Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Angel Tuma: “La campaña del equipo es un desastre, estoy muy preocupado”

El presidente de Olimpo admitió estar decepcionado con la perfomance del equipo en la primera rueda del Federal A y reconoció que “si a corto plazo no ingresa al club un flujo importante de dinero será difícil poder acomodarlo”. La crisis económica aprieta día a día y la deportiva asusta a más de uno.

Fotos: Pablo Presti y Archivo-La Nueva.

Por Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com

   “La campaña del equipo es desastrosa, estoy totalmente desorientado y muy preocupado”.

   De entrada, Angel Tuma, presidente de Olimpo, intentó ser lo más realista posible. No buscó excusas, se hizo cargo de cada opinión que dio y fue crudo y categórico cuando se refirió a la primera rueda que el plantel profesional realizó en el presente Federal A, donde está último y lejos de los puestos de clasificación al hexagonal final.

   —Además de tristeza e indignación, ¿qué otras sensaciones indeseables te produce el presente deportivo de un elenco que no hace pie en la categoría y tiene vaivenes alarmantes en su juego y en su estabilidad emocional?

   —Estoy desorientado, no sé cual es el problema del plantel. En mis más de 20 años en el club, como médico, vi buenos y malos jugadores, excelentes y mediocres entrenadores, gente jodida que se esmeraba para hacer el mal, pero lo de este equipo no lo logro interpretar. Después de ver a todos los rivales llegó a la conclusión de que nos han ganado equipos que técnicamente son inferiores a Olimpo. Y lo digo sin desmerecer a nadie.

   “Nos ganan corriendo, metiendo, con actitud... Creo que es un problema mental, fundamentalmente de aquellos pibes del club que vienen con una carga emocional negativa después de dos fracasos (descenso de Superliga a B Nacional y de ahí al Federal A) en menos de un año. Evidentemente no debe ser fácil liberar la cabeza, y más cuando caes a una categoría peluda y áspera y futbolísticamente no te sale nada”.

   —Es increíble que el equipo no haya reaccionado nunca.

   —Tuvimos más altibajos que picos de buenos rendimientos. A Desamparados le ganamos bien 2-0 y parecía que encaminábamos el rumbo, pero volvimos a perder y retrocedimos no sé cuantos casilleros. Encima nos suceden situaciones extrañas, nos convierten goles estúpidos, y esto que afirmó no tiene nada que ver con los arbitrajes. Estoy preocupado porque vivo pensando si esto va a cambiar para bien en enero, cuando el plantel se vuelva a juntar para la pretemporada”.

   —Fuera de micrófono utilizaste un término muy duro para describir la campaña del equipo...

   —(Interrumpiendo) Sí, desastroza, ¿qué querés que te diga? No hay otro calificativo. De los 30 equipos que a nivel país animan este Federal A, nos encontramos entre los tres peores. Entraban 26 a la Copa Argentina y nosotros no clasificamos. Estar últimos en el Grupo es una locura.

   “Tal vez me impacta la actualidad porque cuando dejé de ser el médico del plantel superior nos encontrábamos en Primera. Estaba acostumbrado a otra cosa, a perder contra Boca, River o San Lorenzo. Pero que te superen equipos que tienen jugadores con panza y sin pinta de futbolistas, es hasta traumático. Lo digo con muchísimo respeto y sin desprestigiar a nadie, pero este presente me hace sentir defraudado”.

   —Nunca ocurrió que Olimpo haya acercado un número importante de refuerzos y que el equipo o las individualidades no aparezcan o tengan actuaciones decepcionantes.

   —Es cierto. Cuando sumás muchos refuerzos, algunos no son ni rinden lo esperado; es algo lógico que sucedió siempre. Lo llamativo en este plantel es que, salvo algunas pocas excepciones, ninguno colmó las expectativas, ni siquiera la de ellos mismos. Hablamos con los jugadores y ellos saben que no han dado lo que tienen que dar. Esto es un fracaso deportivo, sin lugar a dudas.

   —¿Qué explicación le encuentran desde la dirigencia?

   —Nos queremos matar. Cuando se empezó a armar este proyecto, se eligió a Sergio Lippi como cabeza de grupo, un entrenador que excedía la categoría y que tuvo todas las herramientas a disposición para armar el equipo. Trajimos los refuerzos que nos pidió, las primeras opciones, y nos ilusionamos todos. Con un técnico supremo y jugadores de nivel, pensamos que íbamos a estar entre los 6 de arriba. Pero la realidad indica que nos encontramos últimos, y es algo que sigo sin poder digerir.

