Dos hombres y una mujer del mismo Colegio, ya de grandes, disfrutaron como un viaje de fin de curso
Los árbitros de Bahía Blanca se dieron el lujo de tener nuevamente tres representantes juntos en un partido de Liga Argentina, con la salvedad que, por primera vez, no fueron todos varones.
Por Fernando Rodríguez / [email protected]
(Nota publicada en la edición impresa)
Martes 19 de noviembre de 2019. La terna arbitral para Bahía Basket-Argentino de Junín, en el Dow Center, la integraron Daniel Rodrigo, Leonardo Javier Mendoza y Karina Baccarelli.
La presencia de la porteña quedará registrada como la primera mujer que dirigió Liga Nacional en nuestra ciudad. Un dato.
Karina Baccarelli
Al mismo tiempo, durante la mañana marplatense, entre mate y mate afloraban los recuerdos de otros tres árbitros.
“Nos acordábamos de todo el procesos vivido para llegar a ese momento. Valió la pena el recorrido”, contó Javier Sánchez.
Era la previa de Quilmes-Centro Español de Plottier, por la Liga Argentina, y el Colegio de Árbitros de Bahía Blanca vivía un día histórico. Al margen de ser el tercer partido en un nivel superior al local con tres representantes del CABB, la presencia de Marjorie Stuardo significó la primera vez que una terna de este medio incluyó una mujer.
“Más allá de que era una compañera nueva en este nivel, sabía lo que podía esperar de ella, por eso estaba mucho más tranquilo. Sabía cómo iba a responder”, contó Javier, de 41 años.
“Esto es un equipo. Y le dijimos: 'Vos dirigí tranquila que nosotros te vamos a bancar'. Lo más lindo fue cuando, en un momento, el partido se puso duro y me hizo emocionar verla cómo respondió. Hace años que vengo diciendo que era uno de los mejores proyectos”, resaltó Alejandro Ramallo., de 55 años.
Desde que se arbitra en Liga Nacional y Liga Argentina con tres jueces, hubo tres partidos con tripleta del Colegio.
La primera, el 26 de noviembre de 2018, Deportivo Viedma-Español de Plottier: Javier Sánchez, Emanuel Sánchez y Mauro Reyes.
La primera tripleta del Colegio en un partido de Liga Argentina.
La segunda, el 26 de febrero de 2019, Deportivo Viedma-Rivadavia de Mendoza: Javier Sánchez, Emanuel Sánchez y Nicolás Larrasolo.
Para Marjorie fue su tercera experiencia en la Liga Argentina. Primera con dos compañeros muy cercanos.
“La diferencia respecto de otros partidos fue que dirigí con mis compañeros de siempre. Gente con quien me une el sentimiento. Además, los conozco, sé la clase de personas que son y la manera en que arbitran. Eso es una ventaja”, admitió la puntaltense, de 38 años.
Ramallo, Stuardo y Javier Sánchez, a la espera del juego.
“Siempre le dije a ella -comentó Ramallo- 'tenés que estar preparada por si te llaman, nada de estoy gorda, no me cubren el turno, se fue el colectivo... En esto no hay mañana'”.
Acostumbrada al nivel local, la principal diferencia que notó Marjorie fue la velocidad en el juego.
“Antes de salir a la cancha, cuando dirijo en otro nivel, siento más incertidumbre porque no conozco a los jugadores. Me siento como un león enjaulado, pero cuando salgo a la cancha ya está, se me pasa”, comparó Marjorie.
Stuardo lleva 12 años dirigiendo en Bahía, después de hacerlo durante tres en Punta Alta.
Stuardo, siguiendo el juego en el Poli.
“Lo que más la ayuda es la lectura del juego”, definió Ramallo.
“Ella entendió cuándo aflojar o soltar. Antes -comparó- iba más al choque. El árbitro es un rayo más de la rueda, no toda la rueda. Y los jugadores no te respetan porque los eches”.
Marjorie naturaliza el trato con los jugadores.
“No sentí diferencia. Por lo menos hasta hoy. Han sido súper respetuosos, las protestas quedan adentro de la cancha, algo normal”, apuntó.
En crecimiento
La cantidad de jugadores, entrenadores y árbitros, proporcionalmente, en Bahía Blanca va de la mano.
“Me acuerdo una frase de Jaime Linares: 'En Bahía Blanca el que no jugó el básquet es extranjero'. Y es así”, afirmó Ramallo.
“Acá, marcaron una época Rodolfo (Gómez), el Colorado (Chaves) y después vinimos nosotros. No puede haber buen básquet con malos jugadores y entrenadores. Acá han salido muy bueno jugadores, entrenadores y árbitros que estuvieron al nivel. Yo le debo todo a Bahía”, agradeció el Negro.
“Todo lo positivo que puedo tener es gracias a Bahía Blanca. Siempre fue un estímulo en crecimiento por mí. Es uno de los mejores lugares para formarte”, destacó Stuardo.
Marjorie Stuardo
Todos, en definitiva, surgieron del mismo lugar.
“Hay muchísimos chicos jóvenes. El punto de inflexión como institución fue instrumentar la mecánica de tres en categorías superiores. A los chicos nuevos se les dio la posibilidad real para que puedan llegar. Y lo están vivenciando. Eso les genera una doble responsabilidad y están cumpliendo. Esto nos elevó el nivel en menores, porque pueden adquirir experiencia y manejo de situaciones en mayores que se ve plasmado en menores”, argumentó Javier Sánchez.
“Para el Colegio -agregó Javier- significa reafirmar que es el camino, el que elegimos desde el trabajo semanal. Este año explotaron un montón de árbitros y tenemos en todas la competencias”.