Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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¿Exponerlo o no a Macri? Esa es la cuestión...

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

Archivo La Nueva.

   Que Mauricio Macri debe ser el centro de la campaña electoral en marcha no sólo con vistas a las presidenciales de octubre sino a la seguidilla de elecciones provinciales que arrancarán con las primarias del 17 de febrero en La Pampa. Que Macri no debe ser expuesto en medio de ese escenario en el que todos los pronósticos auguran una serie de malas noticias para la Casa Rosada por los triunfos en los distritos donde gobierna el peronismo, que se esperanza con unas cuantas victorias al hilo antes de que empiece a jugarse la elección nacional, lo que ocurrirá recién con las PASO de agosto aunque ya el 22 de junio deberán estar anotados todos los que aspiren a competir en esa carrera mayor por el sillón de Rivadavia.

   Lo curioso de esos dos planes absolutamente contrapuestos es que no se da como podía esperarse en el más amplio marco de la coalición Cambiemos, que de hecho ocurren con gruesas diferencias de miradas estratégicas entre los socios de Pro, la UCR y la Coalición Cívica, sino en el mismo seno del "partido amarillo". Allí hay ahora mismo opiniones divergentes y no resueltas pese a las varias reuniones que se han realizado sobre la conveniencia o no de "hacer jugar" al presidente en el rol de principal actor de la campaña o guardarlo y preservarlo en todo caso a su rol institucional, a la espera de que mejores números de la economía permitan subirlo a escena sin riesgos de desbarrancar el plan mayor que es conseguir su reelección.

   Un claro ejemplo, aunque no es el único, se vio en la reunión de la mesa chica de Pro que se realizó ayer en el bunker de la calle Balcarce al 400, donde salvo María Eugenia Vidal, que decidió tomarse unos días de vacaciones en las afueras de Mar del Plata, estuvo el resto. Encabezados por el Jefe d Gabinete, Marcos Peña, estuvieron allí Horacio Rodríguez Larreta, Digo Santilli, el senador y titular nacional del partido, Humberto Schiavoni, el secretario general, Mario Quintana, y el secretario General de la Presidencia, Fernando de Andreis.

   Allí mismo, dicen los confidentes, la biblioteca esta partida en dos. Peña lidera claramente el sector del macrismo de paladar negro que sostiene que Macri debe enfocarse en la gestión de gobierno, en recuperar la confianza perdida de la gente que los votó en 2015y 2017 y hoy está más lejos del oficialismo por todas las frustraciones sufridas en estos tres años. Y que si Macri tiene que "mostrarse" en público, o en actos, no deberían ser tomados como "de campaña" sino en el marco de su rol institucional. Un gesto que, reconocen algunos funcionarios al recordar lo que suele pasar con las tandas publicitarias "institucionales" en tiempos de campaña, el ciudadano común lisa y llanamente no consume. "No se lo traga", al decir del confidente.

   Desde la cúpula partidaria que conduce Schiavoni parecieran sostener todo lo contrario, aunque las diferencias ocurridas en esa ronda de análisis se buscará que no salten a las tapas de los diarios. El misionero sostiene que Macri debe ponerse la campaña al hombro, sin dobles discursos ni improductivos disimulos, porque en definitiva y tal como él mismo lo reflejó el lunes, Macri es el candidato "natural" de la coalición para las presidenciales de octubre. Y la campaña, para ellos, ya empezó, de manera que no hay nada que preservar o postergar.

   Por fuera de esa mesa chica y en ayuda de los que creen que Macri tiene que hacer campaña todo el tiempo y en todo el país vienen corriendo algunos pesos pesados en materia de opinión interna como Rogelio Frigerio. Más aún, se recuerda que el ministro del Interior es el autor de la última carpeta que Macri se llevó para estudiar durante sus vacaciones en Villa La Angostura. Allí figura el detalle de unas mil obras públicas que el presidente tendrá a su disposición para inaugurar, con calendario y todo que se extiende hasta bien cerca de las primarias de agosto, a lo largo y a lo ancho de la geografía nacional.

   ¿Qué dice el presidente en medio de ese debate? Según sus confidentes, la consigna es "estar cerca de la gente" y mostrar que el gobierno "está haciendo" en medio de los esfuerzos por salir de las penurias de la economía, hoy algo atemperadas y que lo muestran un par de puntos arriba en las encuestas de imagen de hace dos meses por el dólar planchado y la baja del riesgo país.

   La cuestión de si en medio de esa actividad, que empezó en Bariloche y en anuncios junto a los gobernadores de Río Negro y Neuquén, y que seguirá en los próximos días con las programadas visitas a provincias donde hasta ahora no había desembarcado como Santa Cruz y Tierra del Fuego, para luego seguir por los cuatro puntos cardinales del país, es hacer campaña o "gestión institucional", entró en debate.

   "Es una cuestión semántica, los que quieran ver que hace campaña lo harán, no importa el rotulo de institucional que le quieran poner", sostiene un funcionario que se para en el medio de aquellas dos posturas antagónicas no zanjadas.