Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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9 obstáculos que enfrentan las personas con discapacidad a la hora de salir a comer en Bahía

Un grupo de personas recorrió parte de la avenida Alem y contó su experiencia.

Foto: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Belén Uriarte / buriarte@lanueva.com

      Sol Azcárate / sazcarate@lanueva.com

 

   Con motivo de la Semana de la Discapacidad, se hizo ayer un circuito inclusivo por el sector de los bares y restaurantes de avenida Alem.

   El evento, organizado por el Observatorio de los Derechos de las Personas con Discapacidad, duró cerca de dos horas y el objetivo fue "ponerse en el lugar del otro".

   Distintas personas se acercaron a participar. Algunas se vendaron los ojos para sentir lo que es no ver. Otras se subieron a sillas de ruedas y sortearon todo tipo de obstáculos.

   Al terminar la actividad, todos coincidieron que a las calles y veredas de Bahía les falta mucho para ser inclusivas. Y también a los locales de comida y bares.

   Solamente un restaurante de calle Dorrego cumplió con los requisitos: el Observatorio lo premió con un logo que destaca la accesibilidad del lugar.

   Según se observó en el circuito inclusivo, las personas con discapacidad enfrentan al menos 9 obstáculos a la hora de transitar por la ciudad o querer ingresar a un local para comer o tomar algo.

1) Rampas sin condiciones

   "Las rampas no están preparadas y cuando bajás te vas al medio de la calle", dijo María Elena, quien pertenece al centro de Braille y recorrió parte de la avenida Alem en silla de ruedas.

   "Lo que más se nos dificultó fue el pasaje de una calle a otra porque no está preparado con rampas adecuadas para transitar. Si ella [por María Elena] lo hubiese tenido que hacer sola, hubiese sido casi imposible", aseguró Mónica, quien trabaja en IREL (Instituto de Rehabilitación Integral) y ayudó a María Elena a movilizarse en silla de ruedas.

2) Falta de rampas

   Mónica también contó que "el ingreso a los lugares públicos, a los restaurantes, a las estaciones de servicio y a ciertas obras sociales no se puede hacer solo porque no hay rampas".

3) Baños no adaptados 

   "Pasamos por la estación de servicio y los baños no están adaptados: hay escalones y no podés entrar [con la silla de ruedas], te tenés que volver", lamentó María Elena.

   Su acompañante contó que ingresó a un local de comidas de Alem y tampoco encontró el baño en condiciones: "Levantaron el inodoro pero no está adaptado y nada más hay un barral de sujeción para lavarse las manos".

4) Veredas desniveladas o rotas

   "A mí me estaban llevando pero si te tenés que autopropulsar es terriblemente incómodo transitar por las veredas y las calles cuando están tan desniveladas y con tantos obstáculos. Te hace depender de alguien y te hace sentir muy mal. No podés disfrutar de la vida cotidiana porque vas con mucha inseguridad y muchos miedos. Cuando veía muchos obstáculos me daban ganas de salir [de la silla de ruedas] y pararme", confesó María Elena.

   Marcela, quien se vendó los ojos para ponerse en los zapatos del que no ve, contó que en Alem tuvo que atravesar algunas veredas rotas.

5) Mesas y sillas en las veredas

   María Elena lamentó que "por donde hay bares, no podés circular con comodidad y seguridad".

   Y en ese punto también coincidió Marcela: "Íbamos [con su acompañante Mirta] por las veredas y sorteamos algunas sillas y mesas que había en algunos bares".

6) Escalones en las entradas

   "La mayoría de los locales tienen algún obstáculo para ingresar o algún escaloncito que aunque sea pequeño las sillas de ruedas no lo sortean", dijo Marcela, quien forma parte del Observatorio de los Derechos de las Personas con Discapacidad.

7) Puertas estrechas 

   "Todos [los trabajadores de los locales visitados] reaccionaron de una manera muy nerviosa. El chico de una pizzería nos atendió muy amable, nos dijo que estudia lengua de señas y que el lugar debería estar adaptado. Lamentablemente nos encontramos con dificultades: una mesa muy chiquitita en el ingreso y una puerta de 60 centímetros por donde apenas se pasa [sin silla]", relató Mónica.

8) Obras en construcción

   "Sorteamos una empalizada (valla) de una obra en construcción. Es increíble cómo las personas ciegas conociendo las técnicas se manejan con los obstáculos en la vía pública", reconoció Marcela.

9) Medidas incumplidas

   Mara Recondo, de la Fundación DISER (Discapacidad y Servicio), contó que, de acuerdo con la ordenanza, debe haber 50 centímetros desde el cordón al cerramiento del comercio gastronómico.

   Pero muchos no lo cumplen, lo que hace imposible que una persona con silla de ruedas pueda subir a la vereda en ese sector.