Bahía Blanca | Domingo, 13 de julio

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Los parques industriales con régimen de zona franca en Argentina

Hasta ahora no se logró poner en valor el régimen de zonas francas como promotor de inversiones y generador de empleo.

   En la Argentina existe la sensación que los parques industriales y las zonas francas son competidores para la promoción y el desarrollo productivo, con sus matices y beneficios, pero claramente diferenciados sin entender que son parte de una misma familia.

  Lamentablemente en nuestro país no se ha logrado poner en valor el régimen de zonas francas como un promotor de inversiones y generador de empleo como sucede en la región pero también en China, Estados Unidos, India y Emiratos Árabes Unidos (Dubai), entre otros.

   En los últimos años se han inaugurado gran cantidad de parques industriales y más que beneficios impositivos apuntan a dar una solución de ordenamiento urbanístico con infraestructura y servicios adecuados, otorgándole a la empresa de trabajo seguridad jurídica y medioambiental así como física para los equipos de trabajo. 

   Muchos de estos agrupamientos industriales inaugurados recientemente ofrecen naves y servicios calificados con triple A, es decir que cumplen con los estándares que hoy buscan las empresas para participar en negocios de envergadura en el mercado interno como en el comercio internacional.

   Tan solo en la Provincia de Buenos Aires hay más de 150 agrupamientos industriales en distintos niveles de desarrollo y dentro de ellos hay aproximadamente 4.000 empresas radicadas, las cuales generan más de 150.000 puestos de trabajo.

   RedParque de la Asociación de Parques Industriales Argentinos representa a 405 parques industriales de distintos niveles de desarrollo que existen en la Argentina con más de 800 industrias radicadas y desde el Ministerio de Producción de la Provincia de Buenos Aires se impulsa el desarrollo de los parques industriales como el hábitat natural, donde deben instalarse y crecer las pymes con perfil exportador.

   Y cuando hablamos de zonas francas

   Es un error afirmar que la competitividad para ser un actor en el comercio global se adquiere solamente por tener un tipo de cambio alto así como que las zonas francas funcionan en otros lugares porque dan beneficios impositivos –no es el caso de Argentina que los beneficios son muy limitados-. 

   La experiencia de lo que pasa en el mundo es que son muchas más cosas que beneficios impositivos los que deben ofrecerse porque hay muchos otros países que ya los dan. 

   Las zonas francas de última generación ofrecen altos niveles de servicios, infraestructura adecuada, planificación y cumplir con los altos estándares internacionales y certificaciones que hoy impone la OCDE, la OMC y la Organización Mundial de Aduanas, incluyendo normas de buenas prácticas para así poder cumplir su rol como un eslabón en las cadenas logísticas y de producción.

   Uno de los casos de éxito más importantes de la región es el de Zona Franca de Bogotá, que se presenta como “El parque industrial y de servicios más importante de Colombia”. 

   Este parque industrial presenta el 15% del total de la inversión generada por las zonas francas en Colombia, lo que ve representado en 36.086 empleos directos generados por el Grupo ZFB y 61.676 empleos indirectos.

   El mismo ejemplo se puede ver en los desarrollos de Zonamerica y Parque de las Ciencias en Uruguay, y el primero de ellos se ha extendido a China y Cali, Colombia con su modelo de negocios ofreciendo infraestructura y servicios certificados de alta calidad dentro de un espacio de un tercero.

   La ley 24.331 de zonas francas que no soporta ningún análisis que no sea la de promover una actualización normativa que cumpla con las normas OMC y OCDE pero también debe tenerse en vista que debe ser un negocio sustentable para los privados que inviertan en su desarrollo. 

   Uno de los aspectos a tener en cuenta para la modificación de la ley es que las zonas francas puedan ser desarrollos en tierras privadas y no solo de dominio público como exige la actual legislación. 

   Esta simple apertura será una motivación decidida para que el sector privado invierta en desarrollo de zonas francas en nuestro país, generando infraestructura y servicios adecuados para que las empresas se instalen, inviertan y generen empleo.

   Entonces durante mucho tiempo hemos instalado una falsa dicotomía entre los parques industriales y las zonas francas, porque los primeros son agrupamientos industriales y las zonas francas es un régimen, por lo tanto es falso que sea uno u otro sino que pueden ser ambos al mismo tiempo. 

   Con el marco normativo actual los desarrolladores de parques industriales con toda su experiencia en el negocio pueden participar de distintas formas, como concesionario o bien desarrollando algún espacio físico dentro de una zona franca siguiendo los modelos como el de Zonamerica, pero claramente hay que invitarlos a participar de los desarrollos de parques industriales bajo el régimen de zona franca, los que están llamados a ser uno de los pilares de nuestro comercio exterior en este proceso de reinserción en la economía global.