Los especialistas, sorprendidos por el aumento de las vasectomías en Bahía
Se trata de una cirugía que provoca infertilidad definitiva en los hombres. La mayoría la afronta cuando no quiere más hijos. Dudas y respuestas.
Maximiliano Allica / [email protected]
Maximiliano no quiere tener más hijos, su esposa sí. Ella le pregunta qué piensa hacer. Hace rato que las mujeres no aceptan livianamente la responsabilidad de la anticoncepción. El, por ahora, no contesta. ¿Habrá que buscar el tercer embarazo, sobre los 40 años, o hace falta anular la posibilidad con una decisión de fondo?
Rodrigo se hizo una vasectomía hace 10 años, tenía 37. Cuenta que no tuvo dudas. Padre de dos hijos adolescentes, su mujer debió dejar las pastillas anticonceptivas porque empezó a sufrir efectos negativos debido a que se mezclaban con las de otro tratamiento por un problema de salud.
El no dudó y, en menos de un mes, entró al quirófano. Recuerda vagamente el momento en que le empezó a hacer efecto la anestesia, todo fue muy rápido. Más allá de una leve hinchazón de un par de días, nunca tuvo otros inconvenientes.
"Fue la mejor decisión de mi vida, no quería más chicos. Sino, era usar preservativos. Te digo más, lo recomiendo", señaló.
En Bahía Blanca, admiten los especialistas, hubo un notable aumento de intervenciones en los últimos tiempos. Tomando solo las estadísticas del Hospital Municipal, se hicieron 16 cirugías de este tipo en 2016, 19 en 2017 y, en 2018, subieron a 26, a razón de una cada 15 días. Pero hay muchísimas más en el resto del sistema de salud.
La ley 26.130 del año 2006 establece que “toda persona mayor de 18 años tiene derecho a acceder a la realización de las prácticas denominadas 'ligadura de trompas de Falopio' y 'ligadura de conductos deferentes o vasectomía' en los servicios del sistema de salud”. Para ello debe firmar un consentimiento informado.
“Esa ley permitió la realización de operaciones que provocan infertilidad permanente, lo cual estaba prohibido. Desde el primer momento se notó que aumentaban las consultas, hasta llegar a una especie de explosión en este último tiempo”, comenta el doctor Gustavo Bartolucci, jefe del Servicio de Urología del sanatorio comunal.
Bartolucci explica que la vasectomía es una intervención breve, con un post-operatorio aliviado, mientras que las ligaduras de trompas –para la infertilidad de las mujeres-- son bastante más complejas y requieren un tratamiento posterior más intenso.
La mayoría de los interesados son varones de 30 a 45 años que no quieren tener más hijos. En menor medida, se realizan estas prácticas a personas sin hijos que deciden anular la posibilidad.
Según la Secretaría de Salud de la Nación, en 2018 y por primera vez, las consultas sobre vasectomía a su línea gratuita 0800-222-3444 superaron a las de ligaduras de trompas. Fueron 580 contra 354.
"Antes no era así"
El doctor Juan Carlos Vallati, jefe de Urología del Hospital Penna, dice que “pasó a ser algo muy frecuente, yo llegué a hacer 3 o 4 en una semana. Antes no era así”.
Vallati explica que el semen está compuesto por diferentes sustancias, entre ellas, un 10% de espermatozoides. Cada testículo tiene múltiples conductos y por uno de ellos pasa el esperma. La cirugía consiste en intervenir con un corte en esa vía puntual.
Señala que esto no altera la erección ni la eyaculación, excepto por la composición del semen.
“Es el método definitivo de anticoncepción más usado en el mundo. Se puede utilizar anestesia local o sedación, para mayor tranquilidad del paciente", señaló Valatti.
Y agregó: "Un concepto muy importante es que durante 3 meses hay que cuidarse como si no hubiera existido la operación porque puede haber quedado algún espermatozoide en la vía de salida. Transcurrido ese lapso, o bien 30 eyaculaciones, se hace un control de esperma para chequear el éxito de la cirugía”, detalló el jefe de Urología del Penna.
La duda es si después “todo va a ser lo mismo”
Otro bahiense que decidió ir por la vasectomía es Ignacio, de 37 años, cuyo cuarto hijo llegó sin que lo esperara. “Mi mujer se ligaba las trompas o yo me hacía una intervención. Me pareció que lo mío era menos invasivo y, además, el post-operatorio para ellas es más complicado”.
--¿No tuviste dudas, temores?
--Obvio. La duda es si después de operarte “todo va a ser lo mismo”. Los médicos me explicaron que iba a ser igual y fui para adelante.
--¿Fue incómodo, algún problema posterior?
--Para la operación llegué al hospital a la 1 de la tarde y, a las 4, estaba en casa. No tengo nada de qué quejarme. El tratamiento posterior es con unos calmantes, nada más. Y, a la semana, ya estábamos... normal... vos me entendés.
Las operaciones en los hospitales públicos son totalmente gratuitas. En el ámbito privado pueden costar alrededor de 40 mil pesos.
Fernando, de 52 años, pero con una pareja 13 años más joven, tiene turno en el quirófano para mediados de mayo.
“Tengo 4 hijos, la más chica empezó primer grado este año. Los amo a todos, pero no me imagino volviendo a empezar”, señaló.