Estos hinchas te pintan la cara, pero en las tribunas
Disfrazados, con los rostros pintados y en muchos casos con el pelo mostrando los colores nacionales de cada país, el público se emociona y vibra con el arranque de los partidos y le brinda una emocionante ovación a sus jugadores cuando salen al campo de juego, tal como si estuviesen jugando.
Una gran parte prosigue con la fiesta fuera de las canchas tras los partidos; otros se retiran con caras de preocupación o sufrimiento. En el medio hay gritos de emoción, locura, desilusión...
Cada uno lo vive a su manera. En lo que todos coinciden en prenderse a la fiesta, transmitir color y alegría, bailar al ritmo de la música o acompañar el ritmo de los músicos sobre los escenarios montados debajo de la pantalla gigante.
Algunas canciones son pegadizas y encantadoras, típicos temas de Brasil. En distintos idiomas todos se hacen sentir.