TEAC, una plataforma que se consolida y avanza en lo tecnológico
"En Bahía hay muchísima gente talentosa y afuera hay mercados interesados en los proyectos que se generan aquí", señaló su director, el ingeniero Pedro Julián..
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Por Pablo Andrés Alvarez / [email protected]
“Hoy el mercado de la tecnología es global y no hay ninguna razón por la cual, una idea surgida en Bahía Blanca, no pueda tener éxito en el exterior”.
Con esa frase, el ingeniero Pedro Julián definió la labor que desarrolla TEAC (Tecnología Electrónica de Alta Complejidad), una plataforma innovadora de articulación público-privada que combina el conocimiento y la especialización de científicos e investigadores de la Universidad Nacional del Sur y el Conicet con el dinamismo y la resolución de emprendedores asociados.
“Arrancamos en 2010 y la intención principal es agregar valor a la tecnología que se produce en nuestra ciudad, la zona y el país”, señaló el director de la entidad, quien se especializó en micro y nanoelectrónica en las universidades de California en Berkeley y Johns Hopkins (ambas de Estados Unidos) y actualmente es profesor asociado e investigador independiente del Conicet y profesor asociado visitante en la universidad Johns Hopkins.
Y vaya si el trabajo ha comenzado a dar sus frutos.
TEAC participó activamente en el desarrollo de View Mind (presentado por el presidente Macri como un ejemplo del aporte que puede hacer el sector de ciencia y tecnología a la economía nacional, al ser una empresa que se dedica al desarrollo de evaluaciones neurocognitivas a través de una cámara infrarroja que sabe el punto exacto de la mirada en cada centésima de segundo dentro de una pantalla).
“Es un proyecto extraordinario, con un fin notable en el tema de salud. Que con sólo analizar cómo un individuo lee en voz alta se pueda diagnosticar alzheimer con 10 años de anticipación es maravilloso. Es un avance que en Bahía Blanca todavía no terminamos de dimensionar. Eso es un claro ejemplo de cómo un proyecto surge, se desarrolla y se expande. Y es un excelente ejemplo de cómo la ciencia pensada hacia la proyección de generación de valor, puede convertirse en algo mundial, porque seguramente es un sistema que se utilizará en todo el mundo. En esto hay que destacar la investigación de dos miembros de TEAC desde el inicio, como son los doctores Osvaldo Agamennoni y Pablo Mandolesi”, manifestó Julián.
La plataforma también fue fundamental para la creación del Sistema de Gestión Inteligente para Recolección de Residuos, que trajo aparejada una licitación internacional en Ecuador.
“Son contenedores de basuras inteligentes. Mediante un sensor se da aviso a la central cuando están llenos. De este modo, los camiones no tienen que andar recorriendo la ciudad, sino que irán puntualmente a esos lugares. De ese modo se ahorraría combustible y optimizaría tiempos de trabajo”.
Precisamente, para Pedro Julián la ampliación de mercados es decisiva en el crecimiento del país.
“Es fundamental ampliar mercados para buscar nuevas oportunidades y eso es lo que intentamos hacer desde TEAC, para que se puedan hacer cosas más ambiciosas”.
Y añadió: “Siempre tuvimos la idea que el conocimiento académico rompa las barreras y pueda presentarse ante el mundo entero. Antes había muchísimos proyectos que quedaban en la nada por distintas razones, ya sea porque no conseguían el financiamiento o porque no sabían a que mercados podía interesarles. Hoy, con TEAC, eso no sucede, porque se busca la mejor manera de hacerlo crecer y expandirse”.
--¿Cómo surgió la idea?
--Nuestro instituto de investigación en el Conicet y la Universidad tiene muchos contactos afuera. Muchos científicos que trabajan en la plataforma han estado mucho tiempo en centros de investigación de vanguardia y aportan su experiencia. De este modo, sabemos cómo se articulan la investigación y la tecnología para que traspase al medio privado.
“En el año 2003 empezamos a trabajar en ese sentido, con distintas ideas, hasta que en 2010 se pudo cristalizar con mucho financiamiento que nos permitió adquirir equipamiento de primera línea y tener nuestra sede propia en calle Pilmayquén”.
“Muchos de los que integramos TEAC somos profesores en el exterior y notamos esa carencia en la ciudad, porque los alumnos de aquí tienen las mismas capacidades que los de países líderes en tecnología. Bahía y la zona tiene mucho potencial y afuera hay mercados interesados en los proyectos que se generan aquí. TEAC les da las herramientas para que puedan competir en el exterior, creando las condiciones que, para lograrlas por sí solos, sería muy difícil o bien tendrían que salir a ciegas”.
--¿Cómo se imagina TEAC dentro de 5 años?
--Ojalá que en ese lapso, muchos proyectos hayan logrado romper la barrera y sean útiles en cualquier lugar del mundo gracias a TEAC. La plataforma debe consolidarse como una herramienta para que se empiece a exportar tecnología de vanguardia, generando valor agregado en un círculo virtuoso que tenemos en Bahía. Porque aquí hay muchísima gente talentosa.
“En Taiwán, el 95% de estudiantes se inclina por carreras ligadas a la electrónica y tecnología. Acá todavía cuesta que nuestros alumnos se inclinen por esas carreras, aún sabiendo que son las del futuro. Esa es otra barrera que hay que cruzar. Y sin embargo, Bahía Blanca es un centro de referencia, porque somos líderes en circuitos integrados por el trabajo que ha desarrollado la UNS en estos años. Pero eso se tiene que apalancar con medios privados, porque sino queda contenido en el ámbito académico. Ese es el principal desafío”.
--¿Es un problema de mentalidad?
--Lo que pasa es que los estudiantes de Taiwán saben que tienen trabajo inmediatamente. Y aquí eso todavía no es tan certero. Entonces, los jóvenes de nuestro país se inclinan por carreras que le dan más seguridad a corto plazo. Pero no son los conocimientos que el mundo esté demandando. Hoy el mundo gira alrededor de la tecnología.
Un proyecto muy ambicioso
“Otro de los proyectos que estamos trabajando en TEAC es el desarrollo de partes de un satélite que van a ir en la una misión espacial. Dentro de ese proyecto, hay que construir diversas partes, con un presupuesto superior a 5 millones de pesos para hacer un laboratorio que permita ensayar. En estos momentos estamos procurando que se construya en Bahía Blanca. Sería un hito muy importante para la ciudad, porque es tecnología de punta en un área que tiene un futuro enorme”.
“Argentina tiene que hacer tecnología de primera calidad, porque está comprobado que lo puede hacer. Que sirva internamente y que pueda ser exportada. Si se hace algo que no se puede exportar, no sirve. Hoy hay muchas herramientas para lograrlo”.
Según datos oficiales, la tecnología de información argentina genera más divisas que la exportación de carne y es el doble que la exportación de vinos.
“Eso quiere decir que la tecnología argentina es buscada. A los países que han apostado a este desarrollo les ha tremendamente bien. Taiwan modificó su economía a partir de esto.