Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Caso Goyak: una causa que pone en el tapete a la Justicia

Los detalles del expediente por el choque en Mitre y 11 de Abril.
Fotos: Sebastián Cortés-LN.

   El destino fue cruel para Dana Guiglioni. Y no solo por haber quedado en el camino de un inconsciente al mando del volante.

   Poco después de la 1 de aquel desgraciado viernes 2, ella y su amigo Agustín Ochoa -con quien había compartido una cena-, esperaban la 500 en Mitre casi 11 de Abril para volver a sus casas. Estaban en la vereda de la parada, aunque decidieron cruzar para ver los cuadros exhibidos en una oficina de la estación de servicio. Y porque enfrente la esquina "estaba más iluminada", según reconoció Agustín en su testimonio. Quizás buscaban mayor seguridad.

   Cuando charlaban de la vida, Agustín observó el avance por Mitre de “un Audi a excesiva velocidad”. “Se sentía el ruido del motor”, graficó. No alcanzó a decir nada. Vio el reflejo de la luz del semáforo en rojo y, de inmediato, el desenlace. El remís cruzaba por 11 de Abril, a velocidad “normal”, cuando tocó el lateral trasero del coche que manejaba Nazareno Branco Goyak. El Audi, de costado, impactó con el cordón cuneta y el semáforo. El resto es sabido.

   “Después de que se disipó la nube de polvo, encontré a Dana arriba de un cantero, como sin reacción”, relató Agustín. Procuró ayudarla y pidió auxilio en la YPF, hasta que una ambulancia la trasladó al Hospital Municipal, donde hoy, a más de una semana, lucha por sobrevivir.

   Goyak está en libertad. La jueza de Garantías N° 3, Susana Calcinelli, hizo lugar al pedido de eximición de prisión presentado por su abogado, Juan Manuel Martínez. Esa medida, que despertó fuerte rechazo social, no impide que el joven, que cuenta con varios incidentes públicos previos, pueda cumplir una pena de prisión al final del proceso.

   La Nueva. tuvo acceso a la causa penal y, a través de las pruebas reunidas, especialmente testimonios, pudo reconstruir las horas previas de Goyak, de qué manera se produjo el “accidente” y qué hizo el joven después.

   También se conoció la estrategia de los fiscales, que buscan desarchivar al menos 5 sumarios contra Goyak, para conformar lo que el Código Penal -en su artículo 55- prevé como concurso de delitos, con el fin de acumular penas y tratar de dejarlo entre rejas.

Amigos, asado, alcohol y... ¿un intento de abuso?

   El jueves a la noche, un grupo de amigos decidió hacer una asado. En una casa de Brown al 400 se habrían reunido Ramiro González, Danilo Serrat, Nicolás González, Oscar Stremel y Nicolás Delgado. A último momento se sumó Nazareno Goyak y debieron salir de apuro a comprar más carne. Empezaron a comer a las 23.30.

   Nicolás Delgado conoció recién esa noche a Goyak, según declaró. Tienen amigos en común. Dijo que entre los 6 tomaron 12 porrones, 3 o 4 botellas de litro de cerveza y fernet, aunque él no ingirió esta última bebida.

   Terminado el asado, y como tenían pensado “salir para seguir tomando cerveza”, algunos de ellos fueron hasta el departamento de Serrat, cerca del canal Maldonado en un Chevrolet Vectra.

   Goyak se retiró en su auto y se encontró más tarde con sus amigos. Hay un vacío de una hora en el rompecabezas, que se espera aclarar.

   La pieza que falta podría ser el incidente que denunció Agostina Catalán, presuntamente sobre la 0.30, en el barrio San Martín, cuando la joven de 20 años se dirigía a la casa de una amiga y se topó con el Audi mientras, al parecer, corría una picada con otro coche.

   Dijo que la encerraron, que la invitaron a subir al auto y hasta que casi la atropellan. “Fue desesperante”, reconoció la joven a La Nueva.

