Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Manu Ginóbili y Dennis Rodman pueden convivir en una misma persona

Antonela Otarán, jugadora de Círculo Penitenciario de La Plata, los lleva en la piel.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva. y Gente de Básquet

mgiovannini@lanueva.com

   Muchas cosas han destacado a Emanuel Ginóbili y Dennis Rodman en el mundo del básquetbol y del deporte en general. Contarlas sería redundante.

   Sin embargo, pocas coinciden más allá de ser ambos ex jugadores de San Antonio Spurs y de quedar estampados en la piel de Antonela Otarán, jugadora de Círculo Penitenciario de La Plata.

   "Rodman y Ginóbili son dos personalidades que uno siempre quiere tener en un equipo", contó.

   Con su club, Otarán visitó nuestra ciudad para enfrentar a El Nacional por la última fecha -de la primera fase- del Provincial de Clubes femenino.

   Círculo ganó 59 a 54, aunque debía hacerlo por más de 16 puntos para lograr la clasificación. En ese sentido, el celeste, y Ferro de Olavarría, que terminó en el primer lugar del grupo, avanzaron al Final Four a jugarse entre el 6 y el 7 de octubre en sede a licitar.

   "Cuando Manu apareció en la Selección lo empecé a seguir más. Me acuerdo que con Ciclista Juninense pudimos hacer un viaje y ver a la Selección; ahí me saqué la primera foto con Manu. Fue un sueño. Después, por suerte pude verlo más veces y en la NBA. Todo el mundo va a coincidir conmigo en que su inteligencia para jugar es increíble, haciendo cosas que a muchos jugadores talentosos no se las he visto hacer", contó, en presente y con nostalgia, como si el 20 de los Spurs continuará en actividad.

   "Me encanta ver sus videos y me encanta su filosofía en cuanto al básquet, su vida, su carrera", añadió Antonela, de 34 años, quien nació en 9 de Julio, al año se fue a vivir a Junín (allí jugó en Ciclista) y ahora reside en La Plata, donde forma parte del plantel mayor de Círculo Penitenciario.

   Otarán tiene 21 tatuajes y tendrá 22 el próximo sábado -aclara-, siendo cuatro de ellos sobre básquet: el rostro de los dos jugadores, uno en cada pierna, y dos pelotas, una de ellas con alas y sobre un tobillo.

   "Lo de Rodman nació cuando empecé a jugar al básquet, a los 12 años, que era plena época (exitosa) de Chicago Bulls. Me llamó la atención esa clase de jugador que sobresalía del equipo pero no por ser el más talentoso. Era rústico, peleaba, iba al frente... y por ahí me identifiqué un poco porque mi juego tira para ese lado (risas). No sé si compartía todas sus locuras, pero en cuánto al básquet, es de las personalidades que tiene que tener un equipo", señaló Otarán, que con 12 puntos fue una de las goleadoras del partido contra El Nacional, el último fin de semana, en la tierra de Manu.