Bahía Blanca | Lunes, 07 de julio

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Le bajaron la pena al hombre condenado por matar a un panadero de 77 puñaladas

Para Casación no se probó el robo y le impuso una condena de 14 años.
Fotos: Archivo LN.

   La Sala V del Tribunal de Casación bonaerense redujo la pena de prisión perpetua que en septiembre de 2015 le había impuesto la justicia bahiense a Dante Maximiliano Brandoni por el asesinato del comerciante Juan Carlos Alvarez, al entender que no se probó que el acusado le haya robado dinero a la víctima, y recalificó el caso como homicidio simple, fijándole una condena de 14 años de cárcel.

   Los jueces Martín Manuel Ordoqui y Jorge Hugo Celesia hicieron lugar a la apelación presentada por el abogado defensor Fabio Weiman y modificaron la sentencia del Tribunal en lo Criminal Nº 2, que lo había sentenciado por homicidio criminis causa.

   Alvarez falleció el 16 de enero de 2014, en su vivienda del barrio Paihuén, tras recibir 77 puñaladas.

   Durante el juicio, el condenado reconoció el asesinato: “Necesito tratar de entender esa reacción que tuve. Jamás se me hubiera ocurrido matar a Juan Carlos para después robarle porque eso no coincide para nada con mi personalidad; no soy una persona violenta".

   “A mi entender no se encuentra plenamente acreditado el delito de robo, más allá del lamentable acontecer causal de la muerte de la víctima”, señaló Ordoqui en el fallo de Casación.

   Agregó que “hay muchas contradicciones en la apoyatura probatoria y su derivación razonada, para que el hecho pueda ser encuadrado en los términos del artículo 80, inciso 7º, del Código Penal (para preparar, facilitar u ocultar otro delito o procurar impunidad)”.

   Expresó luego que “los razonamientos conjeturales de la sentencia no resultan lo suficientemente claros para condenar en los términos expresados en el fallo recurrido”.

   En su análisis el magistrado cuestionó una serie de puntos que en la sentencia los jueces habían encontrado probados. Entre ellos, que Brandoni fue descubierto inesperadamente en la casa por la víctima y que el dinero que tenía en su poder era producto de la sustracción al fallecido.