Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Tránsito: procuran que algunas faltas se conviertan en delitos

Es una iniciativa de la Asociación Civil Luchemos por la Vida.
Fotos: Pablo Presti y Google

   Desde hace varios años, la Asociación Civil Luchemos por la Vida sostiene la necesidad de legislar una serie de contravenciones viales, a fin de que los responsables sean castigados penalmente.

   Las propuestas fueron elevadas en 2 oportunidades al Congreso, aunque todavía no tuvieron eco. Cada accidente con consecuencias graves vuelve a exponer la problemática y la necesidad de tomar cartas en el asunto.

   El doctor Alberto Silveira, presidente de la ONG, detalló las 3 conductas que deberían tener mayor reproche legal.

   “Una sería la de exceder en 40 kilómetros la velocidad máxima establecida para el lugar de tránsito. Otra es conducir con una tasa de alcohol en sangre superior a 1 y, la última, para aquellas personas que circulan al mando de un vehículo sin licencia, con el carnet suspendido o inhabilitado para hacerlo”.

   Del mismo modo, consideró que nuestro país debería adecuar las velocidades máximas a los estándares internacionales propuestos por la Organización de Naciones Unidas, que se encuentran 10 kilómetros por debajo de las establecidas en Argentina.

   “Es fundamental tener controles estrictos y poner énfasis en la tarea preventiva. Es llegar a la sanción antes que esa persona llegue a matar a alguien. Después ya es tarde”.

   Según cifras de Luchemos por la Vida, en el país se realizan unos 300 mil controles de alcoholemia, un número muy inferior comparado con países como España y Francia.

“Hacerse cargo”

   Silveira señaló que esto se debe a una “falta de decisión política. Hay que hacerse cargo para que la prevención exista y las leyes se cumplan. Los controles son clave. Si existen, los automovilistas se cuidan; en cambio, si no están, saben que no les va a pasar nada”.

   Del mismo modo, manifestó que “los argentinos manejamos muy mal”.

   “Esto queda en evidencia con los más de 7.000 muertos que tenemos por año. Manejar bien no es ser habilidoso con el volante o andar a 150 kilómetros sin que nos pase nada, sino llegar bien a destino y que no le pase nada a quien se nos cruce en el camino”, sostuvo.

   Ayer, al cumplirse el Día de la Seguridad Vial, Luchemos por la Vida reclamó que el Estado argentino cumpla el compromiso que asumió ante la ONU de disminuir el número de muertos en siniestros viales en el periodo 2011/20.

   “Transcurridos ya 6 años, los muertos aumentaron ligeramente”, señaló. Otros países lograron bajar esa estadística de manera significativa.

   También pidió que, de una vez por todas, se implemente la Educación Vial de manera sistemática y continua en escuelas primarias y secundarias, con capacitación a los docentes.

“Al destino, muchas veces, lo induce la imprudencia ajena”

   “Como dice nuestro spot de concientización, son solo 2 segundos y te cambia la vida”, dice Nora Tortello, referente de Estrellas Amarillas, quien no encuentra calificativos para hechos como el que sufrió hace poco más de una semana Dana Guiglioni.

   “Uno no sabe si llamarlo fatalidad, casualidad o causalidad. La verdad es que es muy triste todo esto. Al destino, muchas veces, lo induce la imprudencia, en este caso, ajena a la chica”, opinó.

   Nora habla desde el dolor, con conocimiento de causa. Perdió a un hijo (en 2007), a un hermano (embestido por un conductor alcoholizado) y al hijo de un primo (este año) en distintos accidentes de tránsito.

   Sostuvo que para la familia de Dana, “la justicia hoy está en un segundo plano y las energías están sobre la chica, para que se recupere”.

   Al igual que entendidos en la materia, destacó la necesidad de endurecer las penas para los responsables de siniestros viales.

   Señaló, además, que desde la ONG realizan “un trabajo de hormiga, de concientización y con el objetivo de generar un cambio, el que quizás nosotros no veamos”.

   Aconsejó lograr “empatía con el prójimo”. “Si me subo a un vehículo, debo respetar las leyes y a todos. No hacer lo que no me gustaría que me hagan”, remarcó.

   Para Nora, quienes manejan alcoholizados son la principal preocupación y, sobre la velocidad, estimó que “con las máximas establecidas, las cámaras y los radares, se ha controlado bastante”.

   “Si tan solo pudiéramos poner en palabras y describir la forma en que se desintegra una familia ante la pérdida de un ser querido... se rompe todo”, graficó.

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