María Sol, la bahiense que entró a la tele... por la ventana

Redacción de La Nueva.

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Por Maximiliano Palou / [email protected]

Hay una nena frente a la ventana de la casa del barrio Patagonia. Escucha las instrucciones de mamá. Las repite. Juega a que la ventana es una pantalla de televisión. Y le explica la receta a esa teleaudiencia ficticia. Dieciocho años después la nena está en la tele. En serio. Dejó de ser nena y es una de las participantes del programa Masterchef, de Telefé.

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María Sol Bazzolo (bahiense, de 26 años) se dio cuenta de que la cocina era lo suyo en Europa.

--Hice un viaje en 2012 en el que paraba en casas. Mi manera de agradecerles era cocinando. Les hacía pastel de papa, empanadas... Trataba de que siempre fuera algo argentino, barato y rico.

A partir de tantos “qué rico” y disfrutar tanto en medio de las ollas, cuando volvió a Buenos Aires dejó colgado el título de diseñadora gráfica y se decidió por la gastronomía.

--También me di cuenta de que soy muy sociable y de que la cocina me da muchas más posibilidades de estar con gente que sentarme frente a una computadora a diseñar -dice.

Además de ese viaje por Europa, de aquella nena que hacía tortas y “cosas dulces”, María Sol aprendió a cocinar cuando llegó a Buenos Aires para estudiar.

Estaba sola y tenía que hacerlo.

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Tan cerca quedó de la cocina que una amiga de una de sus hermanas le avisó lo de Masterchef, el programa que propone que los participantes pasen varias pruebas para llegar a su sueño de convertirse en cocinero. Además de otros 2 premios: 250.000 pesos y una beca en la escuela de cocina de Mausi Sebess.

--Yo no tenía ni idea del programa porque no tengo televisor. Mandé un mail y un video. Como no me contestaban pensé que el video era malísimo. Pero a ellos les encantó.

En el video tenía que cocinar contando sobre su vida. Como frente a la ventana del barrio Patagonia. Participó en un casting junto a 300 personas, después hizo las pruebas de cortar cebolla y la de hacer un plato con un huevo. Hizo uno poché y quedó entre los 16.

--Que me llegara eso justo cuando me decidí dedicarme a la gastronomía fue una gran alegría.

En el 11º programa, del 15 de junio, María Sol quedó eliminada.

--La verdad es que en cada programa se va sumando cansancio y estuvo bien que me sacaran. Ya no estaba a la altura de mis compañeros. Obvio que igualmente me puse mal... Todos queremos ganar.

En ese último programa María Sol preparó pulpitos con puré de coliflor y pasta de aceitunas. Desde el jurado, integrado por los chefs Donato de Santis, Christophe Krywonis y Germán Martitegui, le dijeron: “El pulpo está duro, el plato está seco y las aceitunas muy saladas...”.

María Sol lloró ante cámaras.

En una segunda oportunidad, su lomo Wellington tampoco conformó al jurado. Y en una tercera chance hizo un duelo con Natalie, otra de las participantes, en un supermercado. En 5 minutos tuvo que conseguir ingredientes y hacer un sandwich.

--Le falta agresividad, está un poco seco y le faltó gusto --le comentaron sobre su sandwich de pollo.

Punto final. Entregó el delantal y se fue.

--¿Son muy duros?

--Cuando te metés en “Masterchef” sabés a lo que te atenés. Te muestran como es la vida en una cocina real y a veces son exigentes para que lo vayas sabiendo. Pero nada más.

Y es cierto. Las palabras finales del jurado fueron: “Fuiste una digna participante que se va por la puerta grande”.