Punta Alta: la Justicia le negó salir del país a un competidor de Ironman acusado de facilitar la prostitución
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La justicia le impidió salir del país al maratonista de Punta Alta Guido Santos Natale (58), para participar de una competencia Ironman en Centroamérica, a desarrollarse el 18 de junio.
Se lo prohibió el Tribunal Oral en lo Criminal Federal, que lo había condenado a 4 años de prisión por el delito de facilitar la permanencia ilegal de mujeres extranjeras en el país y obtener un rédito económico.
Natale pretendía viajar a Costa Rica, para participar del Ironman 70.3. Y también había pedido permiso para viajar, en octubre, a Miami, por una actividad similar. Dijo que desde hace años compite, no solo "como estilo de vida" sino para "paliar" una enfermedad que padece y acompañó pruebas sobre su estado de salud.
La fiscal general, María Cristina Manghera, se opuso al planteo, debido a la sentencia que, aunque no está firme, sería de cumplimiento efectivo, por el monto de la pena.
"No ha variado la situación que permita modificar el criterio oportunamente sustentado por este tribunal", explicaron los jueces Juan Leopoldo Velázquez y Beatriz Torterola, al hacer mención a una negativa similar en marzo.
"La condena a 4 años de prisión de efectivo cumplimiento, si bien no firme, goza de una presunción de certeza y constituye una circunstancia que permite prever la existencia de peligro de fuga impidiendo la aplicación del derecho penal material", agregaron.
Prostitución
Natale, quien regenteaba en 2006 un local nocturno en Punta Alta, fue condenado por permitir la permanencia ilegal de mujeres extranjeras en el país y obtener un rédito económico.
Se acreditó que, con anterioridad al 28 de septiembre de 2006, en el domicilio de Colón 283 de la vecina ciudad, el imputado “facilitó la permanencia de 22 mujeres de nacionalidad paraguaya, en situación migratoria irregular, explotando el ejercicio de la prostitución en el local comercial de su titularidad, con el fin de obtener un porcentaje de las ganancias obtenidas por la venta de copas y el comercio sexual por ellas ejercido, haciendo de ello una actividad continua y habitual”.
Entre las pruebas valoradas, los magistrados destacaron las declaraciones de las mujeres, del personal policial que llevó adelante investigaciones encubiertas y de los efectivos que realizaron el procedimiento en el local.