Bahía Blanca | Viernes, 11 de julio

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Grooming: otro “depredador virtual” que fue descubierto a tiempo

Un joven de 19 contactó por Instagram a una chica de 12 y le propuso tener relaciones sexuales. La madre de una amiga de la menor descubrió el caso. Gendarmería allanó su casa y secuestró soportes electrónicos.

 

Gerardo Monforte / [email protected]

   Es evidente que muchos padres han tomado conciencia de la necesidad de controlar la actividad de sus hijos menores de edad en Internet, y por este motivo la siguiente historia, por fortuna, no terminó con consecuencias graves para una menor de 12 años que fue víctima de grooming en nuestra ciudad.

   El caso salió a la luz cuando la madre de una compañera de colegio de la chica encontró mensajes que ella había intercambiado con un joven en la red social Instagram y a través del teléfono celular de su hija.

   De inmediato la mujer puso en conocimiento de lo sucedido a la madre de la víctima, quien radicó la denuncia en la fiscalía que investiga los delitos sexuales, a cargo de la doctora Marina Lara. 

   “Me llamó por teléfono la madre de una compañera de mi hija y me dijo que necesitaba hablar conmigo urgente. Vino hasta mi casa y me dijo que la noche anterior su hija le mostró asustada unos mensajes que había mantenido mi hija desde el teléfono de la otra nena, a través de la cuenta de Instagram (de la víctima)”, explicó la denunciante.

   En ese diálogo, el sospechoso -que tiene 19 años- le dijo a la menor que quería “encontrarse con ella para tener relaciones sexuales”, mediante mensajes de “alto contenido sexual como ‘el sábado c...’, ‘y si vamos a c...’, ‘porq te iba a violar’”.

   “Mi hija me contó que conoció a este joven por Instagram, pero nunca lo vio en persona”, confirmó la mamá de la adolescente.

   En la causa se adjuntó el informe de Instagram Business Records respecto de la cuenta reportada, del cual surgió que ese perfil se “logueó el 6 de noviembre de 2018” desde una IP (identificación de computadoras) determinada. 

   Los investigadores siguieron la pista, a partir de los datos aportados por una empresa local prestataria del servicio de Internet -sobre la titular de la cuenta-, y llegaron hasta una vivienda de Villa Duprat, que personal de Gendarmería Nacional allanó la semana pasada, cuando “La Nueva.” tomó conocimiento del incidente.

   Se identificó a un joven de 19 años que vive en el lugar. Y también consta en la causa documentación del Registro Nacional de las Personas y del sistema Nosis sobre el sospechoso, con domicilio coincidente en ese lugar.

   Los gendarmes secuestraron dos notebooks, dos celulares, un par de tarjetas de memoria, un disco rígido, una tablet y 27 discos compactos que tendrían vinculación con el hecho que investigan.

   En estos momentos se están peritando los dispositivos electrónicos y el resto de los elementos secuestrados durante el operativo ordenado por la jueza de Garantías Nº 1, Gilda Stemphelet.

   La fiscal Lara acusará o no al joven en función del resultado de esas pericias.

   En el sumario obran, además, fotografías de capturas de pantalla de las conversaciones mantenidas entre la víctima y el sospechoso, con contenido de índole sexual y que fueron aportadas por la denunciante.

   Para Lara, después del análisis de los elementos de prueba recolectados, se logró, en principio, “acreditar la posible comisión de los delitos tipificados en el artículo 131 del Código Penal”.

   Esa normativa pena con prisión de 6 meses a 4 años al que, “por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.

   Cada caso de grooming que se conoce en la ciudad remueve las heridas. El doloroso antecedente del femicidio de Micaela Ortega -cuando tenía la misma edad que esta niña- tiene lamentable vigencia. 

Intervino a tiempo y “salvó” a su hija

   Otro caso de acoso virtual en Bahía Blanca, del que se hicieron eco distintas ONG nacionales especializadas en el tratamiento de esta problemática, es el que logró abortar Andrea en su departamento del barrio UPCN, al notar una rebeldía inusual en su hija, por entonces de 13 años.

   Recordar detalles de su historia también sirve para poner en alerta a padres de adolescentes. Para saber de qué manera operan los depredadores virtuales.

   Mediante una maniobra similar a la que Jonathan Luna usó para engañar y captar a ‘Mica’, un hombre se contactó en 2016 con la adolescente simulando ser una menor de edad.

   Por ese hecho -que también fue ventilado por “La Nueva.”- hubo un allanamiento en Mitre 3015, donde se estableció que Daniel Boelia, de 40 años, era quien se hacía pasar por una joven de 17 que había entablado una amistad cibernética con la chica.