   El “blanco” se cierra después de la 1, cuando Goyak se volvió a encontrar con el resto de sus amigos en el domicilio de Serrat. De allí salieron, poco después, todos en el Audi. Nicolás Delgado se sentó detrás del conductor.

   “Arrancó despacito, porque había muchos badenes", pero "dos o tres cuadras antes del lugar del accidente, subió la música 'al taco' y empezó a cortar semáforos y a pasar otros en rojo”, testimonió en la fiscalía.

   Cuando se produjo el hecho, Delgado venía mirando su celular. Reconoció que después del impacto con el remís, el Audi quedó de costado, pegó contra el cordón cuneta y el semáforo y después, casi por la inercia y la velocidad que traía, siguió una cuadra -hasta la esquina de Mitre y 19 de Mayo-, pese a que tenía los airbags abiertos y una de las ruedas traseras, producto del golpe, quedó obstruida en su eje.

   “Nos bajamos los cuatro. Nazareno se sentó en el cordón y pidió un cigarrillo”, dijo Delgado.

   Antes de que el conductor se retirara, llegó una pareja desde la esquina anterior y les confirmó que a una chica se le había caído un semáforo en la cabeza.

   Nicolás González, uno de los mejores amigos de Goyak, confirmó, con matices, la misma versión.

   Venía en el asiento del acompañante y, tras la colisión y la detención final del Audi a 100 metros, dijo que Nazareno bajó, le pidió dinero y “se fue corriendo”.

   Danilo Serrat ratificó ante los fiscales que Goyak, antes del choque, “venía muy rápido” por Mitre, que “pasó semáforos en rojo” y que, luego del lamentable final, “se prendió un pucho y después se fue”.

   Ninguno dijo concretamente hacia dónde partió.

 “Pasó como una sombra adelante mío”

   Bruno José Morresi es el chofer que chocó con el auto de Goyak, al mando de un Fiat Siena de la empresa Remís Universitario.

   El coche de alquiler circulaba por 11 de Abril, en dirección a Alvarado, con una pasajera que poco antes había levantado.

   “Iba a 25 o 30 kilómetros por hora”, aseguró Morresi. Cuando llegó a la esquina, y cruzaba con la luz en verde, sobre la 1.25, advirtió que el Audi se movilizaba muy rápido: “Pasó como una sombra adelante mío”, comparó.

   La pasajera declaró el jueves y virtualmente ratificó la versión del trabajador del volante.

   Aunque no está confirmado aún, a la ronda testimonial se podrían sumar los playeros de turno de la estación de servicio.

   Por otra parte, la fiscalía envió oficios para obtener los registros de las cámaras del Centro Único de Monitoreo Municipal (CEUM) y también de comercios de las adyacencias.

   A su vez, esperan los resultados de las pericias accidentológicas de rigor, que podrían echar luz a la velocidad en que se movilizaban los vehículos y a la mecánica del hecho.

   Por otra parte, el doctor Santiago Garrido, secretario de la Fiscalía General, se entrevistó con el juez de faltas Ricardo Germani y aguarda que le envíen el número de actas de procedimiento en contra de Goyak, así como si tenía una eventual condena por alcoholemia (es una versión no confirmada) y alguna restricción para conducir vehículos.

   Goyak aún no declaró formalmente en la causa (lo haría en modo de indagatoria) porque se espera que la Cámara Penal resuelva la apelación a la eximición de prisión que se le otorgó.

   El joven, que el 27 de octubre cumplirá 24 años, nació en Trelew, desde donde llegó con su familia, que mayoritariamente está afincada en Monte Hermoso. Fijó domicilio en el barrio Palos Verdes y, según se supo, es titular de NG Motors, una concesionaria de autos ubicada en Brown 1.131 aunque, según los investigadores, está registrado con la categoría más baja de monotributista.

   También procuran averiguar si esa madrugada, después de las 4, se activó la cuenta de Facebook de NG Motors (luego dada de baja), para responder una consulta sobre la venta de un vehículo. En la fiscalía general recibieron el jueves una captura de pantalla en ese sentido.

