Bahía Blanca | Martes, 30 de abril

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Retenciones: el sector rural acepta poner el hombro, pero exige gestos al gobierno

A cambio de este esfuerzo por soportar un nuevo aumento de la presión impositiva, dirigentes y productores reclaman al gobierno contundentes avances en materia de recortes del gasto público.

Fotos: Archivo La Nueva.

Agencias de La Nueva. / laregion@lanueva.com

   El sector agropecuario del Sudoeste Bonaerense no fue indiferente al anuncio del regreso de las retenciones para todos los productos primarios exportables, incluyendo el trigo. La medida fue analizada con malestar y resignación, pero también con el convencimiento de que es una de las pocas herramientas que tiene el presidente Mauricio Macri para equilibrar las cuentas públicas.

   Eso sí: el sector exige gestos. A cambio de este esfuerzo por soportar un nuevo aumento de la presión impositiva, dirigentes y productores reclaman al gobierno contundentes avances en materia de recortes del gasto público.

   “Estamos en contra de las retenciones, pero entendemos la crisis que estamos atravesando. Por eso el esfuerzo deben hacerlo todos, sobre todo los tres niveles del Estado: el nacional, provincial y municipal”, enfatizó Jorge Grimberg, dirigente de Carbap y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

   El dirigente dijo que “es justo” que el mayor preso tributario se distribuya entre varios sectores de la economía, pero hizo hincapié en que, mientras el privado aporte mayores ingresos, el Estado asuma un fuerte compromiso por la reducción del gasto público.

   “La falta de equilibrio fiscal es la causa de la crisis -enfatizó-. Esperemos, como dijo el presidente, que está sea la última crisis, por lo menos con este origen”.


Juan Balfour.

 

   Juan Balfour, presidente de la Sociedad Rural de Guaminí, criticó que el sacrificio siempre lo tenga que hacer el privado y "jamás el sector que impone ese sacrificio, que es el político".

   "Ellos nunca hacen ningún esfuerzo en las crisis -disparó-. Por qué, al menos, no aportan el 10% de sus salarios. Hablo de legisladores y funcionarios que pasan de cargo en cargo durante toda su vida, pero nunca hacen ni un solo aporte".

   El dirigenbte dijo que las retenciones castigan al que más produce.

   "Hay crisis y esta puede ser una salida, pero es lamentable que todo el esfuerzo lo hagan los sectores productivos. Debemos hacer un esfuerzo todos, incluido el sector político, porque los que sufren son los que menos recursos tienen y los que viven del trabajo informal. Hay que achicar el Estado, pero no hay que licuar los salarios. Así no se mejoran las cuentas públicas”, sostuvo.

 

El "pato de la boda"

   Jorge Marcenac, presidente de la Sociedad Rural de Pigüé, reconoció que desde la semana pasada el sector venía evaluando la posibilidad de que el Estado recurriera a las retenciones para mejorar sus ingresos y reducir el déficit fiscal. De todas formas, aclaró que la medida anunciada hoy es “un trago amargo” para los productores.

   “Lógicamente que no nos cae para nada bien, pero la realidad es que el país está en una situación tan complicada... Lo que sí, vamos a hacer mucho hincapié en la baja del gasto público. Porque si van a poner retenciones y no van a bajar el gasto, es un cuento de nunca acabar”, señaló.

   “El campo vuelve a ser el pato de la boda -añadió-. Le vamos a dar una mano (al gobierno), pero el sector público va a tener que hacer un esfuerzo grande. No se sale del déficit sin bajar el gasto”.

   Marcenac dijo que el gobierno también tendrá que tener en cuenta las variaciones de precios que sufra cada producto, y dejó en claro que el trigo debería seguir exento de retenciones.

   “Los otros cultivos se la bancan, pero el trigo tiene un margen (de rentabilidad) muy ajustado”, advirtió.

   En ese mismo sentido se expresó el ingeniero en producción agropecuaria Esteban Artica -asesor del CREA Laprida y miembro del CREA Pringles-, quien dijo a La Nueva. que, analizando la situación que atraviesa el país, el sector debe incrementar su ayuda al gobierno.

   “(Las retenciones) son mal vistas porque son un impuesto restrictivo a la producción y nunca caen bien, pero viendo la situación que atraviesa el país hay que poner el hombro y sacar esto adelante”, señaló.

   Como Marcenac, consideró que también es clave que el gobierno siga achicando el gasto público.

   “Hay empleados públicos que no están cumpliendo sus funciones y es hora de sacárselos de encima”, señaló.


Javier Pérez Balade.

   El productor Javier Pérez Balade, expresidente de la Sociedad Rural de Coronel Dorrego y delegado zonal de la Sociedad Rural Argentina, dijo a La Nueva. que los anuncios le produjeron “una sensación rara y, por momento, amarga”.

   “El campo siempre estuvo y está dispuesto a aportar para el país, pero en inversión, en empleo, en desarrollo del interior. De esta forma, hay un cierto retroceso”, lamentó.

