Tambó Tambó llega con su promesa de cumbia al "Sucundúm"
Por Franco Pignol / [email protected]
Corría el año 1997 cuando Tambó Tambó se la jugó. Quería hacer cumbia pero con acordeón, ya que hasta el momento en Buenos Aires los instrumentos melódicos que prevalecían en la movida tropical eran la guitarra y el teclado.
En Santa Fe ya existían Los Palmeras con el gran Marcos Camino en acordeón, pero en Buenos Aires predominaba la cumbia norteña, con grupos como Ráfaga, Sombras, Grupo Green, Red o Los Charros. Nada de acordeón.
Antes de hacer los éxitos que aún hoy suenan en la radio y que tienen que ver con la cumbia colombiana, pero a un ritmo un poco más veloz, Tambó hacía cumbia mexicana.
"Nosotros nos llamábamos Las Hienas y queríamos hacer algo distinto. En ese momento se escuchaba mucha cumbia norteña. Ellos hacían la música en un tiempo mucho más rápido que el nuestro", aclaró el cantante Diego Mujica.
Recuerdo que en aquella época ese tipo de cumbia ya se estaba saturando. De ahí que explotaron bandas como Tambó Tambó y luego la cumbia villera de Pablito Lescano.
Totalmente. La gente ya se estaba saturando de la cumbia norteña y necesitaba un cambio. A veces cuando una banda como Tambó pega tan rápido y fuerte no es solamente por la calidad de la propuesta, sino también porque entró en un momento justo. Después, obviamente, nos convertimos en un clásico. Por eso seguimos laburando.
Ustedes siempre tuvieron buena relación con La Nueva Luna.
Uno de nuestros productores de aquella época era muy amigo del Chino (cantante), con quien grabé El Perdedor.
¿Por qué abandonaron la cumbia mexicana? Acercarse a los ritmos colombianos fue fundamental para el despegue del grupo.
Tardamos un año en grabar un disco estilo mexicano. Pero cuando empezamos a trabajar con José Luis Gozalo, el manager nuestro y de Rodrigo, ni lo escuchó. Lo agarró y lo tiró al tacho. Nos dijo: "quiero que graben esto". Era cumbia colombiana. Versiones originales con un tiempo y una voz muy pesadas. "Imaginate que veníamos de la cumbia norteña con su velocidad, bajamos un poco a la mexicana y de repente comenzamos a escuchar la colombiana, con toda su pesadez y tonos menores".
¿Cuál fue la primera reacción de la banda?
Yo pensaba que si me subía a cantar cumbia colombiana me iban a tirar con hielo. Pero nos dimos cuenta que Gozalo tenía razón.
La explosión
¿Cómo sabía Gozalo? ¿Cómo hizo para leer la clave del éxito?
Tenía dos boliches. Uno se llamaba "Mundo bailable" y el otro aún lo tiene y se llama "Escombro" (San Miguel). Ese era su tester. En aquella época no existía tanta Internet. Entonces los disc jockeys de zona norte (José C. Paz, San Miguel, Don Torcuato) intercambiaban material con DJs' de México y Colombia."Cuando comenzaron a pasar la música de Aniceto Molina reventaron los boliches. Entonces Gozalo nos presionaba para que hagamos ese estilo, que a nosotros nos gustaba, pero nos parecía muy lento".
¿Qué pasó cuando adaptaron sus canciones a los ritmos colombianos?
Se dio la explosión de Tambó Tambó.
Sigue el "Sucundúm"
Esta tarde continúa el ciclo "Sucundúm", en el balneario Maldonado, organizado por el Instituto Cultural de nuestra ciudad.
Desde las 18.30 se presentará en primera instancia Los Carabajal y luego cerrará Tambó Tambó.
El Perdedor, Aquellas promesas, Niña (Aaron y su grupo ilusión), Nena, Te estoy amando o Dónde está mi padre, son éxitos propios y de otros autores que piden los fans de Tambó Tambó.
"Cuando grabamos los primeros cuatro temas Gozalo los tiró en el boliche `Escombro' y la gente explotó inmediatamente. Por eso el sábado siguiente estábamos debutando ahí, después de Rayito Colombiano".
"Tenía pánico escénico. Me descompuse antes y después. Cuando llegué al boliche había una cuadra de cola. Les pregunté a varios a quién iban a ver y me decían a Tambó Tambó. No sabían que yo era el cantante. En esa época tenía 23 años", aclaró Mujica.
¿Cuántos shows llegaban a hacer por noche en aquella época?
Hacíamos once espectáculos por noche. Imaginate que hacíamos presentaciones de 20 minutos. Ibamos muy rápido. Tratábamos de meter temas por la mitad porque no nos daba el tiempo. Así fue armándose Tambó Tambó. Por un lado nosotros no queríamos hacer cumbia tan lenta, pero por el otro Gozalo nos presionaba para que la hagamos más pausada. De eso salió lo que se puede escuchar hoy.
Hoy escucho "El Campanero" original y el que hacen ustedes y es inevitable darse cuenta que ustedes van a un ritmo mucho más rápido.
Mucho más. Nunca fuimos tradicionales al mango. La mejor versión de El Campanero que escuché grabada es la de Onda Sabanera.
Con Rodrigo explotó todo
Después, con la llegada de Rodrigo, imagino que ya no eran todos éxitos.
Tuvimos nuestro bajón como toda banda grande. Cuando explotó Rodrigo en 2000, era todo de "El Potro". Veníamos de trabajar muy bien durante los tres años anteriores. Salió Rodrigo y empezó a hacer desastres en todos lados. Nosotros teníamos el mismo representante. En la oficina todo el mundo llamaba por él. Dejamos de ser los intocables. Pero Tambó sobrevivió a ese cimbronazo como pudo.
Era tu amigo ¿qué opinaba Rodrigo de la cumbia?
No le gustaba, estaba en contra pero tenía razón. Decía que nosotros éramos peones y que él era arquitecto. La movida tropical, cuando sos exitoso, te lleva a un ritmo vertiginoso de shows por noche que se vuelve todo muy pedorro: el sonido, el escenario... la calidad decae.
Poné un ejemplo.
Vos vas a ver a Banda XXI y hay una diferencia terrible con La Liga. Y hoy en día son dos número uno. Lo que cobra Banda XXI no se puede comparar a los que cobra La Liga. Pero uno está preparado para hacer un show por noche y el otro tiene que matarse en la ruta.