   —Pedro Dechat continúa como DT, es decir que ahí no está el problema.

   —Cuando se fue Lippi, entre los tantos técnicos que nos ofrecieron estaba Dechat. Pedimos referencias de él, hablamos con otros entrenadores, con dirigentes y hasta con jugadores que lo conocían, y todos nos dieron excelentes referencias, sobre todo aclarándonos que era un DT de la categoría, que la tenía clara y que conocía la dureza del Federal. Lo trajimos, pero el equipo no reaccionó.

   “Cuando perdemos con Sol de Mayo, los referentes del equipo hablaron conmigo y me pidieron por favor que ni se me ocurra echar a Dechat. Me dijeron: `es el técnico que necesitamos, conoce la divisional y nos va a sacar adelante'. Por suerte los jugadores tienen autocrítica y reconocen que el problema es de ellos y no del cuerpo técnico”.

   —¿Nunca molestaron las duras declaraciones de Dechat en contra del plantel después de cada derrota?

   —Es su forma de ser y no tengo ningún interés en cambiársela. Que se yo..., cuando me caliento también digo cualquier cosa, pero el que me conoce sabe que no es para ofender sino para que algo mejore.

   —Vos y el vice primero Alfredo Dagna tuvieron una durísima charla con los jugadores antes de que se vayan de vacaciones. ¿En que tono le hablaron al plantel?

   —Fue áspero. No fue una charla, sino un monólogo mío que complementó Alfredo. Nos dirigimos a ellos con términos duros e hirientes, aunque nunca le faltamos el respeto. Primero le apuntamos el grupo y después mantuvimos algunas conversaciones individuales.

   “Tal vez tendría que haber sido más diplomático, aunque los jugadores me terminaron dando la razón más allá del tono y las formas. En caliente se me sale la cadena, pero me entendieron. Me puedo equivocar, estoy aprendiendo a ser dirigente, pero nunca voy a traicionar mi forma de pensar. Siempre me manejé de una misma manera, con la verdad ante todo.

 

“El club está saliendo de terapia intensiva”

   —La crisis deportiva, ¿cómo repercute en lo social y lo económico?

   —En lo social, cuando nos hicimos cargo del club, hace cuatro meses, había 1.200 socios. Al momento de formarse este equipo, pasamos a tener casi 3.600, aunque ahora el número volvió a decrecer. Entiendo a los hinchas; no hace mucho perdíamos con Racing o Estudiantes de La Plata y ahora perdemos con ¡Peñarol de Chimbas!, y lo digo porque es un nombre que me cae simpático. El socio que hace dos años iba a disfrutar ahora va a sufrir. Todo eso nos tiene que dar dimensión de todo lo que tuvo y lo mucho que perdió Olimpo en el fútbol profesional.

   “Muchos salían calientes si perdíamos con River o Boca, imaginate lo que sienten ahora que nos gana ¡Chimbas! Es medio loco de entender. A los jugadores, a los empleados, a todos les pedimos que tomen consciencia de que estamos en el Federal A, que ya no vivimos en el paraíso de Primera división. La realidad es dura, y te das cuenta de todo lo que perdiste cuando ahora vas a canchas con vestuarios  donde no entran todos los jugadores. ¡Sabés que triste es ver como se cambia un grupito mientras otro espera afuera! Me dan ganas de llorar”.

   “En lo económico, institucionalmente la estamos peleando. Al asumir nos encontramos con un desastre administrativo muy grande, el club estaba en un estado total de abandono. Cuando me fui, a fines de 2017, Olimpo relucía por todos lados, ahora al volver estaba patas para arriba. Si los socios --sea el grupo nuestro o cualquier otro-- no tomaban la determinación de que se vaya toda la Comisión anterior, el club desaparecía. Cuando se ponga el balance en consideración, en los próximos meses, te vas a dar cuenta de lo que te estoy hablando”.

   —¿Cómo están los sueldos de jugadores, empleados y auxiliares?

   —Los jugadores están al día, se fueron de vacaciones cobrando noviembre. A los empleados le estamos terminando de pagar octubre en esta semana. Antes de fin de año quedaríamos con un mes de atraso y el aguinaldo correspondiente.

   “Avanzamos mucho, porque cuando nos hicimos cargo del club los empleados estaban abajo tres meses más un aguinaldo. Pagamos un montón de deudas. A veces me pregunto: ¿de dónde sacamos la plata? Como médico y amigo debo reconocer que Alfredo (Dagna) hace un laburo impresionante para conseguir recursos. Será un loco, a muchos no les gustará su forma de ser, pero la gestión que tiene y la caradurez para `manguear', es digno de destacar. Hasta hoy, la gente y las empresas le han respondido. Sin él en el club, hubiese sido imposible poner en marcha un salvataje institucional”.