   El dirigente sostuvo que la búsqueda de equilibrio fiscal es “indispensable”, porque “no se puede gastar más de lo que se tiene”.

   “En este sentido, aún falta ver el ajuste de la política, donde hay ganancias extraordinarias y tributos que tienen eximidos como si no fuéramos todos iguales ante la ley", enfatizó.

   También reclamó que, como las anunciadas son medidas de emergencia, se fije una fecha de caducidad para las mismas.

   “Otro aspecto importante es mantener especial atención sobre las economías regionales, que pueden llegar a perjudicarse con estas modificaciones”, alertó.

   El productor y expresidente de la Cámara de Comercio de Puan, Omar Bras, opinó que la crisis vuelve a impactar en los mismos sectores

   "Siempre cada movida que hay, cada inconveniente que ocurre, el que paga es el campo”, lamentó.

   El dirigente reconoció que el sector es el único que “tiene la posibilidad de salvar al país”, aunque planteó sus dudas en cuanto a este nuevo esfuerzo reclamado por el gobierno.

   “Lo que no sabemos, en definitiva, es el fondo de todo esto. Si es para salir del paso y de sofocones, y realmente a partir de ahí se puede llegar a cambiar algo en el país, no sería tan grave. Ahora, si sobre este ajuste hay que hacer otro más, ya no quedará gente ni con ganas ni con posibilidades de producir”, advirtió.

   “Como ya no creemos en nada ni en nadie, es muy complicado todo esto”, agregó.

 

Una mala decisión

   Santiago Cevoli, presidente Asociación Rural de Patagones, recordó que este distrito se encuentra en un lugar marginal de la provincia de Buenos Aires, por lo que la implementación de retenciones termina siendo una mala decisión.

   “Nos genera repudio y rechazo. Esto achica el margen a un producto que es difícil producir en esta zona marginal”, lamentó.

   “Este año se espera una cosecha récord de trigo: al ver buenos márgenes de rentabilidad, el campo se jugó a hacer trigo y en plena campaña nos enteramos de esta medida. Es un rubro que no encontró su techo y todo esto implica ponerle traba en las ruedas al sector productivo”, añadió.

   Cevoli lamentó que -dada la situación del país- sea el campo al primero que tocan y afectan en sus ingresos.

   “Hay otros sectores que también podrían sufrir retenciones o ajustes”, finalizó.

   Con él coincidió el productor suarense Joaquín Fernández Prini, quien remarcó que las retenciones “son un impuesto distorsivo que va en contra de la producción”.


Marcos Rebolini.

 

   Marcos Rebolini, de la Sociedad Rural de Coronel Suárez, reconoció no estar de acuerdo con la medida, pero reconoció estar dispuesto a “hacer el sacrificio durante este año”.

   “Podemos bancar este aumento del 10%. Pero hay sectores que están muy complicados. Por ejemplo, los criadores de pollos y cerdos, y los tambos, son sectores que le agregan valor a la materia prima, y a quienes les subieron los cereales con el incremento del dólar. A ellos habría que acompañarnos con otras medidas, como poner una carga fiscal a determinadas importaciones”, dijo.

 

Le cayó muy mal


   Eugenio Simonetti, presidente de la Sociedad Rural de Tres Arroyos, reconoció que el regreso de las retenciones a la política económica del Gobierno le “cae mal”.

   “No estoy de acuerdo porque desde que las creó (Eduardo) Duhalde, al sector se le restaron 100.000 millones de dólares y ¿dónde están? Directamente es una plata que se fue del sector y la Nación, porque no lo vimos llevado a obras, salud o educación. Fue una plata que se voló”, observó.

   El dirigente ve difícil una nueva suspensión de la medida recaudatoria.

   “Estas son medidas que empiezan y ya no se van más. Si bien tenemos cierta simpatía con el gobierno actual porque las había quitado, hoy nos encontramos con que estamos volviendo otra vez al mismo tema”, concluyó.

 

“Esta situación ya la hemos pasado”


   El referente de la Asociación Rural de Tornquist, Alfredo Belardinelli, reconoció sentirse “usado” después de los anuncios del gobierno.

   “La excepcionalidad no debería ser la demora en la toma de decisiones, sino cuando no queda otra. Ahora el campo quedó como variable de ajuste. Ojalá sea una ayuda esporádica; lamentablemente muchos productores van a quedar en en el camino, porque no estamos en una zona donde los rindes compensen estas quitas”, señaló.

   “Lo cierto es que esta situación ya la hemos pasado. El campo aportó en su momento, y las retenciones quedaron 12 años, cuando iban a ser una ayuda temporal”, agregó.
Belardinelli consideró que se trata de una medida regresiva, de un impuesto para que el que trabaja y que, sobre todo, se tomó “cuando ya está toda la inversión en el campo”.

   “La siembra está realizada con la perspectiva de una determinada comercialización y ahora nos quedamos con los gastos hechos, un dólar libre y con una venta condicionada”, lamentó.