Chile terminó con el reinado de España y se clasificó
Poco y nada quedó de aquel fino campeón de hace cuatro años. Ayer, a la luz de la derrota, sólo le quedó a España la gran frustración de este Mundial de Brasil, que le duró apenas cinco días.
El campeón defensor y uno de los candidatos recibió dos cachetazos letales que le quitaron vida en esta Copa. Holanda lo hirió, asestándole cinco goles en una paliza histórica y necesitaba salir a ganarle a Chile.
El equipo del argentino Jorge Sampaoli fue inteligente y hasta lujoso, con el golazo que construyó Aranguiz más el doble toque fino con el que definió Vargas, y luego con una conquista de Aranguiz tras un rebote en Casillas.
Sampaoli, con el paso que dio hoy, quedó a punto de recibirse de héroe nacional chileno, como discípulo de Marcelo Bielsa, también en un pedestal tras la cordillera.
Pero esta España nada tiene que ver con aquella campeona. Xavi, ese motor de buen fútbol en el medio campo, está gastado, como ya se lo veía en los últimos tiempos en Barcelona, pese a que los medios catalenes achacaban la baja a una merma en el rendimiento de Lionel Messi.
Andrés Iniesta mantiene la calidad, pero no tiene los socios que amalgamaron el gran equipo del 2010. Ni Xabi Alonso ni Sergio Busquets están a la misma altura. Y los nuevos: Diego Costa y Koke no están tan finos como entonces David Villa.
Ayer Chile le firmó el certificado de defunción a un gran equipo que hizo y quedará en la historia.