   “Por él, por la confianza que le tienen, podemos generar recursos económicos para saldar deudas. Además de Alfredo, a la Comisión Directiva se sumó gente muy potable, que trabaja muy bien en las subcomisiones y que aportan al club constantemente. Por ejemplo, los otros dos vicepresidentes, Alberto Fernández y Hugo Salvucci, son pilares fundamentales para mantener esta gestión. También nos acompañan una camada de sangre joven que le pone el lomo y va para adelante con fidelidad por el proyecto”.

   —Por formar este plantel y con la única idea de ascender a la B Nacional, ¿descuidaron otras disciplinas u otros sectores del club?

   —No. Nuestro plantel, dentro del Federal A, no es el más oneroso. Contamos con un presupuesto razonable, que alcanza como para pretender ascender.

   “Como club decidimos continuar con la logística de Primera división o B Nacional: concentrar de local y que el plantel cuente con masajista, kinesiólogo, nutricionista, desayuno y merienda todos los días. Y eso es lo que más cuesta sostener. Pero no descuidamos ninguna disciplina. Es más, dentro de los 1.200 socios que encontramos cuando asumimos, el 60 por ciento no pagaba la cuota de la disciplina. Los molinetes no funcionaban y el club estaba a la deriva. Recuperamos casi todo y bajamos a más de la mitad el déficit que venía dando cada asignatura deportiva del club”.

   “Lo bueno es que cada disciplina tiene un grupo de padres que trabaja denodadamente para que cada deporte brille con luz propia. Pero necesitamos más socios, porque sino es inviable la situación. Los gastos que genera el plantel profesional vienen de otro lado, de los sponsors y de la poca plata que nos da AFA. Debemos equilibrar la cantidad de socios para subsistir como institución, que no se ocasionen pérdidas todos los meses. Contamos con 108 empleados y sueldos importantes”.

   —Vos o Dagna, ¿quién tiene más injerencia en lo deportivo?

   —Como te digo que en la parte monetaria sin Dagna esto sería insalvable, en la parte deportiva estoy muy involucrado, con permanente relación con el cuerpo técnico y el plantel. Con Alfredo hablamos de todos los temas, pero yo estoy aprendiendo y experimentando situaciones que él vivió mil veces. Los contactos en AFA los tiene él, todo lo relacionado a las incorporaciones y contratos lo maneja él. Yo estoy más al tanto de lo deportivo, de las historias de vestuario y del ida y vuelta con los jugadores.

   “No tengo problemas con el manejo de personal, siempre estuve al frente de grupos laborales, aunque las decisiones en el club se toman en conjunto y con el consentimiento de todos”.

   —¿Cuánto te cambió la vida desde que sos presidente de Olimpo?

   —Mucho. Cuando me despidieron, en diciembre 2017, la pase muy mal. Con el paso del tiempo me fui acomodando, recuperé a mi familia y la relación con mi empresa (Centro del Trabajo SA) mejoró. Empecé a disfrutar de la vida sin Olimpo y estaba muy tranquilo, hasta que un llamado de Alfredo me desestabilizó otra vez. Mentalmente podés manejar un montón de cuestiones, pero somos débiles frente a la pasión y los sentimientos. Cuando Alfredo me dijo de meternos en esto, no dudé. Alguien se tenía que hacer cargo porque el club iba camino a desaparecer.

   “Lo que más me angustia, lo que no me deja dormir, es saber si le podemos cumplir a los que trabajan en el club. Estamos y vamos a seguir estando a las corridas, aunque si no ingresa un flujo importante de dinero, va a ser difícil que a corto plazo se pueda acomodar el club. Por eso es importante agrandar el caudal de socios”.

   “Siempre fui estructurado, y esta función, estar al frente de un club, te saca de eje constantemente. Tenés que hacer mil cosas en el día y no te alcanzan las horas. Volví a la misma vida alocada de cuando era médico del club, aunque con una responsabilidad mayor, la de pagarle mensualmente a 108 personas que trabajan por el bien de Olimpo. Estamos metidos en esto y no le vamos a aflojar”.

   —Ahora como presidente, ¿tenés más amigos o se agrandó la lista de enemigos?

