LA MISTERIOSA MESETA DE SOMUNCURA
La Meseta de Somuncurá comenzó a formarse hace 40 millones de años con los procesos volcánicos que se extendieron hasta 5 millones de años atrás, y fue tallada desde ese remoto pasado por la erosión y por el mar que la cubrió. Un mar que llegaba y se iba; así, una y otra vez.
El mar dibujó golfos, cabos, puntas y bahías en esa tierra a la que arrasaba sin cesar. Dibujos que ahora emergen nítidos, pero secos, en la estepa patagónica y dentro de un área de biodiversidad excepcional.
Esta altiplanicie basáltica ocupa el centro-sur de Río Negro y el norte de Chubut, y en su geografía aparecen relieves de conos volcánicos, sierras, cerros y lagunas temporales y arcillosas. Las visitas del mar dejaron en ella fósiles de animales marinos y bosques de coníferas petrificados.
La llamaron somuncurá, en lengua tehuelche "piedras que suenan", por el sonido que el viento arranca del basalto de las rocas. Los que caminan la meseta aseguran haber escuchado esos susurros.
Los biólogos encontraron allí ejemplares muy raros, como la mojarra desnuda, un pez sin escamas que según los científicos no sobreviviría fuera de este hábitat, y las pequeñas ranas, anfibio endémico de apenas 2,5 centímetros, negras o grises pero siempre de patas muy largas.
Otro raro habitante de la meseta son los lagartos, de brillantes colores amarillo, verde y naranja, que se mimetizan con el color de las rocas cuando trepan para estirarse al sol.
Geográficamente la meseta está formada por cañadones que los lugareños llaman "rincones", por donde bajan los arroyos que la rodean, y por inmensas ollas vacías que fueron el lecho de antiguas lagunas.
En ella se reconocen tres ambientes. La mesada, que los pobladores llaman "la planicie", un plano que emerge a los 1050 metros; las sierras volcánicas, un conjunto de cerros entre los que se destaca el Corona, de 1900 metros, y el área denominada consumición de la meseta, integrada por los bordes que sufren los procesos erosivos.
Un paisaje poblado de lagunas temporales y permanentes, pequeños arroyos, cañadones y quebradas, chacras colgantes y cerros. Y muchas especies vegetales endémicas, que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta, como la bellísima Grindelia pigmea.
Los ornitólogos contaron unas 70 especies de aves, entre ellas jotes, águilas, halcones, patos y cisnes. Los estudiosos de estos bichos encuentran en la árida meseta un lugar especial para el avistaje.
Otros especialistas alertaron que hay dos especies en peligro de extinción: el choique, o ñandú petiso, y el flamenco austral.
Y que entre los mamíferos que habitan esta comarca se destacan los guanacos, los zorros grises y colorados, los zorrinos, las maras y las martinetas.
Los antropólogos coinciden en que los Tehuelches Septentrionales fueron la presencia más antigua del hombre en la meseta, lugar al que este pueblo nómade consideraba sagrado.
Llegaban por una ruta de paso norte-sur, por la que habría arribado el explorador suizo Claraz y el incansable caminador de la Patagonia, el Perito Francisco P. Moreno.
Mientras que la radicación sedentaria comenzó recién a fines del siglo XIX, cuando llegaron indígenas, criollos y colonos extranjeros.
Actualmente sus habitantes son crianceros que tienen rebaños ovinos, y que en muchos casos son destinados a la propia subsistencia. Hombres solitarios que transitan la meseta a caballo y que habitan en casas de piedras. Muchas veces para saber de sus vecinos encienden hogueras que disparan columnas de humo hacia el cielo, y que son contestadas con otra humareda. Señal de que todo está bien en la lejana vecindad.
Los Menucos, en tehuelche "ojo de agua", es una ciudad de 6000 habitantes que está en el encuentro de la RN 23 y la RP 6, en un paraje bajo y encajonado. Su principal actividad minera es la extracción de caolín, pórfidos y piedras lajas --éstas últimas se exportan-- y también la producción de lana de oveja y la cría de guanacos y choiques.
En los últimos días de marzo, o los primeros de abril, Los Menucos realiza su fiesta máxima: La Fiesta Nacional de la Piedra Laja.
Otra población cercana a la meseta es Maquinchao, Capital Provincial de la Lana, cuya economía se basa en la ganadería ovina, actividad que comenzó en 1908 cuando llegaron los primeros carneros Merino Australianos, que fueron el origen de la producción de lana y del desarrollo del turismo rural en sus estancias.
Entre tantos misterios y tantas leyendas que se tejen en torno de la Meseta de Somuncurá, se dice que en sus entrañas guarda enormes cantidades de agua de lluvia y de nevadas, que la convierten en un codiciado reservorio de la bebida más vital del planeta.
La joven industria del turismo está llegando a la meseta para acercar a sus pobladores los beneficios de una actividad que todo lo integra, que nada le es ajeno. Somuncurá tiene muchos secretos aún no develados. Es cuestión de esperar.
CORINA CANALE
LA MESETA, FUTURO PARQUE NACIONAL
Río Negro presentó un plan para declarar a la actual Reserva Natural Meseta de Somuncurá en un Parque Nacional, anunció el ministro de Turismo, Cultura y Deporte de esa provincia, Angel Rovira Bosch, durante una reciente reunión realizada en Maquinchao.
El funcionario les explicó a vecinos de esa ciudad y de localidades cercanas que es un proyecto estratégico que conlleva un desarrollo turístico para la zona, una de las más postergadas de la provincia, que generará trabajo y aumento de la población como consecuencia del crecimiento económico.
El plan, explicó el funcionario, cuidará no alterar el medio ambiente, trabajando en conjunto con la correspondiente secretaría provincial, y sin olvidar que la meseta es un lugar para investigar, donde el acceso de turistas deberá estar controlado.
Por otra parte, se mantendrán reuniones con las comunidades mapuches y tehuelches para escuchar sus propuestas y sugerencias, ya que estos pueblos serán actores del proyecto y podrán mostrar a los visitantes cómo son su vida, costumbres y tradiciones.
También informó que la unidad de conservación Meseta posee una superficie de 1.600.000 hectáreas, cifra que equivale al 8% de la superficie total de la provincia de Río Negro.
LOS SIETE CIRCUITOS
1 Valcheta-Chipauquil
2 Sierra Grande-Arroyo Ventana-Cona Niyeu-La Maciega
3 Maquinchao-El Caín
4 Los Menucos-Pranuaniyeu-Vaca Laufquen-El Caín
5 El Caín-Pilquiniyeu
6 Los Menucos-Comicó-Yaminué-Treneta
7 Valcheta-Paileman
Los visitantes deben registrarse en la dependencia policial de la cabecera del circuito y conectarse con el guarda ambiental habilitado en el Centro de Interpretación de Gestión Ambiental (C.I.G.A.)
TIPS
* Cómo llegar: por la RN 23 se accede a la meseta y a los pueblos aledaños, comos Maquinchao y Los Menucos. La 23 se inicia cerca de San Antonio Oeste y finaliza en Dina Huapi, cerca de Bariloche.
* Reserva Provincial: así se declaró a la Meseta de Somuncurá en 1993, de acuerdo con la Ley Nacional de Areas Protegidas.
* Centros Turísticos cercanos: Las Grutas y Sierra Grande, en Río Negro, y Puerto Madryn en Chubut.
* En Chubut: las localidades chubutenses que se favorecerán con el plan de desarrollo de la meseta son Gan Gan y Telsen.