De haber sido Goyak el que respondió, chocaría con su declaración pública acerca de que después de la colisión no recordaba nada porque se desvaneció.

A fines de 2012, la Fiscalía General bajó línea clara

   Mediante la Instrucción General N° 90, la Fiscalía General de Bahía Blanca endureció, a fines de 2012, la política judicial sobre accidentes de tránsito, a partir del incremento -en cantidad y gravedad- de delitos imprudentes en nuestro ámbito y una disparidad en el tratamiento de las causas.

   El doctor Juan Pablo Fernández instó a evitar las probation (tareas comunitarias en vez de prisión) y llevar a juicio oral los casos de homicidios culposos, para un mejor esclarecimiento y el cumplimiento de la inhabilitación, a fin de limitar los beneficios que obtenían los acusados.

   También reclamó que la inhabilitación, para este tipo de hechos, sea efectivamente aplicada.

   Advirtió, a su vez, una “disparidad de criterios” de los acusadores y entendía que el juicio oral tradicional, a diferencia del abreviado, es más preciso para analizar la prueba, la autoría y la responsabilidad penal.

   Dos años antes de esa instrucción, la familia de Tomás Osorio (16), quien falleció al ser atropellado por un auto en el barrio Palihue, pretendía que el caso llegara a debate oral, aunque se resolvió mediante juicio abreviado, con una pena de 3 años en suspenso para el conductor del coche que lo atropelló, Juan Enrique Peri.

   En esa causa, el acuerdo de pena -3 años de ejecución condicional y de 6 de inhabilitación para conducir- entre la fiscal Leila Scavarda y el defensor Rubén Diskin, fue aceptado por la jueza Susana Calcinelli.

   La muerte de Tomás se produjo la madrugada del 25 de mayo de 2009, cuando Peri conducía un Citroen C3 por la calle Kennedy y, a la altura de Las Acacias, embistió al menor y a dos amigos suyos, que caminaban en el mismo sentido.

   Mientras el chico falleció casi en el acto, sus amigos y compañeros de la categoría de rugby M-17 del Club Argentino, Luciano Marconi y Federico Nilos, resultaron con lesiones, aunque ambos se repusieron después de estar hospitalizados.


Otras causas de tránsito que fueron referencia

   El 23 de diciembre de 1995, Cristian Andragnez y Cristian Domínguez corrían una picada por Chiclana y, al llegar a Palau, embistieron a un auto que giraba, con el semáforo en verde. Raúl Camacho (57) y Elba Fernández (54) perdieron la vida.

   Dos años después, el entonces juez Enrique Montironi, en un fallo inédito para la época, les aplicó a ambos la pena de un año de prisión efectiva, por doble homicidio culposo, y los inhabilitó a conducir por 10 años.

   Sin embargo, meses más tarde la Cámara Penal revocó el fallo y ordenó el cambio de la pena por tareas comunitarias en el Hospital Municipal, dos veces por semana, durante dos horas. Lo hizo, según el fallo, para respetar el mandato constitucional del fin resocializador de la pena.

   Uno de los casos más emblemáticos en Bahía es el que tuvo por imputado a Marcelo Alejandro Fraga.

   Se trata del conductor de un Ford Galaxy que, la madrugada del 16 de marzo de 2008, por la avenida Alem al 1.100, a elevada velocidad y pasando semáforos en rojo, atropelló y terminó con la vida de Lucas Ramoscelli (24) y de su novia María de los Ángeles Mellado (19). Se estableció que previamente había estado en un boliche, consumiendo alcohol.

   En 2010, el Tribunal en lo Criminal N° 1, por mayoría, lo condenó a cumplir una pena de 4 años y 3 meses de prisión efectiva por doble homidicio culposo agravado. No prosperó el pedido del fiscal para condenarlo por homicidio simple con dolo eventual, que prevé penas de 8 a 25.

   Estuvo algunos meses detenido (en una comisaría, la cárcel y con arresto domiciliario), fue excarcelado y en 2012 Casación confirmó la pena y volvió a quedar entre rejas, hasta que finalmente purgó la sanción.

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