   —Antes era el médico del pueblo, querido por todos, y ahora en la cancha me insultan en todos los colores. Sé quien soy y entiendo en disconformismo de la gente. Si estuviéramos punteros, hoy sería el mejor presidente de la historia. Olimpo es un club de fútbol con otras disciplinas. Al hincha no le importa si el club está bien o mal, si los empleados cobran o no, ellos exigen resultados deportivos”.

   “Voy a tomar una frase que siempre me dice Alfredo: `el hincha no aplaude balances, solo festeja resultados'. Un ejemplo claro es Angelici en Boca: como presidente no puede ir a la cancha porque le reprochan que no se ganó nada y que perdió la final de la Libertadores contra River. Al momento de votar los socios le dieron la espalda, y eso que Boca, económicamente, es un club modelo para los ojos del mundo”.

   “Entiendo a todos los que critican a Olimpo, menos a los personajes nefastos de la CD anterior que, por las redes sociales, le pegan a nuestra gestión dirigencial a cuatro meses de habernos hecho cargo del club. Es tan lamentable como gracioso. Le hicieron muy mal a la entidad; hasta por dignidad tendrían que haber dejado de ser socios”.

   —Con semejante panorama, ¿en algún momento dijiste: “esto no es lo mío, me voy”?.

   —Lo pensé un montón de veces, pero mientras lo tenga a Alfredo al lado le vamos a seguir metiendo. Como presidente tuve que fortalecer mi carácter, hay días que tengo que hablar en términos pocos amistosos o discutir con gente del club con la que compartí viajes y vestuarios. Mis amigos me entienden, otros se confunden y mezclan todo. Yo soy el mismo de siempre, aunque es lógico que tenga que implementar pautas de trabajo que algunos no quieren o no logran interpretar.

   —El apoyo económico que reciben y lo que entra de sponsorización, ¿alcanza para subsistir?

   —No está alcanzando. Necesitamos como mínimo 2.000 socios más para acomodarnos como institución. Los gastos de sueldos rondan los 2.800.000 pesos por mes. Ahora, al estar en el Federal A, los aportes previsionales los paga Olimpo, cuando en Primera y B Nacional se hacía cargo la AFA. Ahí tenés otros 500.000 pesos de gastos. Y los ingresos al club no son ni parecidos a esos valores. Estamos en déficit permanente.

   —¿El club está en riesgo?

   —Hoy por hoy no. Cuando asumimos, a Olimpo lo estaban sacando en el cajón para llevarlo al cementerio. Hoy por hoy, y según qué médico lo atienda, estaríamos dejando terapia intensiva. Es la realidad. Eso sí, conseguimos un orden institucional, fundamental para gestionar. En la gestión anterior, cada disciplina se maneja por su cuenta, cada uno hacía lo que quería y los empleados no sabían donde estaban parados.

 

Mayer sigue y Llambay pidió irse

 

   Primera baja. “El colombiano Luis Vergara rescindió el contrato en buenos términos, cobró hasta el 9 de diciembre, no pidió un peso más y ya dejó nuestra ciudad”, contó Tuma.

   Hay más. “A Sergio Sánchez y a Galván no los va a tener en cuenta el técnico. La idea es que consigan otro equipo y podamos rescindir de común acuerdo. Si no logran ir a otro lado y no podemos arreglar económicamente, tendrán que seguir en el club entrenando con la Primera local”.

   El caso Llambay. “Antes de empezar con la depuración del plantel, habló conmigo y me dijo que se quería ir del club. Veía que no tenía oportunidades y que se le estaba pasando el tiempo. Me comunicó que iba a buscar equipo, y no le vamos a poner palos en la rueda, pero sino consigue, el 3 de enero se tendrá que presentar a entrenar como todos”.

   El caso Mayer. “En un primer momento integró la lista de posibles bajas, pero al DT le agrada y el `Ruso' se va a quedar”.

   Serán evaluados. “Guillermo Pfund y Rodrigo Caballuci realizarán la pretemporada, si responden físicamente seguirán en el plantel, caso contrario rescindiremos contrato de común acuerdo”.

   Los refuerzos. “No te voy a dar nombres, pero el DT pidió un volante central y un volante por afuera, si es posible por derecha. Por ahora las negociaciones están verdes”.

   ¿Y si hay un tercero? “En caso que se apruebe un refuerzo más, cosa que dudo, Dechat pidió un zaguero (si se va Pfund) o un punta ligerito”.

   ¿De dónde son? “Los refuerzos que lleguen deben ser de cierta jerarquía y deben estar en actividad. Los nombres que se barajan son de Federal A, es lo único que puedo adelantar”.