Los tarifazos siguen pegando duro en los clubes de barrio de Bahía
Mientras se confirman los aumentos y pagos retroactivos, muchos espacios de contención social tratan de sostenerse. Más que el gas, a varios de los consultados les preocupa la electricidad.
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El problema de los tarifazos impacta fuerte en los pequeños clubes de barrio de nuestra ciudad. Si bien al hablar de servicios públicos vale aclarar que la mayoría de estas organizaciones no cuenta con red de gas, sí tienen gastos importantes de energía eléctrica, la cual también volvió a aumentar a partir de este mes.
A la hora de calefaccionarse, muchos utilizan salamandras o estufas eléctricas. O bien, directamente, tratan de devolver a los chicos a sus casas antes de que arrecien las temperaturas más bajas.
Entre aquellos que cuentan con ambos servicios, el pago implica destinar un porcentaje cada vez más alto de sus presupuestos.
Estrella de Oro, entidad con sede en Chacabuco al 1600, no tiene grandes egresos por el gas, aunque sí por la luz. "La última de electricidad fue de 4.600 pesos. Un lindo gasto...", ironiza Walter, uno de los responsables y luego da una definición más rotunda: "Durísimo".
Andrés, de Mundial Fútbol Club (Sixto Laspiur 640), dice: "A nosotros nos vinieron cerca de 5.000 pesos de luz y 3.000 de gas en las últimas facturas. Obviamente que nos está costando muchísimo juntar la plata para pagar y seguir afrontando el resto de los gastos. El objetivo es mantener un buen servicio para los chicos".
Desde Bravard 999, el referente del club Sixto Laspiur cuenta que no tienen gas de red y que para calefaccionarse usan alguna salamandra o la parrilla. Para cocinar, garrafa. "Y con la luz... nos manejamos", dice Walter.
En Francia y Catamarca funciona la escuelita 1º de Mayo. Allí solo tienen energía eléctrica y el último tramo fue de 900 pesos. "Pero ahora pusimos el riego, así que vamos a ver la próxima. Espero que no venga mucho más cara porque la pagamos entre los profes, ya que no cobramos cuotas", comenta Daniel.
La burocracia les trabó la llegada del gas
En Calvento no tienen luz porque les resulta imposible abordar el costo del medidor. "Trabajamos cuando hay sol, nada más", explica Ricardo.
En 2013 la entidad ubicada en Pasaje Calvento al 2000 ganó un proyecto de presupuesto participativo municipal para la obra de gas, por unos 500 mil pesos. Pero desde distintos niveles estatales tardaron cerca de un año en armarles el presupuesto y todos los precios cambiaron.
Después de las demoras burocráticas, lo que lograron obtener solo les alcanzó para "hacer algo en los vestuarios". En realidad, no es mucho lo que falta aunque por ahora no creen que puedan encarar el resto del trabajo, debido a los costos.
Las escuelas deportivas barriales, en muchos casos, son los únicos centros de contención para los chicos de sectores vulnerables, al margen de la escuela.