Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

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"Damos alimentos que no hagan que se acabe tan rápido la garrafa"

Cuatro instituciones que entregan comida a los más necesitados contaron de qué manera afrontan el aumento de los pedidos de ayuda de los últimos meses.

Fotos: Emmanuel Briane - La Nueva.

Federico Moreno/ [email protected]

Según el último informe difundido por el Indec, en el primer semestre de 2019 unos 25.000 bahienses más cayeron bajo la línea de la pobreza, totalizando 75 mil, lo que significa que actualmente uno de cada cuatro habitantes de la ciudad se encuentra en dicha situación.

Desde cuatro instituciones benéficas de Bahía Blanca opinaron que las cifras publicadas “no son ninguna novedad para nosotros”, que la situación “es desgarradora” y que si es necesario la gente atraviesa toda la ciudad para buscar los bolsones de comida.

“Esto se viene dando hace mucho tiempo, el tema es que la caída mensual sigue siendo grande. Nosotros lo venimos comunicando desde el año pasado, en Cáritas parroquiales a los que antes iban 50 o 60 familias, ahora están yendo 150 o 200”, explicó Miguel Vidal, vicedirector de Cáritas diócesis Bahía Blanca.

“La publicación del Indec no cambia en nada lo que observamos, solo lo corrobora, tristemente no es novedoso. Es cierto que hay pobreza, pero creo que es momento de empezar a hablar no tanto de los pobres, y las clásicas fotos que acompañan las notas, sino de la mala distribución de la riqueza, porque mientras aumentó la pobreza, hubo un sector que se ha enriquecido mucho”, analizó.

Sobre lo que se le entrega a la gente en las parroquias locales, Vidal comentó que “generalmente son bolsones que se preparan con alimentos de acuerdo con las distintas realidades. A veces tratamos de que no sean alimentos tan duros, que requieren mucha cocción, porque la gente no tiene gas natural y se le acaba la garrafa con tanta cocción. Algo que falta mucho es leche para los chicos”.

Sobre la ayuda de la Municipalidad, el vicedirector diocesano explicó que “estamos en un convenio con ellos, nos acercan bolsones y nosotros nos encargamos de la distribución”.

Paola Vergara está a cargo del comedor Corazones Solidarios de Villa Nocito y relató que agosto y septiembre fueron meses devastadores.

“Se venía manteniendo una cifra de 270, 280 familias, agosto arrasó y tuvimos casi 400, y ya en septiembre tomamos nota de 420 familias que vinieron a buscar mercadería. No sé con qué nos vamos a encontrar en octubre, sinceramente”, explicó.

Sobre el menú que compone los bolsones, Vergara contó que “leche, pan, hígado y mondongo son cosa de todos los días”.

Y con respecto al aporte de la comuna, la mujer explicó que “nos venían dando 230 bolsones, pero como el mes pasado salí en varios medios contando la realidad, nos subieron a 300. Hace ratazo que nos daban 230 y no nos querían subir, venía una trabajadora social y ponía en duda lo que decíamos, que viene gente hasta de Villa Harding Green y Grünbein”.

Sobre la función de merendero de Corazones Solidarios, manifestó que abre lunes, miércoles y viernes, y que el número ronda entre 40 y 45 chicos, pero que “no ha aumentado porque la mayoría ya vienen merendados de la escuela”,

Vergara contó que también está teniendo mucha demanda el “ropero” que funciona allí mismo, en Francia 2227, todos los días a la tres de la tarde, y que “los obreros no tienen changas, hay muchos chicos cocinando roscas y torta fritas y salen a venderlas a la tarde”.

“Esto viene desde fines de 2016”

Graciela Schadt es titular del Hogar Noel, uno de los comedores más conocidos de nuestra ciudad, en parte por haber sufrido más de 40 robos y seguir en pie, ayudando a los más necesitados.

“Se nota mucho el aumento, igualmente el acumulado viene desde fines de 2016. Lo más doloroso es que se acerca gente que nunca había pedido en su vida”, comentó.