   La sensación de alarma creció cuando se descubrió que Boelia usaba dos perfiles falsos de Facebook con los que presuntamente contactó a “3.000 chicas de entre 11 y 14 años” para supuestos fines de abuso sexual. 

   Las conductas no sumisas de la menor, durante algunos meses, abrieron las sospechas de su madre. 

   “Empezó a querer ir a la Plaza del Sol y al Parque de Mayo con amigas que no conozco y que conoció por chat, además de citas en el monumento de la Plaza Rivadavia con grupos de Facebook, atrás de los que estaba este hombre”, dijo Andrea. 

   La mujer no solo impidió esos encuentros, sino que fue más allá. A partir de las dudas, comenzó a investigar el perfil del depravado, haciéndose pasar por su hija a través de la red social mencionada.

   Así descubrió que el hombre, con sus perfiles falsos, también había contactado a otras menores no solo de Bahía sino de Punta Alta, General Daniel Cerri y otras localidades de la zona.

   Andrea intentó localizar al sujeto, pero no pudo, porque en ningún momento le dio a conocer la dirección de su vivienda.

   “Todo el tiempo me insistía para que nos encontráramos e, incluso, quería venir a mi domicilio para tener una cita. Ese encuentro nunca se concretó porque él ponía excusas y me decía ‘voy, pero asegurate de que no esté tu mamá’”, dijo la entrevistada en junio de 2017.

   “Desde hace casi un año mi nena tenía contacto por Facebook con esta persona y yo no lo sabía. Él se encargó de buscar el círculo de amigas de mi hija y sé que también tiene como contactos a alumnas de la (Escuela de Educación) Media Nº 3, o sea que se creó un círculo muy grande”, finalizó.

“Mica” y su  triste final

   El femicidio de Micaela Ortega, otra víctima de grooming, representa sin dudas el antecedente más triste en Bahía.

   La nena fue encontrada sin vida la noche del 28 de mayo de 2016, sobre un monte cercano a la planta de TGS en la ruta nacional 3 sur, después de permanecer 35 días desaparecida.

   "Mica" se había ausentado de su hogar el 23 de abril, cuando se encontró con quien posteriormente le quitaría la vida: Jonathan Luna (26).

   El 6 de mayo se difundieron imágenes de cámaras de seguridad urbana -registradas el mismo día que la adolescente se fue de su casa-, en las que se la observa caminar en compañía aparente de Luna.

   Las filmaciones corresponden a las videocámaras ubicadas en la avenida La Plata y Don Bosco y en Brasil y Don Bosco.

   El joven, quien habría confesado su autoría en el crimen y luego de un juicio oral el Tribunal en lo Criminal Nº 2 lo condenó a prisión perpetua, contactó a Micaela por Facebook fingiendo ser una nena de su edad.

   Durante su alegato en el debate desarrollado en octubre de 2017, el fiscal Rodolfo de Lucia expuso una de las conversaciones entre Ortega y Luna, identificado en Facebook como “La Rochi de River”.

   El condenado aprovechó una pelea familiar para captar a la nena y lograr un encuentro. La conversación es importante para observar cómo actúan:

   -Micaela: “Tenés lugar en tu casa? Me peleé con mi mamá”.
   -Rochi (Luna): “Si gorda, te banco en todas”.
   -Micaela: “¿Dónde vivís?”.
   -Rochi (Luna): “En Villa Rosas, ¿conocés?”.
   (Micaela le dice que no sabe cómo ir).
   -Rochi (Luna): “Tengo una solución, gordita”.
   -Micaela: “¿Cuál?”.
   -Rochi (Luna): “Que te vaya a buscar mi primo”.
   -Micaela: “Lo voy a pensar”.

   Más tarde el diálogo continúa. Micaela le dice que sí, que su primo la pase a buscar por Bolivia 550.

   -Rochi (Luna): “Estate a las nueve por ahí”.
   -Micaela: “¿Me lleva a tu casa?”.
   -Rochi (Luna): “Sí, él te deja y se va”.
   -Rochi (Luna): “¿Cómo vas a estar vestida?”.
   -Micaela: “Calza negra, mochila rosa y buzo azul...Ay, mirá lo que estás haciendo por mí. Te adoro”.

   Esa mañana Micaela salió de su casa, se encontró con Jonathan Luna y nunca más volvió. 

   El femicidio se habría cometido el mismo día que la chica se retiró de su vivienda. 

