cuenta la limitada capacidad de producción y almacenamiento de la planta flotante, se tardarían 36 días para abastecer totalmente a un carrier de ese tipo.

   Quizás por eso YPF siempre habló de exportar, en esta etapa, un máximo de ocho buques por año.

   “Cada día que un barco está parado significa un costo enorme, es absolutamente caro. La navegación cuesta mucho y nadie quiere comprar tan poco. No es negocio todo esto”, explicó la fuente mencionada.

   En el verano argentino, cuando aquí el gas sobra y es la temporada de mayor demanda en el mundo, un buque carrier de GNL cuesta parado 170 mil dólares por día, mientras que en el invierno baja a 50 mil.

   Evidentemente la jugada de YPF consiste ir aprendiendo los secretos de este nuevo mercado y aprovechar el gas que sobra en los meses más cálidos.

   Una oferta de 30 mil m3 como la ya lanzada podría representar ingresos por venta entre 1,8 y 4,2 millones de dólares. 

   El objetivo es ganar, pero no perder aquí también suma.