Bahía Blanca | Domingo, 07 de septiembre

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Cien años de la Iglesia del Colegio Don Bosco

Declarada Basílica en 1925 por el Papa Pío XI, la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús acaba de cumplir un siglo de vida. Durante muchos años, una sala interior del colegio Don Bosco sirvió de capilla, mientras tanto, toda la comunidad educativa se trasladaba, en las grandes solemnidades, al templo mayor de Nuestra Señora de la Merced, donde, desde 1890, actuaba como párroco el salesiano Carlos Cavalli.




 Declarada Basílica en 1925 por el Papa Pío XI, la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús acaba de cumplir un siglo de vida.


 Durante muchos años, una sala interior del colegio Don Bosco sirvió de capilla, mientras tanto, toda la comunidad educativa se trasladaba, en las grandes solemnidades, al templo mayor de Nuestra Señora de la Merced, donde, desde 1890, actuaba como párroco el salesiano Carlos Cavalli.


 Fue a fines de 1909, luego de finalizar una visita a Bahía Blanca, cuando el obispo diocesano, monseñor Francisco Alberti, solicitó la entrega de la parroquia; justo al año de haber inaugurado el carillón de cinco campanas y a nueve de haber habilitado al culto el nuevo templo.


 El traspaso se efectivizó el 13 de enero de 1913. Los salesianos, dejando la iglesia matriz de la ciudad en manos del clero secular, vieron la necesidad de erigir un amplio templo para su numeroso alumnado.


 El padre Miguel Borghino, director del Colegio, convencido de las palabras de Don Bosco al final de su vida: "Todo lo hizo María", inició las obras de la nueva iglesia el 15 de agosto de 1912. El acto de bendición y colocación de la piedra fundamental, de lo que sería el Templo del Sagrado Corazón de Jesús lo realizó monseñor Santiago Costamagna, a tres días de comenzados los trabajos.


 La construcción, realizada en un tiempo récord de 9 meses, estuvo a cargo de José Esandi, ampliamente vinculado a la Congregación, respondiendo a un proyecto del arquitecto Guido Buffalini, sobre una fracción de terreno adquirida a los hermanos Justino Cipriano, Juan Cayetano y Antonia Virginia Moretti.


 El 25 de febrero de 1913 se montó el techo y el 22 de mayo, monseñor Nepomuceno Terrero bendijo el templo terminado y lo abrió al culto. Monseñor Costamagna, llegado para la ocasión, celebró el Pontifical. La homilía estuvo a cargo del padre Andrés Calcagno, considerado un gran orador y poeta en la época.


 Esta fue la última obra del padre Borghino en su segundo período de director. Debió ausentarse para Italia por el fallecimiento de su madre. Lo suplió el sacerdote salesiano Alejandro Stefenelli que, con el dinero de la indemnización de la Escuela Agrícola del Alto Valle, expropiada, terminó el campanario de la iglesia.


 El 22 de noviembre de 1913 repiquetearon por primera vez las campanas y el 8 de diciembre se iluminó la cruz de la torre.

Algunas cifras. La planta del templo, en los planos originales, tiene 16 metros de frente y el espesor de su pared es de 60 centímetros. El largo de la nave central alcanza los 36,60 metros y las paredes laterales son de 0,30 metro.




 El crucero que envuelve el presbiterio es de 24,60 metros de frente por 8,50 de ancho, mientras que la cumbrera del techo de la nave central se encuentra a 18 metros de altura.


 El exterior es de líneas arquitectónicas bastante simples y está apenas retirado de la línea municipal por una escalinata que abarca todo su frente. Actualmente las campanas están accionadas en forma electrónica y el remate semeja un apuntado templete de ocho columnas coronadas por una cruz que se eleva a 38,50 metros.


 El interior responde a un planteo basilical de nave central alta y dos laterales que culminan a los 15,30 metros de altura. Sus arcos apuntados sugieren líneas góticas que se acentúan en el tratamiento del techo en la zona del presbiterio.


La inolvidable Virgen de las vocaciones y de la lluvia







 Según testimonio del padre Luis Pedemonte la estatua de María Auxiliadora dispuesta en el interior del templo fue tallada en el Oratorio San Francisco de Sales de Turín (Italia) entre los años 1920 y 1922. Fue bendecida solemnemente en el patio de los artesanos de Valdocco por el Cardenal Cagliero.


 Al llegar a Bahía Blanca fue expuesta en la iglesia, a la izquierda del altar mayor. Por entonces una gran sequía azotaba a toda la región y reinaba una lamentada escasez de vocaciones sacerdotales.


 A propuesta del veterano cooperador don Rogelio Estevez Cambra se comenzó un triduo de súplicas pidiendo el agua. Cambra asistió todos los días al piadoso acto. Al tercer día una lluvia abundante salvó la campaña reseca y un escogido número de niños pidieron ser aspirantes salesianos, entre ellos el jovencito Carlos Mariano Pérez, más tarde primer obispo de Comodoro y arzobispo de Salta. Este acontecimiento hizo que a la imagen recién llegada se la llamara "Virgen de las vocaciones y de la lluvia".


Basílica





 El 7 de mayo de 1925 se hizo pública la incorporación de la Iglesia del Colegio a la Basílica Vaticana, privilegio concedido por el Papa Pío XI en atención a los méritos relevantes adquiridos en la celebración del Congreso Salesiano del Sagrado Corazón.