“Actualmente la Municipalidad no nos ayuda en nada, cuando estaba Caspe -–Ignacio, ex subsecretario de Acción Social-- sí me daban lo que correspondía en base a la cantidad de gente que teníamos. Encima yo le di de baja a la personería jurídica como ONG porque ahora estoy dando de alta una como fundación y peor todavía. Igual, Dios aprieta pero no ahorca, me las rebusco como puedo”, analizó.

Sobre si el aumento del índice de pobreza se vio reflejado en su labor cotidiana, expresó que “sí, mucho, sin ir más lejos mandé a fotocopiar cientos de planillas nuevas para anotar a la gente que viene, porque calculo que estos últimos meses pasamos de 500 a 700 personas. A veces no quiero ni contar, porque me pongo muy nerviosa con el resultado y estoy grande para esto”.

“Siempre pasa lo mismo, mejora un poco la situación y después vuelve a empeorar. Te duele que las madres te pidan hojas, lápices, remedios, que te cuenten que las echaron a ellas y a los maridos del trabajo... directamente no hay ni changas”, lamentó.

Sobre los barrios de influencia –-Hogar Noel actualmente se encuentra en Estados Unidos 508--, mencionó que acude mucha gente de Villa Rosario, Villa Muñiz, Rivadavia, Spurr y sectores cercanos, así como también de Maldonado y Vista Alegre, donde solía estar, “porque los conocidos siempre se dan una vuelta”.

“La gente está vendiendo hasta los muebles para comprar comida, lo ves en los grupos de compraventa en Facebook. Esto es desgarrador, desesperante. Yo hablo con todas las madres que se acercan, todas tienen el mismo problema: no hay trabajo, no hay changas, no hay nada. El constructor que tiene 3 empleados, cuando las obras se paran deja inmediatamente sin trabajo a los 3. El soldador que tiene un ayudante, afloja un poco la cosa y lo tiene que dejar cesante por un montón de tiempo”, dijo Schadt.

“Vienen de las cuatro puntas”

Dora Sensini es la responsable del Centro Natán, del barrio Maldonado, y asegura que se acercan familias desde todos los rincones de la ciudad.

“Se nota el aumento de la pobreza, pero un poquito, no mucho. Actualmente hay unas 240 familias, 30 más de lo normal, pero acá vienen de las cuatro puntas de Bahía, no es solo de esta zona, Vista Alegre o Puertas del Sur, vienen de Cerri, 9 de Noviembre, Villa Harding Green, Bordeu, Centro, White”, explicó.

“Bahía es muy solidaria, no te puedo decir la cantidad de comedores y 'copas de leche' que hay, cada 15 cuadras hay un lugar para darle algo a la gente. La Municipalidad está ayudando a todos los comedores, a mí me está ayudando tremendamente”, agregó la responsable de Natán I, II y próximamente III.

A diferencia de sus colegas, Sensini hizo una salvedad con respecto a la oferta laboral en Bahía.

“La famosa changa se perdió, no obstante, yo hablo mucho con cada familia que viene a retirar bolsones de comida y cuando les pregunto a quién le falta trabajo, de 200 levantan la mano 2 o 3 nada más. Pero bueno, igualmente Natán es una ayuda y la necesitan”, agregó.

La palabra de la Municipalidad

Sobre la situación de pobreza en Bahía opinó la secretaria municipal de Políticas Sociales, Vanina González, quien ante todo destacó: “Lo importante es que nosotros no esperamos el índice para ver qué hacíamos, lo que la gente pudo cobrar el 1 de octubre nosotros ya lo habíamos definido a fines de agosto, pasa que hay mucha burocracia en el medio y se demora”.

Sobre los paliativos y la labor de numerosas instituciones benéficas, la funcionaria recordó que “gran parte de la comida que entregan agrupaciones políticas, merenderos y comedores es provista por la Municipalidad. Los bolsones los damos nosotros y parte de lo que se usa en las cocinas lo damos nosotros”.

Por último, la exconcejal opinó: “En agosto destinamos 14 millones de pesos -–hubo un aumento del 60 % en el monto de las tarjetas sociales-- para asistir a la gente, se llegó a unas 60 mil personas. Puede que no les alcance para estar totalmente tranquilos, pero estamos ayudando a todos”.