Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Accidentes en la vía pública bahiense: cómo pequeñas acciones pueden salvar vidas

“Es importante saber que ante estos episodios hay que actuar a tiempo y controlarlos en el lugar del suceso, en el transcurso de la llegada de la ambulancia”, señaló el doctor Pablo Fernández Keller, jefe de Guardia del Hospital Municipal Leónidas Lucero, precisamente el nosocomio que más accidentados recibe en la vía pública. 

Por Pablo Andrés Alvarez / palvarez@lanueva.com

   Una pequeña acción puede salvar una vida. Y ante un accidente en la vía pública, ya sea de tránsito o alguna caída, una reacción en tiempo y forma puede evitar inconvenientes posteriores.

   Precisamente, un accionar rápido permite disminuir la morbilidad en un 80%, de acuerdo a una estadística difundida por la Asociación Argentina de Cirugía.

   Ocasionalmente, en la vía pública, una persona puede encontrarse ante una situación imprevista y ser testigo de un accidente.

   Los más comunes son los de tránsito que pueden ocasionar cortes en distintas partes del cuerpo. Pero también son muy habituales las caídas sobre superficies filosas o algunas situaciones delictivas con uso de armas de fuego o arma blanca que pueden generar distintas lesiones.

   “Es importante saber que ante estos episodios hay que actuar a tiempo y controlarlos en el lugar del suceso, en el transcurso de la llegada de la ambulancia”, señaló el doctor Pablo Fernández Keller, jefe de Guardia del Hospital Municipal Leónidas Lucero, precisamente el nosocomio que más accidentados recibe en la vía pública.

   Las personas que están alrededor pueden adoptar una actitud activa y ayudar con primeros auxilios. ¿Pero de qué manera?

   “Lo primero es protegernos a nosotros mismos, porque muchas veces, en el afán de ayudar, nos podemos convertir involuntariamente en víctimas. En muchos casos de accidentes de tránsito, mayoritariamente en la ruta o lugares con poca luminosidad, alguien que se baja rápido a dar una mano termina atropellado o produciendo un choque en cadena. El paso siguiente es ubicar el lugar con la mayor exactitud posible y llamar al 107 para denunciar la emergencia médica”, aconsejó el facultativo

   . Y añadió: “Una vez que se comunican con el 107, el telefonista los irá guiando para conocer la gravedad de la situación, por lo que hay que ser lo más específico posible”.

   El tiempo hasta la llegada de la ambulancia suele ser crucial.

   “Antes de actuar, siempre tenemos que pensar que el accidentado puede tener una lesión en la columna cervical. Se recomienda no moverlo, porque se puede agravar el cuadro. Si está consciente, hay que tranquilizarlo para que no mueva el cuello”.

   Por lo general, estos episodios producen heridas sangrantes.

   “Si se observa una hemorragia profusa, se debe presionar la herida para detener o disminuir el sangrado. Se puede realizar un torniquete, pero lo menos complicado es una compresión directa con alguna prenda”, explicó Fernández Keller.

   La conducta inicial del control de los sitios de sangrado tiene por objetivo evitar que el individuo sufra un shock hipovolémico (presión baja, palidez de piel) como consecuencia de la pérdida de sangre.

   Es fundamental, de ser posible, también anotar o memorizar la hora y los minutos de cuando se realizó esta acción, ya que este dato será útil para la atención posterior.

   Asimismo, si los golpes afectan los miembros inferiores, principalmente en las personas con patología varicosa y que producen sangrado, se recomienda acostarlo y elevar las piernas.

   En caso de fractura en algunos de los miembros, Pablo Fernández Keller sugirió no tocar.

   “En muchos casos, hemos visto que alguien quiso acomodar un hueso roto y terminó siendo peor. En ese caso, sólo se intenta inmovilizar”.

   También las conmociones cerebrales son frecuentes en un accidente en la vía pública y muchas veces no son detectadas a simple vista.

   “Si hemos visto que sufrió un golpe en la cabeza, lo ideal es demorarla hasta que llegue la asistencia profesional. En muchas ocasiones, las personas se caen, se golpean, se levantan y se van porque creen que están bien. Y después aparece un sangrado intracraneal que puede tener consecuencias graves por no haber sido atendido a tiempo”.

   Mucha gente decide no involucrarse en caso de accidentes por los riesgos legales posteriores. En ese sentido, el jefe de Guardia del Leónidas Lucero fue contundente en su mensaje.

   “Con sólo llamar rápido al servicio de emergencias ya estamos dando una ayuda sumamente importante. Y estas pequeñas acciones, pueden salvar una vida. Y también debemos pensar que esa persona accidentada puede ser un familiar y nos gustaría que alguien lo ayude”.

Otras acciones

   --En caso de quemaduras: no aplique cremas, pasta dental, etcétera. Sólo hidrate la zona con abundante agua fresca, no fría (el cambio brusco de temperatura podría causar shock).

   --Ante un individuo que presenta convulsiones: intente recostarlo sobre el piso, ya que podría caerse de cualquier otra superficie, y colóquelo de costado (esto evita la asfixia a causa de la posición de la lengua y que el individuo se ahogue con secreciones). Jamás coloque elementos en la boca de la persona, mucho menos sus dedos.

   --En los casos en que la víctima sufre un paro cardiorrespiratorio, la maniobra para brindar primeros auxilios es conocida como RCP (resucitación cardiopulmonar). Para llevar a cabo las mismas se necesita una breve instrucción, de preferencia en un curso dictado por especialistas.