“Tormenta perfecta” que favorece a la “cifra negra” 

   Hernán Navarro, titular de la ONG Grooming Argentina, confirmó el crecimiento de la “cifra negra”, es decir de aquellos delitos de esta modalidad que no llegan a la justicia o directamente no se denuncian.

   “Se da una tormenta perfecta generada por la falta de información, la no preservación de los elementos probatorios como la evidencia digital, el desconocimiento y la propia lógica de abuso. Todo esto da como resultado la no denuncia”, resaltó el especialista.

   “Los casos sí existen, solo que no llegan a la justicia, por eso está creciendo la tasa de ‘cifra negra’ y el índice de denuncia no aumenta al mismo ritmo, en base a los casos que recibimos a diario. En muchos de ellos no se puede avanzar en un proceso penal porque se borran las pruebas y hay un montón de errores y negligencias por parte de los adultos padres de las víctimas”, agregó.

   “Conviven todas esas cuestiones que hacen que no podamos ir a la justicia para sí contabilizar un caso concreto de grooming. Se podría decir que actualmente son más los casos que no se denuncian que los que se denuncian”, completó el director de la organización con 300 voluntarios en todo el país.

   Desde la ONG recomiendan que los padres de los chicos que son blanco de esta práctica ilegal no tomen intervención en la maniobra haciéndose pasar por sus hijos ante el acosador virtual, si es que la detectan en forma oportuna.

   “Justamente eso es lo que planteamos que no se debe hacer. Los padres, por lo general, se hacen pasar por los chicos y lo único que trae como resultado esta acción de los adultos es obstaculizar el proceso penal”, advirtió.

   “Porque cuando la víctima declare en la cámara Gesell (lugar acondicionado para tomarle testimonio a menores de edad), los planteos de nulidad de la defensa se van a centrar en que un adulto habla con otra persona adulta. Por eso les sugerimos a los padres que inmediatamente corten la comunicación y radiquen la denuncia”, enfatizó Navarro.

Migración a otras redes

   Se observa, según el referente de Grooming Argentina, una “migración” hacia otras redes sociales, como Instagram, por medio de las cuales los victimarios se contactan con los menores.

   “Esto ocurre fundamentalmente porque hoy en día la gran mayoría de niños y adolescentes utiliza Instagram, y ya migró de redes sociales como WhatsApp”, explicó Navarro.

   “Es más, hace 20 días en General Roca hubo un hecho de grooming que también se dio a través de Instagram, y es uno de los casos más graves en los que intervhenimos porque se investiga una red de pornografía infantil operando”, agregó.

   “Estamos viendo bastantes casos de estos porque la mayoría de los chicos está todo el día conectada a esta red social. Tal vez WhatsApp la utilizan a la par, pero como red social activa en la cual interactúan a diario, la preferencia tiene que ver con Instagram y ya no con Facebook”, continuó diciendo.

   La institución dirigida por Navarro actúa en pos de la “promoción y prevención” de hechos de grooming.

   “Llevamos a la sociedad el mensaje de que esta problemática está pasando y existe. Explicamos cómo reaccionar ante un caso de estos haciendo mucha educación sobre todo en el marco de los establecimientos educativos, porque creemos que el grooming se debe alertar en ese contexto, trabajando con el segmento vulnerable de los chicos que van desde los 10 a los 14 años”, precisó el entrevistado.

   La mayor incidencia recae sobre chicos de entre 11 y 13 años, de acuerdo con la información aportada por el experto.

   “Pero no solamente trabajamos desde el punto de vista preventivo, sino que además asistimos y acompañamos a las víctimas y sus familias en todo el proceso penal”, finalizó Navarro.

Menor con menor, no hay delito

Propuesta. A principios de este mes, un matrimonio denunció en Tres Arroyos que su hijo de 14 años estaba siendo acosado por un desconocido, quien mediante Facebook le hacía propuestas para tener sexo.

Menor. Si bien en general el acosador suele ser un mayor de edad, en este hecho el sospechoso es un adolescente de 17. Es el primer caso de estas características que se investiga en aquella ciudad.

Aclaración. Una fuente judicial aclaró que el delito de grooming se configura únicamente cuando un mayor de edad contacta de manera electrónica a un menor, con fines sexuales.

Excarcelación. Uno de los principales cuestionamientos gira en torno de que los acusados están libres durante el proceso, ya que el delito habilita la excarcelación y no cumplen en prisión una eventual condena.

Transgresión. Facebook habilita a mayores de 13 años, pero hay chicos de 10 o menos edad que tienen una cuenta abierta por sus hermanos o padres.